El Gobierno de Cuba autoriza las primeras 32 empresas privadas
La reforma, que llega medio siglo despu¨¦s de la confiscaci¨®n de los negocios particulares, puede cambiar radicalmente las reglas del juego de la econom¨ªa centralizada en la isla
Medio siglo despu¨¦s de la nacionalizaci¨®n de todos los negocios particulares por Fidel Castro, la micro, peque?a y mediana empresa privada (mipyme) vuelve a operar en Cuba, una reforma estructural largamente esperada y que podr¨ªa cambiar radicalmente las reglas del juego de la econom¨ªa centralizada en la isla, seg¨²n los expertos. El mi¨¦rcoles, solo diez d¨ªas despu¨¦s de la entrada en vigor de la ley y de la presentaci¨®n de las primeras solicitudes, el Gobierno aprob¨® las primeras 35 mipymes, 32 de ellas privadas y tres estatales, la mayor¨ªa enfocadas en la producci¨®n de alimentos (13), la manufactura (6), actividades de reciclaje, de car¨¢cter tecnol¨®gico y proyectos de desarrollo local. Las nuevas empresas privadas podr¨¢n tener hasta 100 trabajadores, han de constituirse como sociedades de responsabilidad limitada (SRL) y tendr¨¢n derecho a acceder a cr¨¦ditos y fuentes de financiamiento, pero sus actividades de importaci¨®n y exportaci¨®n deber¨¢n hacerlas por intermediaci¨®n de una empresa estatal. La ley tambi¨¦n impone l¨ªmites a las actividades profesionales. Los contadores, abogados, arquitectos e ingenieros, entre otros, no pueden asociarse y constituir empresas para brindar sus servicios, algo muy criticado por los economistas.
Diez a?os ha tardado el Gobierno en implementar esta reforma clave, que era legalmente posible desde el VI Congreso del Partido Comunista (2011) pero que fue retrasada por razones no explicadas y que tienen que ver con el temor de las autoridades a perder el control y el monopolio del Estado sobre la econom¨ªa. Aunque al estudiar las leyes reci¨¦n aprobadas algunos ven el vaso medio lleno y otros medio vac¨ªo, la mayor¨ªa de los economistas consideran que se trata de un ¡°paso positivo¡±, encaminado a incrementar la producci¨®n y favorecer una econom¨ªa mixta, en la que la iniciativa privada est¨¢ llamada a jugar un papel cada vez m¨¢s importante. ¡°Es una nueva visi¨®n, y creo que puede ser muy beneficioso para el pa¨ªs¡±, asegur¨® el economista Omar Everleny, uno de los que lleva a?os abogando por la aprobaci¨®n de las pymes.
Destaca Everleny el simbolismo de ¡°aceptar la peque?a empresa privada casi 54 despu¨¦s de la nacionalizaci¨®n de todas estas empresas durante la Ofensiva Revolucionaria¡±. Fue en 1968, durante un discurso en la Universidad de La Habana, cuando Fidel Castro arremeti¨® contra los due?os de los negocios privados que hab¨ªan sobrevivido al triunfo revolucionario de 1959. Como consecuencia de aquella ofensiva ¡°contra los remanentes del capitalismo¡±, fueron confiscados 55.636 peque?os emprendimientos, muchos operados por una o dos personas. Entre ellos 11.878 comercios de v¨ªveres (bodegas), 3.130 carnicer¨ªas, 3.198 bares, 8.101 establecimientos de comida (restaurantes, friter¨ªas, cafeter¨ªas, etc.), 6.653 lavander¨ªas, 3.643 barber¨ªas, 1.188 reparadoras de calzado, 4.544 talleres de mec¨¢nica automotriz, 1.598 de artesan¨ªa y 3.345 carpinter¨ªas. El ¡°pragmatismo¡± de volver a las pymes es ¡°un paso en la direcci¨®n correcta¡±, se?ala Everleny, pero observa que todav¨ªa se mantienen numerosas limitaciones y restricciones que pueden enlentecer y dificultar el trabajo de los nuevos actores econ¨®micos, lastrando el efecto positivo de la medida. ¡°No hay tiempo, el pa¨ªs no tiene tiempo para lograr que las generaciones actuales y futuras vean los beneficios, pero se act¨²a como si el tiempo fuera infinito. El Estado debe tener mayor flexibilidad, no seguir trabajando como en el pasado¡±.
¡°De cualquier modo¡±, piensa el consultor Oniel D¨ªaz, ¡°se crea un nuevo escenario¡±. ¡°Es un paso hist¨®rico: por fin, se le abre espacio a las cubanas y cubanos para que puedan poseer legalmente empresas privadas, las cuales adem¨¢s podr¨¢n realizar su trabajo en un ampl¨ªsimo abanico de modalidades de negocios y de giros¡±. Desde hace seis a?os, D¨ªaz viene ofreciendo servicios de asesor¨ªa a los cubanos que, bajo las condiciones limitadas del llamado trabajo por cuenta propia (TCP), han tratado de emprender un negocio. ¡°Si con las numerosas restricciones que tuvo el TCP [legalizado en 1994] la gente aprovech¨® las oportunidades y hoy los cuentapropistas suponen m¨¢s del 33% de la fuerza laboral del pa¨ªs, ahora, con unas regulaciones m¨¢s claras y mayores posibilidades legales, los resultados por fuerza tienen que ser much¨ªsimo mejores¡±.
En las ¨²ltimas semanas, dice, se han acercado a ¨¦l m¨¢s de 100 interesados en acogerse a la nueva ley de mipymes. ¡°Hemos visto una nueva reconfiguraci¨®n que se est¨¢ operando en el sector privado, las ideas de negocios abandonan enfocarse exclusivamente en la demanda del turismo internacional [bares, restaurantes, casas de alquiler] y comienzan a pensar en la demanda nacional y en cubrir los espacios y las necesidades que genera la escasez que tenemos actualmente en la econom¨ªa nacional¡±. Se?ala que han sido ¡°muy frecuentes los proyectos enfocados a la producci¨®n de alimentos, negocios de la construcci¨®n, de base tecnol¨®gica, vinculados a las energ¨ªas renovables y a la producci¨®n de bienes y comercializaci¨®n de diversos productos, actividad que ha quedado liberada en sus renglones m¨¢s importantes¡±.
No esconde D¨ªaz los aspectos negativos de la reforma. Las micro (hasta 10 trabajadores), peque?as (entre 11 y 35 trabajadores) y medianas empresas (de 36 a 100 empleados) tendr¨¢n que recurrir a una empresa del Estado para importar y exportar, no podr¨¢n hacerlo directamente. Tampoco puede ser socio de una mipyme un inversor extranjero, aunque no se excluye que el due?o cubano de una pyme pueda hacer una empresa mixta con una compa?¨ªa extranjera, pero para ello debe pasar el engorroso proceso oficial de aprobaci¨®n por el Estado de cualquier asociaci¨®n con una contraparte extranjera. Est¨¢, adem¨¢s, la prohibici¨®n del ejercicio de m¨¢s de 100 actividades que el Estado se reserva (telecomunicaciones, turismo, salud, etc¨¦tera), y la imposibilidad de que un cubano pueda ser socio de dos pymes a la vez, junto a la exclusi¨®n de no pocos servicios profesionales.
Sobre cu¨¢l ser¨¢ el verdadero alcance de la medida y cu¨¢ndo se ver¨¢n resultados, Oniel D¨ªaz indica que el comienzo de esta crucial reforma coincide con un momento econ¨®mico ¡°dificil¨ªsimo¡±, agravado por la pandemia y el incremento las sanciones de EE UU durante la Administraci¨®n Trump. ¡°La combinaci¨®n de estos factores, y las imperfecciones que naturalmente trae la implementaci¨®n de una reforma como esta en Cuba, que esperemos se vayan corrigiendo, propiciar¨¢n que los resultados se vean en el mediano plazo¡±. No son pocos los que recuerdan los titubeos del pasado y se declaran descre¨ªdos, pero D¨ªaz dice ser optimista: ¡°Para que pueda haber riqueza primero hay que trabajar, y eso es lo que corresponde ahora¡±.
Las 3D de la iniciativa privada en Cuba
Abel Bajuelos tiene 42 a?os y es m¨²sico de formaci¨®n, pero no es noticia hoy por una canci¨®n. Bajuelos es uno de los primeros cubanos a los que el Ministerio de Econom¨ªa y Planificaci¨®n autoriz¨® el mi¨¦rcoles la creaci¨®n de una microempresa de seis personas que se llamar¨¢ Addimensional. Lo suyo es la tecnolog¨ªa, espec¨ªficamente la fabricaci¨®n digital con impresoras 3D, algo que ya ven¨ªa haciendo con ¨¦xito como cuentapropista (con una licencia de ¡°fundidor¡±) pero que ahora convertir¨¢ en una empresa legal, con personalidad jur¨ªdica y aspiraci¨®n a convertirse en l¨ªder en Cuba en su sector.
¡°Creo que este es un cambio important¨ªsimo y que no tiene marcha atr¨¢s¡±, se?ala Bajuelos, pese a haber sufrido en carne propia en el pasado la desconfianza de las autoridades y los vaivenes de la iniciativa privada. En 2011 mont¨® una sala de videojuegos y tuvo mucho ¨¦xito, pero una ma?ana, en 2013, se levant¨® con la noticia de que esta actividad hab¨ªa sido prohibida. ¡°Como irme del pa¨ªs para m¨ª no era una opci¨®n, tuve que reconvertirme, y as¨ª naci¨® este emprendimiento¡±. Abel bromea con las 3D de su empresa, es precisamente con lo que han tenido que lidiar los emprendedores en su relaci¨®n con el Estado todos estos a?os, explica. ¡°La D de desconocimiento, de desconfianza y de demora¡±. Hoy, asegura, aprecia cambios considerables. Su peque?o taller, en el que tiene cinco impresoras 3D, ha sido visitado por distintos ministros, y su solicitud de mipyme, entregada el pasado 20 de septiembre, ha sido aprobada en tan solo nueve d¨ªas. No es ingenuo, sabe que no va a ser f¨¢cil el camino para que su sue?o fructifique y que va a enfrentar trabas y dificultades. Pero cree que la rueda ha comenzado a moverse. ¡°Para m¨ª, las pymes en el contexto actual son como una buj¨ªa que explota en medio de un combustible creativo que es la sociedad cubana y que mueve un pist¨®n mucho m¨¢s grande¡±.
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