Paolo Gentiloni: ¡°La reforma laboral y la de pensiones deben cumplir lo pactado en Bruselas sobre el plan espa?ol de recuperaci¨®n¡±
El comisario europeo de Econom¨ªa considera que el alza de la inflaci¨®n ¡°es un efecto colateral en una situaci¨®n sin precedentes¡± ante el cual no hay que ¡°sobrerreacionar¡±
El comisario europeo de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni (Roma, 66 a?os), aterriza en Madrid este domingo por la noche para reunirse, entre otros, con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y las vicepresidentas Nadia Calvi?o y Yolanda D¨ªaz en plena tormenta en el Ejecutivo de coalici¨®n por la reforma laboral. Est¨¢ sentado debajo de una gran foto ...
El comisario europeo de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni (Roma, 66 a?os), aterriza en Madrid este domingo por la noche para reunirse, entre otros, con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y las vicepresidentas Nadia Calvi?o y Yolanda D¨ªaz en plena tormenta en el Ejecutivo de coalici¨®n por la reforma laboral. Est¨¢ sentado debajo de una gran foto del acto conmemorativo en 2017, siendo ¨¦l primer ministro italiano, del 60 aniversario del Tratado de Roma. A su lado otra foto, m¨¢s peque?a, de cuando se firm¨® en la capital italiana ese tratado, el hito fundacional de la Uni¨®n Europea. En su despacho, Gentiloni elogia la negociaci¨®n con los agentes sociales emprendida por el Gobierno. Pero advierte de que el regateo no puede durar eternamente y de que el resultado deber¨¢ ajustarse estrictamente a las exigencias marcadas por Bruselas cuando dio el visto bueno al plan de recuperaci¨®n.
Pregunta. Dec¨ªa el antiguo presidente de la Comisi¨®n Europea Romano Prodi que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento era est¨²pido. Luego lleg¨® la reforma de 2012 y el pacto se hizo m¨¢s complicado y proc¨ªclico. Ahora usted empieza a revisarlo, ?qu¨¦ objetivo persigue?
Respuesta. No quiero un nuevo cap¨ªtulo del debate que nos ha dividido en los ¨²ltimos 10 a?os, sino el primer cap¨ªtulo de una nueva historia. Se trata de tener buenas reglas para la pospandemia y la transici¨®n clim¨¢tica. Para eso veo tres puntos principales. Primero, simplificaci¨®n. Las reglas son muy complicadas y frecuentemente basadas en criterios no observables. Alguno de los que trabajan con ellas las compara con la Sagrada Familia. Segundo, inversi¨®n. Tenemos una necesidad extraordinaria en las siguientes d¨¦cadas de inversiones p¨²blicas. Solo para la transici¨®n clim¨¢tica estimamos unos 500.000 millones de euros anuales hasta 2030. Y tercero, tras la pandemia tenemos un nivel muy alto de deuda, 100% en la zona euro. El Tratado de Maastricht dice que debe ser el 60%. Nosotros no queremos cambiar el tratado, pero la senda de reducci¨®n de la deuda [una rebaja anual de un veinteavo de la cantidad que exceda ese 60%] debe ser m¨¢s realista.
P. ?C¨®mo va a convencer a los llamados pa¨ªses frugales (Holanda, Austria, Suecia)?
R. Hay diferentes opiniones, s¨ª, pero todos saben de la dificultad de seguir la senda de deuda marcada. Y todo el mundo sabe de la gran necesidad de inversi¨®n. Habr¨¢ discusiones largas, por supuesto, y necesitamos un acuerdo de todos los Estados. Para algunos cambios no har¨ªa falta unanimidad, pero de facto necesitamos un consenso general.
P. En Espa?a, la llegada del fondo europeo de recuperaci¨®n Next Generation EU est¨¢ supeditada a las reformas laboral y de pensiones. ?C¨®mo ve los pasos que se est¨¢n dando y las negociaciones con los agentes sociales?
R. Ambas reformas son muy importantes. El mercado laboral ha sido tradicionalmente un problema en Espa?a, con muchas diferencias entre los trabajadores m¨¢s protegidos y los que menos. Y la reforma de las pensiones tambi¨¦n es necesaria. El camino elegido por Espa?a de negociar con los agentes sociales es una buena decisi¨®n. Pero esto no supone que las negociaciones est¨¦n abiertas sine die. Pasado un tiempo el Gobierno debe decidir. Y las decisiones sobre estas reformas deben cumplir el marco de lo que hemos pactado en Bruselas. El Consejo aprob¨® el plan con esas reformas y en pensiones pidi¨® que se garantice la sostenibilidad a medio y largo plazo; y en el mercado laboral, que la modernizaci¨®n de la negociaci¨®n colectiva y la reorganizaci¨®n de los contratos se haga logrando un equilibrio entre la seguridad y el dinamismo econ¨®mico. No es algo subjetivo. Son las decisiones del Consejo que acompa?aban la aprobaci¨®n del plan espa?ol que, por cierto, es el mayor en volumen de subvenciones, incluso m¨¢s que el italiano.
P. S¨¢nchez ha prometido derogar la reforma laboral aprobada con la presi¨®n de la Comisi¨®n Europea y el BCE. ?Cree que esto encaja con el plan pactado?
R. Nuestra evaluaci¨®n llegar¨¢ cuando tengamos las propuestas. S¨¦ que el Gobierno espa?ol es consciente de esto. Tenemos una buena cooperaci¨®n. El mensaje es que la estructura del plan ya est¨¢ definida. Lo que evaluaremos cuando tengamos las propuestas legislativas ser¨¢ c¨®mo funcionar¨¢ el mecanismo de solidaridad intergeneracional de las pensiones para asegurar la sostenibilidad y c¨®mo se equilibrar¨¢ la seguridad laboral con la flexibilidad.
P. El Presupuesto espa?ol se basa en unas previsiones m¨¢s optimistas que las del FMI o las de la Comisi¨®n Europea. ?Es realista?
R. No puedo hablar de nuestras previsiones, las publicaremos en tres semanas. Pero por los datos de que disponemos, podr¨ªa haber una correcci¨®n positiva sobre las previsiones anteriores, como hizo el FMI la semana pasada. El segundo trimestre fue muy bueno en la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos, especialmente en los que hubo una profunda recesi¨®n en 2020. Y el tercero podr¨ªa ser tambi¨¦n positivo, tal vez no al mismo nivel en toda Europa, pero positivo.
P. Hay bastante consenso en que la inflaci¨®n bajar¨¢, que este nivel alto es temporal. ?Est¨¢ usted seguro?
R. Nadie puede decir que s¨ª a la pregunta ¡®?Est¨¢ seguro?¡¯, pero he tenido reuniones en Washington, no solo con ministros, tambi¨¦n con banqueros centrales (Estados Unidos, Jap¨®n, China, etc¨¦tera) y la opini¨®n m¨¢s extendida es que esto es un efecto colateral en una situaci¨®n sin precedentes, como es el gran rebote tras la recesi¨®n m¨¢s profunda sufrida en 90 a?os. La fuerza de este rebote es un factor de la escasez de gas y su impacto en los precios de la energ¨ªa, de la falta de semiconductores y sus consecuencias en la industria, el incremento de los precios inmobiliarios. El consenso mayoritario dice que, por ahora, esto no se ha trasladado a los salarios, algo que es menos temporal y que afecta tambi¨¦n a los precios.
P. ?Por qu¨¦?
R. Hace a?o y medio esper¨¢bamos una ola de bancarrotas y desempleo masivo en toda Europa. Reaccionamos e inyectamos mucho dinero, el equivalente al 19% del PIB, y ahora hay menos quiebras que en los ¨²ltimos a?os y un mercado de trabajo lleno de contradicciones. Hay ¨¢reas con mucho desempleo, especialmente en los empleos precarios, y, al mismo tiempo, hay sectores en los que no se encuentran trabajadores.
P. ?Y en esos la soluci¨®n ser¨ªa pagar sueldos m¨¢s altos, como dijo Biden?
R. No est¨¢ muy claro si en los sectores donde hay pleno empleo va a crecer la demanda de trabajadores. Eso presionar¨ªa a los salarios al alza. Esta es la situaci¨®n en algunos sectores. Pero, ?es temporal? ?Qu¨¦ observamos en el transporte por carretera o el turismo? ?Es consecuencia del confinamiento o un cambio estructural? No digo que ignoremos lo que pasa. Hay que vigilarlo. Pero sin reaccionar demasiado r¨¢pido o sobrerreaccionar. Ser¨ªa un error. No debemos volver a un ciclo negativo, endureciendo el clima financiero. Eso pas¨® en la crisis pasada y no nos lo podemos permitir por la necesidad de la transici¨®n clim¨¢tica. Una doble recesi¨®n ser¨ªa muy, muy peligrosa.
P. ?Tampoco hay que sobrerreaccionar con la crisis energ¨¦tica?
R. En este caso no sobrerreaccionar es no culpar a la transici¨®n clim¨¢tica o a las renovables, sino entender las causas de la crisis, que son un mix entre la velocidad de la recuperaci¨®n, que ha provocado el aumento de la demanda de gas, y geopol¨ªtica. Hay que reaccionar con fuerza y tan pronto como sea posible. No hacerlo es peligroso porque puedes mandar el mensaje de que la transici¨®n energ¨¦tica es el problema. Y no lo es, es la soluci¨®n. La Comisi¨®n ya ha puesto sobre la mesa una serie de herramientas y varios Gobiernos est¨¢n tomando medidas. Tambi¨¦n est¨¢n las decisiones del Consejo Europeo. Y, adem¨¢s, hay un par de grandes asuntos que hemos planteado para el medio plazo, como son las reservas estrat¨¦gicas comunes de gas y la compra conjunta de gas, que veremos si hay que acelerar.
P. ?Qu¨¦ papel debe jugar la energ¨ªa nuclear durante la transici¨®n energ¨¦tica?
R. Esto es una discusi¨®n abierta y la Comisi¨®n debe decidir. Mi opini¨®n personal es que si eliminamos el carb¨®n, har¨¢ falta energ¨ªa nuclear por lo menos durante la transici¨®n. No basta con las renovables, que son las energ¨ªas del futuro. Pero una cosa es que no puedas prescindir de estas energ¨ªas como el gas y la nuclear durante la transici¨®n y otra que inviertas mucho en ellas. El debate es, ?debemos invertir sustancialmente [en nuclear] ahora? ?Hay razones comerciales o de seguridad a largo plazo para esa inversi¨®n?
P. En unas semanas podr¨ªa haber un canciller socialdem¨®crata en Alemania, ?cambia eso la atm¨®sfera econ¨®mica?
R. No tengo una experiencia previa aqu¨ª con un canciller socialdem¨®crata, pero puedo decir que en los ¨²ltimos a?os, el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, siempre ha tenido un papel pragm¨¢tico y mediador en el Eurogrupo y en el Ecofin. Seguro que esta ser¨¢ su actitud si es canciller.