Las secuelas de la precariedad laboral en la juventud
Las mujeres se llevan la peor parte de las malas condiciones en el trabajo en forma de contratos a jornada parcial
Espa?a se caracteriza por tener las tasas de desempleo total y de desempleo juvenil m¨¢s altas de los pa¨ªses de nuestro entorno. De hecho, muchos consideran que el desempleo juvenil es el mayor problema al que se enfrenta nuestro mercado laboral actualmente. Sin embargo, sin menospreciar las altas tasas de desempleo juvenil, que hoy alcanzan el 35%, la evidencia se?ala que el desempleo se convierte en un problema de enorme importancia cuando las personas que lo sufren se cronifican en ¨¦l. Esta problem¨¢tica afecta sobre todo a personas mayores de 30 a?os, y en particular a los mayores de 45, pero afortunadamente, las personas menores de 30 a?os se ven relativamente poco afectadas por permanecer largos per¨ªodos en el desempleo, a no ser que la coyuntura econ¨®mica sea particularmente adversa. Por otro lado, las personas j¨®venes s¨ª que experimentan con demasiada frecuencia, incluso en per¨ªodos de fuerte actividad econ¨®mica ¡ªcomo han sido los a?os 2015-2019¡ª ca¨ªdas continuas al desempleo como consecuencia de la precariedad laboral a la que est¨¢n expuestas. Estos episodios son los que mayormente provocan las altas tasas de desempleo a las que se ven sometidas.
Es necesario precisar qu¨¦ se entiende por precariedad laboral, pues esta puede manifestarse de varias maneras. Sin duda, la percepci¨®n de salarios bajos por cada hora trabajada es una dimensi¨®n clara de precariedad laboral. Pero trabajar menos de las horas que uno desear¨ªa en un per¨ªodo determinado es tambi¨¦n una manifestaci¨®n de precariedad laboral. Una persona puede enfrentarse a una baja intensidad laboral no deseada debido a sus continuas entradas al desempleo tras la finalizaci¨®n de sus contratos temporales que, por cierto, son cada vez de menor duraci¨®n. Tambi¨¦n se sufre de baja intensidad laboral no deseada cuando las personas son contratadas a tiempo parcial aun deseando una jornada completa. Pero una situaci¨®n de precariedad al inicio de la vida laboral preocupa en mayor o menor medida dependiendo de si ¡°se cura¡± o no con la edad. Si la precariedad laboral que sufren las personas j¨®venes a d¨ªa de hoy deja secuelas en su futuro laboral entonces es imprescindible tratar de atajarla para evitar situaciones futuras de pobreza, desigualdad de oportunidades, baja natalidad por el retraso en la emancipaci¨®n e incluso deficiencias en el sistema de pensiones.
En un reciente estudio llevado a cabo desde la Fundaci¨®n ISEAK hemos analizado el grado de la precariedad laboral que sufren las personas j¨®venes en Espa?a y estudiado las posibles secuelas que les deja en su vida laboral futura. Para ello, hemos seguido sus trayectorias laborales desde sus inicios hasta diez a?os despu¨¦s y nos hemos fijado fundamentalmente en la evoluci¨®n de sus salarios por hora y en el total de horas trabajadas cada a?o.
Por ofrecer algunas cifras, pr¨¢cticamente la mitad de las personas j¨®venes en Espa?a trabaja el equivalente a menos de seis meses durante su segundo a?o laboral. Para los varones, la causa fundamental es la inestabilidad laboral: trabajos de corta duraci¨®n que provocan altas rotaciones entre el empleo y el desempleo. Para las mujeres, adem¨¢s de esta raz¨®n, se ha de sumar la de la contrataci¨®n a tiempo parcial, que ha ido creciendo persistentemente en la ¨²ltima d¨¦cada. Si bien es cierto que a los cinco a?os la intensidad laboral crece notablemente (para quienes siguen en un empleo), todav¨ªa encontramos que el 20% de las personas j¨®venes sigue trabajando el equivalente a menos de seis meses al a?o. Esta proporci¨®n disminuye hasta el 10% al cabo de diez a?os. Es decir, el estudio muestra que la parcialidad o los periodos interrumpidos de empleo son los principales culpables de la cronificaci¨®n en la precariedad de nuestros j¨®venes.
Con respecto a la evoluci¨®n de los salarios por hora, otro elemento esencial de la precariedad, el 70% de las personas j¨®venes espa?olas al inicio de su vida laboral no supera los nueve euros/hora (en t¨¦rminos reales de 2015). Tras diez a?os de experiencia, un 40% de ellos contin¨²a con salarios/hora por debajo de esta cuant¨ªa. Como referencia, diremos que el salario m¨ªnimo vigente a d¨ªa de hoy est¨¢ ligeramente por debajo de los siete euros /hora. Estas cifras muestran, en primer lugar, la enorme precariedad laboral en t¨¦rminos de salario que afecta a gran parte de nuestra juventud y, en segundo lugar, que dicha situaci¨®n es muy persistente en el tiempo.
Otro resultado interesante del estudio es el impacto de las crisis econ¨®micas tanto en la precariedad laboral de las personas j¨®venes como en las consecuencias que esta tiene. Como cabe esperar, en plena recesi¨®n, los niveles de precariedad aumentan. Sin embargo, el estudio refleja que las secuelas de la precariedad al inicio se duplican para las personas que acceden por primera vez a un empleo durante una crisis econ¨®mica. Dicho con otras palabras: las recesiones no s¨®lo afectan en el presente, sino que sus consecuencias se prolongan en el largo plazo.
A la vista de los resultados, huelga decir que es necesario implementar acciones preventivas para evitar el riesgo de precariedad laboral (presente y futura) entre la juventud de nuestro pa¨ªs. Dada la importancia de la baja intensidad laboral no deseada en la precariedad laboral, es crucial insistir en la necesidad de una mayor estabilidad laboral desde el inicio, que reduzca los episodios de desempleo y las jornadas parciales involuntarias. Asimismo, para quienes caen al desempleo, es vital orientar y recualificar si fuera necesario para una pronta inserci¨®n laboral que evite largos episodios de desempleo. Adem¨¢s, dado que el riesgo de precariedad laboral est¨¢ fundamentalmente asociado a bajos niveles educativos, es necesario fomentar mayores niveles formativos de las personas j¨®venes y prevenir el abandono escolar. Por ¨²ltimo, las mujeres absorben en mayor medida la precariedad laboral, especialmente en forma de contratos a jornada parcial, por lo que abordar los problemas de segregaci¨®n ocupacional y alta parcialidad femenina contribuir¨ªa sin duda a la reducci¨®n de la precariedad laboral. Medidas de este tipo resolver¨ªan, no s¨®lo un problema ya conocido en el presente, sino tambi¨¦n, como este estudio demuestra, problemas futuros de precariedad laboral.
Sara de la Rica, Luc¨ªa Gorj¨®n y Ainhoa Os¨¦s son miembros de la Fundaci¨®n ISEAK
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