California podr¨ªa arruinar todo lo que ha ganado
Si la mayor¨ªa vota s¨ª a la revocaci¨®n de Newsom, un gobernador ¡®trumpista¡¯ puede llegar al poder
Si viven en California y no han votado a¨²n sobre la propuesta de revocaci¨®n del gobernador Gavin Newsom o no tienen planes de hacerlo, por favor, despierten. Esta es una situaci¨®n en la que la apat¨ªa podr¨ªa tener consecuencias monumentales: California, que no es un Estado tan progresista como uno se imagina pero aun as¨ª es considerablemente m¨¢s progresista que el conjunto del pa¨ªs, puede estar a punto de adquirir por despiste a un gobernador trumpista que nunca habr¨ªa ganado unas elecciones normales.
Esto ocurrir¨ªa en un momento en el que el control de las legislaturas estatales es especialmente crucial, porque moldea la respuesta al coronavirus. Los gobernadores como Greg Abbott en Texas o Ron DeSantis en Florida, partidarios del MAGA (siglas en ingl¨¦s de ¡°devolver a Estados Unidos su grandeza¡±), no solo se niegan a imponer la obligatoriedad de las mascarillas o las vacunas, sino que intentan evitar que otros tomen precauciones, emitiendo ¨®rdenes ejecutivas y respaldando legislaci¨®n que proh¨ªbe la imposici¨®n de esas exigencias por parte de los Gobiernos locales e incluso de empresas privadas. Y ese es el tipo de gobernador con el que probablemente se encuentre California si sale adelante el proceso de revocatoria.
?C¨®mo es posible que ocurra algo as¨ª? Porque el proceso de revocaci¨®n es una locura. Los votantes responden dos preguntas: ?Deber¨ªa revocarse el mandato de Newsom? ?Qui¨¦n deber¨ªa sustituirlo? Si la mayor¨ªa vota s¨ª a la revocaci¨®n, quien sea elegido por el mayor n¨²mero de votantes en la segunda pregunta se convertir¨¢ en gobernador, incluso si esa persona recibe muchos menos votos que los que hacen falta para mantener a Newsom en el cargo.
Y el resultado m¨¢s probable si sale adelante la revocatoria de Newsom es que Larry Elder, un locutor de radio de derechas que se opone en¨¦rgicamente a la obligatoriedad de las mascarillas y las vacunas, acabe ocupando el cargo de gobernador, aunque solo reciba una peque?a fracci¨®n del total de votos.
Lo que har¨ªa especialmente irritante este resultado es que California es en muchos aspectos ¡ªcon la flagrante excepci¨®n de la vivienda, a la que llegar¨¦ enseguida¡ª una historia de ¨¦xito progresista.
El Estado Dorado dio un giro dr¨¢stico a la izquierda en 2010, con la elecci¨®n de Jerry Brown como gobernador. Al cabo de dos a?os, los dem¨®cratas obtuvieron una supermayor¨ªa en la legislatura, lo que les permiti¨® poner en marcha muchas prioridades progresistas. California subi¨® pronto los impuestos a los ricos, y aument¨® el gasto social y el salario m¨ªnimo. Tambi¨¦n aplic¨® de buena gana la Ley de Atenci¨®n M¨¦dica Asequible.
Los conservadores predijeron un desastre. Algunos llegaron a decir incluso que se estaba cometiendo un ¡°suicidio¡± econ¨®mico. Y California recibe mucha cobertura negativa en la prensa econ¨®mica, en la que constantemente se encuentran afirmaciones de que las empresas est¨¢n saliendo en masa hacia Estados con menos impuestos y m¨¢s liberalizados, como Texas.
Sin embargo, los datos dicen lo contrario. Teniendo en cuenta todos los comentarios despectivos sobre California y el bombo a las perspectivas de Texas que se leen, es asombroso observar la evoluci¨®n del PIB real y del empleo entre 2010 y los meses previos a la pandemia y descubrir que California y Texas ten¨ªan b¨¢sicamente las mismas tasas de crecimiento. Tambi¨¦n es asombroso, dado todo lo que se habla acerca de la gente que huye de los impuestos elevados, descubrir que trabajadores muy preparados y con rentas altas ¡ªque pagan de hecho impuestos m¨¢s altos en California que en casi todas las dem¨¢s partes de EE UU¡ª segu¨ªan emigrando a ese Estado.
En otras palabras, la experiencia de California demuestra que los conservadores mienten cuando afirman que cobrar impuestos a los ricos y gastar m¨¢s en programas sociales destruye la prosperidad. Y el Estado no solo consigui¨® un r¨¢pido crecimiento econ¨®mico; su aplicaci¨®n eficaz del Obamacare le ayud¨® a reducir el n¨²mero de residentes sin seguro m¨¦dico con mucha m¨¢s rapidez que el resto del pa¨ªs.
De acuerdo, hay sombras importantes en esta imagen. A pesar de que los trabajadores ricos segu¨ªan traslad¨¢ndose a California, los de rentas m¨¢s bajas ¡ªque pagan de hecho menos impuestos en California que en Texas¡ª se iban. Seguramente, esto se deb¨ªa en gran parte al elevado precio de la vivienda, que se ha convertido en un problema enorme.
A pesar del ¨¦xito econ¨®mico general, California tiene la tasa de pobreza m¨¢s alta del pa¨ªs, principalmente por el elevado coste de la vivienda: un piso en San Francisco se alquila de media por m¨¢s del doble que un piso en cualquier ciudad de Texas. Por ello California tiene tambi¨¦n muchas personas sin hogar.
?Qu¨¦ hay detr¨¢s de la pesadilla de la vivienda? Hay un fen¨®meno que ha bloqueado la construcci¨®n de vivienda nueva. En la d¨¦cada de 2010, la evoluci¨®n econ¨®mica de California fue similar a la de Texas, pero se concedieron muchas menos licencias de construcci¨®n, a pesar de tener una poblaci¨®n mayor. California sum¨® tres millones de puestos de trabajo entre 2010 y 2019, pero a?adi¨® menos de 700.000 viviendas.
Sin embargo, el fen¨®meno resulta ser una de las pocas cuestiones importantes que trasciende las pol¨ªticas de los partidos. Los conservadores tienen tantas probabilidades como los progresistas de oponerse a la construcci¨®n de viviendas; y algunos progresistas ¨Centre ellos el gobernador Newsom¨C son firmes defensores de ampliar el parque de viviendas. De modo que el gran fracaso de la pol¨ªtica de California no deber¨ªa ser una cuesti¨®n que influya en este proceso de revocatoria. Lo que est¨¢ en peligro son sus ¨¦xitos.
Si los californianos escogen dar la espalda a estos ¨¦xitos est¨¢n en su derecho. El peligro ahora es que el Estado no elija, sino que acabe en magalandia por un estramb¨®tico proceso de revocatoria.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2021. Traducci¨®n de News Clips.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.