Am¨¦rica Latina, contra todo pron¨®stico
En este momento de incertidumbre lo que importa no es el augurio, sino el talante con que lo abordemos
Todo ejercicio de esperanza empresarial en Am¨¦rica Latina, la regi¨®n del mundo m¨¢s golpeada por la pandemia, desemboca en la contradicci¨®n de un singular pron¨®stico: el de la d¨¦cada perdida. Tras cinco a?os de baj¨ªsimos crecimientos y ahora una profunda recesi¨®n de la cual, seg¨²n distintas estimaciones econ¨®micas, no nos recuperaremos en t¨¦rminos per c¨¢pita hasta 2025, su posibilidad es m¨¢s que una mera profec¨ªa. Y luchar contra ella, por tanto, una tarea del primer orden.
En el marco ...
Todo ejercicio de esperanza empresarial en Am¨¦rica Latina, la regi¨®n del mundo m¨¢s golpeada por la pandemia, desemboca en la contradicci¨®n de un singular pron¨®stico: el de la d¨¦cada perdida. Tras cinco a?os de baj¨ªsimos crecimientos y ahora una profunda recesi¨®n de la cual, seg¨²n distintas estimaciones econ¨®micas, no nos recuperaremos en t¨¦rminos per c¨¢pita hasta 2025, su posibilidad es m¨¢s que una mera profec¨ªa. Y luchar contra ella, por tanto, una tarea del primer orden.
En el marco de la Cumbre Iberoamericana tuve la oportunidad de compartir con el empresariado de la regi¨®n cuatro razones para pensar en una d¨¦cada distinta: rescatada y redimida. La primera es la lecci¨®n en tecnolog¨ªas digitales que tuvimos todos (empresariado, sociedad civil, universidades y gobiernos) gracias a la pandemia. De la telemedicina al teletrabajo, del e-commerce al e-learning, vimos a?os de avance en apenas meses y con ello promesas de innovaci¨®n, digitalizaci¨®n y productividad a nuestro alcance si logramos cerrar las brechas de desigualdades y acceso prevalentes.
La segunda es lo que est¨¢ sucediendo en el ¨¢rea de la sostenibilidad. Esta recuperaci¨®n ser¨¢ muy distinta a la anterior. El mundo se demorar¨¢ en ser austero e invertir¨¢ como nunca, internalizando adem¨¢s criterios sociales, ambientales y de gobernanza. Esto beneficiar¨¢ la apuesta por una econom¨ªa verde y a los sectores de las renovables y las infraestructuras sostenibles, donde Am¨¦rica Latina tiene mucho que ganar. Tenemos compa?¨ªas pioneras, una poblaci¨®n preocupada por el cambio clim¨¢tico y las mayores reservas mundiales de agua y minerales esenciales (como el litio) necesarios para las nuevas cadenas de valor.
La tercera raz¨®n son China y Estados Unidos. Tras esta pandemia, se estima que en 2028 China se convertir¨¢ en la principal econom¨ªa del mundo. Para ello, su econom¨ªa tendr¨¢ que duplicarse, sumando 15 billones de d¨®lares al PIB mundial en apenas ocho a?os, el mayor crecimiento bruto de la historia. Esto puede llevarnos a otro superciclo de materias primas, beneficiando especialmente a Sudam¨¦rica. Al mismo tiempo, la regi¨®n podr¨¢ aprovechar la aceleraci¨®n del crecimiento norteamericano a ra¨ªz de los impresionantes paquetes fiscales de la Administraci¨®n de Biden, as¨ª como del fen¨®meno del reshoring.
La ¨²ltima raz¨®n de optimismo es nuestra juventud y nuestras mujeres. El ¡°gran bono demogr¨¢fico¡± latinoamericano ¡ªla cohorte m¨¢s grande y mejor educada que hayamos tenido nunca¡ª ya tiene edad para votar en masa, transformar las instituciones e incluso ser presidente (o mejor: presidenta). Los j¨®venes exigen voz, equidad y protagonismo, as¨ª como mejores perspectivas laborales, m¨¢s capacitaci¨®n y menores brechas de habilidades en su entorno.
Hay, sin embargo, varios factores que pueden arruinar este panorama y que podr¨ªamos resumir en cuatro ¡°faltas¡±: de vacunas, financiamiento, di¨¢logo social o liderazgos. Necesitamos vacunas para empezar abiertamente la recuperaci¨®n y financiamiento para que no falten recursos para hacer transformaciones e inversiones indispensables: estos dos ¡°escollos¡± no dependen solo de nosotros, sino que implican directamente a las instituciones multilaterales, sin las cuales todo esfuerzo ser¨¢ insuficiente, tal como se enfatiz¨® en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Pero los ¨²ltimos dos obst¨¢culos s¨ª son puramente nuestros: di¨¢logo para regenerar la pol¨ªtica, rehacer el pacto social y evitar que el nuevo ciclo electoral lleve a un aumento de la polarizaci¨®n, la desconfianza o el populismo. Para ello necesitamos liderazgos a la altura de los tiempos no s¨®lo en el sistema pol¨ªtico, sino tambi¨¦n en el sector empresarial y en la sociedad civil.
Este complejo panorama explica las tres cosas que he tenido la oportunidad de ver recientemente en el empresariado de la regi¨®n. Primero, conciencia de los riesgos y las oportunidades. Segundo, presencia: nadie quiere irse de Am¨¦rica Latina porque en la regi¨®n se est¨¢n fraguando nuevos horizontes (Softbank, por ejemplo, nuestro mayor inversor tecnol¨®gico, acaba de anunciar que invertir¨¢ 1.000 millones de d¨®lares m¨¢s este a?o). Y tercero, compromiso: ganas de hacer las cosas de manera distinta, de ir m¨¢s all¨¢ de la cuenta de resultados, de rehacer alianzas p¨²blico-privadas y de asumir responsabilidades en la lucha contra la pobreza y el cambio clim¨¢tico. Consciencia, presencia y compromiso. En momentos de incertidumbre, lo que importa no es si el augurio es malo o es bueno. Lo que importa es con qu¨¦ talante lo encaramos. Porque en nuestras manos siempre estar¨¢ la respuesta, la capacidad de evitar una nueva d¨¦cada perdida y de luchar contra todo pron¨®stico.
Rebeca Grynspan es secretaria general Iberoamericana.