Volvemos a pactar

Desde que en 1995 se firm¨® el primer Pacto de Toledo las cr¨ªticas en torno a los acuerdos sobre pensiones pueden dividirse en dos grupos: Unas, consideran el pacto y los acuerdos como un lastre que impide la adopci¨®n de las reformas aut¨¦nticas imprescindibles; otras exageran los resultados partiendo de su presentaci¨®n y afirman que no se ha retrasado la edad de jubilaci¨®n, o que las nuevas pensiones han bajado el 25%. En realidad, los efectos de todas las reformas pactadas han sido positivos y relativos.

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Escriv¨¢ y los agentes sociales desbloquean el acuerdo de las pensiones

Llev¨¢bamos diez a?os desde el ¨²ltimo gran acuerdo, y un buen n¨²mero de ellos manteniendo sottovoce medidas aprobadas contrala concertaci¨®n social. El factor de sostenibilidad aprobado en 2013 se pospuso hasta 2018, y luego el propio Gobierno que lo aprob¨® lanz¨® una patada a seguir cuatro a?os m¨¢s, pero la propia AIReF cuando la dirig¨ªa el propio ministro Escriv¨¢ la inclu¨ªa entre sus previsiones, y ahora el indicador sustituto deber¨¢ cumplir la funci¨®n contingentadora del gasto asignada al factor. Configurar un indicador complejo ser¨¢ pues dif¨ªcil, pero en todo caso no basarlo todo al automatismo ¡°m¨¢s esperanza de vida / menor pensi¨®n inicial¡± evitar¨¢ la tentaci¨®n de explicitar la paradoja de qu¨¦ hubiera pasado con un factor 13 en aplicaci¨®n despu¨¦s de la covid-19.

Centrar el esfuerzo del acuerdo en reducir las jubilaciones anticipadas haciendo m¨¢s atractivos los incentivos al retraso y penalizando m¨¢s los anticipos, es muy razonable. Las jubilaciones anticipadas siguen suponiendo casi el 40% del sistema, y un porcentaje superior de los trabajadores asalariados. Este acuerdo deber¨¢ generar una cultura que permita la negociaci¨®n de planes de pensiones vinculados a la negociaci¨®n colectiva centrados en los anticipos, que descarguen al sistema de esta tensi¨®n.

Y conseguir que todas las reducciones de cotizaci¨®n de aut¨®nomos y agrarios, los permisos por cuidado de hijo y otras prestaciones queden taxativamente del lado fiscal de los tributos, saliendo de las cotizaciones, es una reivindicaci¨®n tan antigua como necesaria. Por cierto, que una prestaci¨®n financiada tributariamente se pague en proporci¨®n a la cuota del beneficiario no es extra?o e incentiva la cotizaci¨®n. Otras referencias a cuestiones planteadas hace bien poco tiempo han visto la luz, y creo que todos los que las defendimos podemos estar orgullosos.

Faltan cosas en el acuerdo. Como siempre. Otras cuestiones, como la revalorizaci¨®n por IPC, ven¨ªan marcadas por el acuerdo parlamentario y el desafortunado 0,25%. Ser¨¢n necesarios nuevos pactos. Pero este es un acuerdo importante. Sindicatos y empresarios recuperan un papel predominante. El Ministerio de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones ha conseguido que los tributos asuman gastos que antes cargaban las cotizaciones. Pensionistas y cotizantes ven como la Seguridad Social es territorio de acuerdo. Y ahora queda el siguiente cap¨ªtulo del libro, que el d¨¦ficit y la deuda se embriden gracias a una consolidaci¨®n fiscal imprescindible. Nuestras pensiones no son altas, son nuestros impuestos los bajos.

Octavio Granado, exsecretario de Estado de la Seguridad Social