Yolanda D¨ªaz: ¡°Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas las resistencias¡±
La coalici¨®n de Gobierno cruje por la tensi¨®n con Batet y su lado m¨¢s sensible: la pol¨ªtica econ¨®mica. La ministra de Trabajo mantiene el pulso y garantiza ante CC OO la reforma
Yolanda D¨ªaz mantiene firme el pulso que se inici¨® este viernes con la convocatoria de la comisi¨®n de crisis de la coalici¨®n. Pedro S¨¢nchez confirm¨® que respalda a Nadia Calvi?o en su intento de tomar el control de la negociaci¨®n de la reforma laboral. En la clausura del congreso de CC OO, el sindicato del que fue dirigente el padre de D¨ªaz, Suso, la vicepresidenta segunda ha dejado muy claro que mantiene el compromiso de la derogaci¨®n de la reforma laboral que est¨¢ firmado en el acuerdo de Gobierno PSOE-Unidas Podemos. ¡°Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas las resistencias, que las hay y son muchas, compa?eros¡±, ha dicho este s¨¢bado ante un p¨²blico entusiasmado que le gritaba: ¡°Presidenta, presidenta¡±. ¡°Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas aquellas personas que, est¨¦n donde est¨¦n, jam¨¢s han querido derogar ni alterar el modelo de relaciones de precariedad que ha impuesto unilateralmente la derecha en este pa¨ªs¡±, ha a?adido en un mensaje que podr¨ªa estar dirigido a la propia Calvi?o, que siempre ha rechazado la idea.
De hecho, la propia D¨ªaz evitaba en los ¨²ltimos meses la palabra ¡°derogar¡± para ir al fondo del asunto, que son las reformas concretas, en especial en la negociaci¨®n colectiva y una especie de reequilibrio de fuerzas a favor de los trabajadores. Pero este s¨¢bado ha recuperado el t¨¦rmino como muestra de que est¨¢ dispuesta a mantener el pulso que ya no es con Calvi?o, sino directamente con S¨¢nchez. El presidente hab¨ªa endurecido su discurso en este asunto el pasado domingo, cuando dijo en el congreso del PSOE: ¡°Avanzaremos poniendo punto final a leyes como la ley mordaza y la reforma laboral del PP, impuestas y sin acuerdos, que precarizaron los contratos y devaluaron los salarios¡±. Pero cuatro d¨ªas despu¨¦s, S¨¢nchez orden¨® a Calvi?o que enviara una comunicaci¨®n a Trabajo para anunciarle que en la negociaci¨®n entraban otros cuatro ministerios (Econom¨ªa, Hacienda, Inclusi¨®n y Educaci¨®n) y que ser¨ªa la vicepresidenta primera la que se encargar¨ªa de la coordinaci¨®n, apartando as¨ª a D¨ªaz. Ah¨ª empez¨® la crisis.
Todo el discurso de D¨ªaz en CC OO parec¨ªa un aviso claro a su socio de Gobierno de que ella sigue adelante, y para eso ha pedido el apoyo de los sindicatos. D¨ªaz ha garantizado varias veces ante los sindicalistas ese compromiso, en contraposici¨®n con aquellos ¡°que dicen una cosa y hacen la otra¡±, otra clara referencia a sus socios socialistas. ¡°Ahora tocan hechos y no palabras. La ciudadan¨ªa no quiere la pol¨ªtica del que no cumple, que dice una cosa y hace la otra. En esos hechos me encontrar¨¦is. Mi compromiso con el nuevo pa¨ªs que avanza es total. Derogar la reforma laboral del PP es defender nuestra democracia y nuestro Estado del bienestar. Es lo que vamos a hacer. Vamos a culminar esta tarea que adem¨¢s est¨¢ ya avanzada¡±, ha insistido despu¨¦s de recordar que la negociaci¨®n ya est¨¢ muy adelantada, que llevan meses de reuniones ¨Ddesde el 17 de marzo¨D y garantizar a los sindicatos que ese trabajo no quedar¨¢ en nada.
Ese es uno de los reproches principales de Unidas Podemos a este ¨²ltimo movimiento de S¨¢nchez y Calvi?o, que reclaman que D¨ªaz consens¨²e la reforma con otros cuatro ministerios en manos del PSOE antes de seguir negociando: que ser¨ªa como echar por tierra todo el trabajo realizado estos meses con sindicatos y empresarios y que, seg¨²n D¨ªaz, ¡°ya estaba en su fase final¡±. Desde La Moncloa se argumenta que una reforma tan relevante antes tiene que contar con el aval de todo el Gobierno, pero el pulso aqu¨ª es para ver qui¨¦n dirige esas negociaciones ahora, si contin¨²a D¨ªaz o pasan a manos de Calvi?o, y hasta d¨®nde se puede llegar en ellas, tambi¨¦n con la atenta mirada de Bruselas.
Una crisis que viene de lejos
La crisis entre los dos socios del Ejecutivo es esta vez muy de fondo. De hecho todos los caminos de la primera coalici¨®n de Gobierno desde la II Rep¨²blica espa?ola conducen a un edificio sobre la Castellana que se dise?¨® precisamente en esos tormentosos a?os treinta: los Nuevos Ministerios, que desde el cielo recuerdan vagamente a la hoz y el martillo comunistas, y en el centro, a la altura de la empu?adura del martillo, tienen la gran joya de la corona de Unidas Podemos: el Ministerio de Trabajo.
La primera negociaci¨®n para formar Gobierno en 2019 entre el PSOE y Unidas Podemos fracas¨® por muchas cosas, pero una de las m¨¢s importantes es que los socialistas no quer¨ªan entregar el Ministerio de Trabajo al grupo de Pablo Iglesias. ¡°Un Gobierno socialista nunca os dar¨¢ las pol¨ªticas de empleo teniendo el triple de esca?os que vosotros. Trabajo y Transici¨®n Ecol¨®gica no las vamos a soltar. Son las que le dan todo el sentido a este Gobierno¡±, lleg¨® a decir Carmen Calvo en las negociaciones con Pablo Echenique. Los socialistas nunca llegaron a ofrecerlo. Iglesias insist¨ªa. Ya entonces pensaba en Yolanda D¨ªaz para ese puesto.
La negociaci¨®n de julio fracas¨®, y en noviembre, despu¨¦s del fiasco de la repetici¨®n electoral, en la que el PSOE se dej¨® tres esca?os y Unidas Podemos siete, S¨¢nchez lo tuvo claro: si quer¨ªa una negociaci¨®n r¨¢pida, ten¨ªa que ceder Trabajo. Pero eso s¨ª, antes de hacerlo desgaj¨® el ministerio: le quit¨® la Seguridad Social (las delicad¨ªsimas pensiones) y la inmigraci¨®n, y lo dej¨® listo para D¨ªaz. Iglesias acept¨® enseguida.
Los dem¨¢s ministerios de Unidas Podemos, incluida su vicepresidencia social, estaban casi vac¨ªos de competencias. Pero Trabajo bien val¨ªa una coalici¨®n. El salario m¨ªnimo, la relaci¨®n con sindicatos y patronal, darle la vuelta a la reforma laboral parec¨ªan suficiente premio. Iglesias llam¨® a D¨ªaz: ¡°Prep¨¢rate porque vas a ser ministra de Trabajo¡±. A partir de ah¨ª, el PSOE y Unidas Podemos tardaron un mes en negociar el acuerdo de Gobierno. Y el punto m¨¢s conflictivo fue precisamente la reforma laboral. Unidas Podemos no se fiaba y por eso se redact¨® todo con precisi¨®n, se discuti¨® cada palabra: ¡°Derogaremos las limitaciones al ¨¢mbito temporal del convenio colectivo, haci¨¦ndolo llegar m¨¢s all¨¢ de las previsiones contenidas en el mismo, tras la finalizaci¨®n de su vigencia y hasta la negociaci¨®n de uno nuevo¡±. ¡°Derogaremos la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales¡±.
Pero una parte muy importante del Gobierno, en especial Nadia Calvi?o, nunca vio nada claro lo que pon¨ªa en ese papel. La vicepresidenta primera rechaza desde el primer momento la palabra ¡°derogaci¨®n¡±. De hecho fue ella la que forz¨® una rectificaci¨®n en plena pandemia, cuando Adriana Lastra, con autorizaci¨®n de La Moncloa, hab¨ªa firmado un acuerdo con Bildu para que votara a favor de una pr¨®rroga del estado de alarma que inclu¨ªa la promesa de ¡°derogar la reforma laboral¡±.
Para Calvi?o, una tecn¨®crata formada en la escuela de la ¨¦lite tecn¨®crata de Bruselas y con un estrecho contacto con el mundo empresarial, ha sido clave en todo momento dejar claro que ella dirige la pol¨ªtica econ¨®mica. Y S¨¢nchez siempre la ha acompa?ado en eso. Cuando Pablo Iglesias sali¨® del Gobierno para ser candidato en Madrid, la l¨®gica pol¨ªtica indicaba que D¨ªaz ser¨ªa vicepresidenta segunda, como ¨¦l, y Calvi?o tercera. Estaba pr¨¢cticamente cerrado. Pero Calvi?o dijo que no pod¨ªa quedar subordinada a la ministra de Trabajo porque entonces no podr¨ªa dirigir la pol¨ªtica econ¨®mica. S¨¢nchez hizo a D¨ªaz que eligiera: renunciar a Trabajo o ser vicepresidenta tercera. D¨ªaz ni lo dud¨®: la joya es Trabajo, el orden es lo de menos.
La crisis, por tanto, se ha ido larvando poco a poco, mientras D¨ªaz iba ocupando cada vez m¨¢s espacio pol¨ªtico y mejorando sus resultados en las encuestas, hasta el punto de estar ligeramente por encima de la valoraci¨®n del presidente del Gobierno.
En este contexto, y justo cuando la coalici¨®n viv¨ªa un momento dulce porque acaba de subir el salario m¨ªnimo, pactar los Presupuestos y la ley de vivienda, el Gobierno cruje por su lado m¨¢s sensible: la pol¨ªtica econ¨®mica y la reforma laboral. Eso explica que, a primera hora de la ma?ana, Ione Belarra anunciara algo que Unidas Podemos no hab¨ªa hecho nunca: exig¨ªa la convocatoria de urgencia del comit¨¦ de crisis de la coalici¨®n para asegurar ¡°que se cumple el acuerdo de Gobierno en materia de reforma laboral y la no injerencia en competencias laborales¡±, seg¨²n fuentes de la formaci¨®n. Y tambi¨¦n que Pedro S¨¢nchez, por la tarde, respaldara claramente que sea Nadia Calvi?o quien coordine las negociaciones de la reforma laboral: ¡°Es una ley del Gobierno. Todos los ministerios tienen que colaborar. Esa es la petici¨®n y la orden que he dado. No es intervenir, es aportar, es colaborar¡±.
Por si este asunto fuera poco sensible, Unidas Podemos decidi¨® este viernes adem¨¢s querellarse por prevaricaci¨®n contra la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, por su decisi¨®n de retirar el esca?o al diputado Alberto Rodr¨ªguez, un hombre cercano a Iglesias. El grupo de D¨ªaz estaba convencido de que el PSOE resolver¨ªa esta situaci¨®n y evitar¨ªa la ca¨ªda de Rodr¨ªguez, pero Batet tom¨® la decisi¨®n final. Nunca hasta ahora en los conflictos entre las dos formaciones se hab¨ªa llegado al punto de emprender acciones judiciales contra una dirigente de uno de los socios. La iniciativa eleva la tensi¨®n al m¨¢ximo. Los principales miembros de Podemos tomaron la decisi¨®n de querellarse contra Batet, sin que hubiesen sido consultados antes otros dirigentes de la coalici¨®n, entre ellos la propia Yolanda D¨ªaz.
La ministra de Trabajo y su equipo llevan meses negociando la reforma laboral con patronal y sindicatos, pero S¨¢nchez acaba de dar un golpe en la mesa para dejar claro que ella no la dirigir¨¢ en solitario. Antes tiene que pactarla con cuatro ministerios en manos de los socialistas, y sobre todo con Calvi?o, que tiene una visi¨®n muy diferente en este asunto, como en casi todos.
Nadie en el sector socialista ni en el de Unidas Podemos quiere plantearse el escenario de una ruptura que no conviene a ninguno de los dos y que podr¨ªa ser desastrosa desde el punto de vista electoral justo cuando la derecha se est¨¢ reunificando y rearmando ante el hundimiento de Ciudadanos. Pero tampoco se imaginan bien c¨®mo se puede resolver una crisis de este calibre. Los socialistas insisten en que Unidas Podemos est¨¢ sobreactuando para marcar perfil propio en un asunto sensible y al final todo quedar¨¢ en nada porque no es tan dif¨ªcil pactar la reforma laboral. Pero en Unidas Podemos mandan mensajes muy negativos sobre la maniobra de S¨¢nchez, que en su visi¨®n ha intervenido directamente a D¨ªaz en el asunto m¨¢s relevante de su ministerio.
Los socialistas se?alan que S¨¢nchez solo pretende que haya un pacto interno en el Gobierno antes de rematar la negociaci¨®n con sindicatos y patronal. Unidas Podemos contesta que D¨ªaz ten¨ªa ya la negociaci¨®n muy armada y estaba informando de todo a los dem¨¢s ministerios, incluido Econom¨ªa. Y se pregunta por qu¨¦ Inclusi¨®n s¨ª puede negociar la reforma de las pensiones sin intervenci¨®n directa de Trabajo, por ejemplo, pero al rev¨¦s no se puede hacer. La sospecha de que esto es un movimiento pol¨ªtico para frenar el ascenso medi¨¢tico y pol¨ªtico de D¨ªaz est¨¢ muy extendida en Unidas Podemos, mientras desde La Moncloa desmienten esta idea y se?alan que se trata de una organizaci¨®n normal del Gobierno en una ley muy sensible, como explic¨® S¨¢nchez en Bruselas.
A ello se suma ahora la tensi¨®n con la presidenta del Congreso. Despu¨¦s de la querella por prevaricaci¨®n anunciada por Podemos ¡ªy no pactada ni con D¨ªaz ni con los otros socios de los comunes¡ª los socialistas, que en principio hab¨ªan presionado para que Rodr¨ªguez no perdiera el esca?o, salieron oficialmente a respaldar la decisi¨®n de Batet, lo que implica otra fractura importante dentro de la coalici¨®n. Aun as¨ª, el ¨²nico que puede querellarse es Rodr¨ªguez, no Podemos como partido, as¨ª que ahora ambos grupos intentar¨¢n reconducir por ah¨ª la situaci¨®n. Solo una semana despu¨¦s de que S¨¢nchez y D¨ªaz se fotografiaran felices en La Moncloa por el pacto de los segundos Presupuestos de la coalici¨®n, que seg¨²n el presidente reforzaban el Gobierno y consolidaban el horizonte de agotar la legislatura dentro de dos a?os, retumba la primera gran crisis sin Pablo Iglesias en el Gobierno. Ya le pas¨® a Mariano Rajoy, que una semana antes de caer en una moci¨®n de censura estaba celebrando que hab¨ªa aprobado los Presupuestos que le dar¨ªan dos a?os de estabilidad. Como siempre desde 2015, en la pol¨ªtica espa?ola ning¨²n an¨¢lisis ni cr¨®nica period¨ªstica aguanta una semana sin quedar desfasada. Probablemente esta tampoco.
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