La pandemia dispara la desigualdad en todo el mundo
El 10% de la poblaci¨®n m¨¢s rica concentra ya el 52% de las rentas y el 76% de la riqueza del planeta, mientras que el 50% m¨¢s pobre solo capta el 8% de los ingresos y el 2% del patrimonio
Un mundo m¨¢s desigual es el legado inmediato de la pandemia. La brecha entre ricos y pobres sigui¨® creciendo entre 2019 y 2021, cuando la covid-19 impuso un abrupto par¨¦ntesis a la etapa de crecimiento que viv¨ªa la econom¨ªa global. En la c¨²spide de la pir¨¢mide, un reducido y selecto club de multimillonarios ¨Cel 0,001% de la poblaci¨®n¨C vio c¨®mo sus fortunas crec¨ªan un 14%. En una ampl¨ªsima base, 100 millones de personas m¨¢s se ve¨ªan abocadas a la extrema pobreza. Seg¨²n un macroestudio elaborado por el World Inequality Lab al que ha tenido acceso EL PA?S, en los ¨²ltimos dos a?os se ha producido una aceleraci¨®n del proceso de concentraci¨®n de las rentas y la riqueza que arranc¨® en la d¨¦cada de los ochenta. ¡°Observamos un mundo todav¨ªa m¨¢s polarizado: la covid ha amplificado el fen¨®meno del ascenso de los multimillonarios y ha dejado m¨¢s pobreza¡±, afirma Lucas Chancel, que ha liderado la investigaci¨®n.
El prestigioso laboratorio de ideas franc¨¦s (codirigido por Lucas Chancel, Thomas Piketty, Emmanuel Saez y Gabriel Zucman), pone negro sobre blanco otro a?o m¨¢s en el proceso de desigualdad de rentas y riqueza, que se agudiz¨® a ra¨ªz de la oleada de pol¨ªticas desreguladoras y privatizadoras de los a?os ochenta. Ese fue el comienzo. En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, la distancia entre los ingresos del trabajo y el capital que percibe el 10% m¨¢s rico de la poblaci¨®n y el 50% m¨¢s pobre se ha duplicado. Y la concentraci¨®n de la riqueza ha llegado a una cuota ¡°extrema¡±, puesto que el 10% m¨¢s poderoso posee ya tres cuartas partes de todo el patrimonio mundial. El coronavirus no ha truncado esa tendencia. M¨¢s bien al contrario: ha acelerado ese proceso hasta llegar a una suerte de nueva belle ¨¦poque para las ¨¦lites de todo el mundo, puesto que la desigualdad entre los de arriba y los de abajo nunca hab¨ªa sido tan grande desde comienzos del siglo XX. ¡°No se observa que el proceso iniciado a comienzos de los ochenta haya cambiado hasta ahora. M¨¢s bien se mantiene esa tendencia y lo que cabe esperar es que se haya acentuado, en particular en 2020¡±, sostiene Luis Bauluz, investigador del World Inequality Lab.
La globalizaci¨®n se present¨® como una oportunidad para recortar las desigualdades entre pa¨ªses. Y en realidad, lo fue: ascendieron nuevas potencias como China, India o Brasil. Pero las desigualdades dentro de las naciones siguieron ensanch¨¢ndose: la c¨²spide de la pir¨¢mide de todos los pa¨ªses sigue nadando en la abundancia. ¡°En el capitalismo moderno, el grupo de ingresos de un individuo (si pertenece al 50% de abajo o al 1% de arriba) importa m¨¢s que su nacionalidad para determinar los niveles de desigualdad global¡±, apunta el informe. Los 517 millones de ciudadanos que est¨¢n entre el 10% m¨¢s rico captan el 52% de los 86 billones de euros que se reparten en rentas y el 76% del enorme pastel de 510 billones que constituye la riqueza mundial. A su vez, la mitad de la poblaci¨®n sigue lidiando con la escasez. Y buena parte de ellos, con la pobreza. El 50% de los habitantes adultos del planeta (2.500 millones de personas) solo es capaz de captar el 8% de las rentas y apenas el 2% de la riqueza. El informe constata, adem¨¢s, una regla: cuanto m¨¢s rico es un ciudadano, m¨¢s crece su riqueza. Desde los a?os noventa, el 0,01% m¨¢s rico vio c¨®mo crec¨ªa un 5% cada a?o; el 0,001%, un 5,9%, y el 0,00001%, un 8,1%. ¡°Una cosa es segura: si las tasas de desigualdad de las ¨²ltimas d¨¦cadas siguen en el futuro, entonces la desigualdad global continuar¨¢ increment¨¢ndose hasta alcanzar niveles enormes¡±, a?ade el estudio.
Reducci¨®n de la pobreza en EE UU y Europa
Esa t¨®nica se repite en todas las regiones del mundo, aunque algunas han experimentado mayores incrementos de las desigualdades desde los a?os ochenta (Estados Unidos, Rusia e India) que otras (Europa y China). Todav¨ªa es pronto para ver todas las cicatrices que ha dejado la pandemia, pero algunas ya son patentes. El Banco Mundial estima que los sucesivos brotes de covid-19 han engrosado en 100 millones el n¨²mero de ciudadanos que se hallan en extrema pobreza, hasta los 711 millones, en especial en ?frica y Asia. Y mientras eso suced¨ªa, un pu?ado de multimillonarios, el 0,001% de la poblaci¨®n, increment¨® su riqueza en un 14%. Algunos estudios se?alan ya c¨®mo en Francia aquellos con m¨¢s rentas y patrimonio aprovecharon para ahorrar y soltar lastre y reducir sus deudas, mientras que los m¨¢s pobres se ve¨ªan obligados a pedir pr¨¦stamos para capear el temporal.
Sin embargo, no todo son malas noticias. La pandemia ha obligado a multitud de pa¨ªses a tender redes de protecci¨®n para sus ciudadanos. En Estados Unidos, el estallido de la pandemia se ceb¨® desproporcionadamente con los ciudadanos m¨¢s vulnerables. Las tasas de empleo cayeron un 37%. ¡°Y, sin embargo, vimos que no se produjo un aumento de la pobreza. Justo lo contrario: hubo un descenso¡±, destaca Chancel. La actuaci¨®n de la Administraci¨®n mediante gasto y transferencias sociales no solo protegi¨® a esos ciudadanos, sino que permiti¨® reducir las tasas de pobreza entre 2020 y 2021 en un 45% en comparaci¨®n con 2018. En total, 20 millones de personas escaparon de esa situaci¨®n de vulnerabilidad. ¡°?Qu¨¦ significa eso? Que las pol¨ªticas sociales son efectivas, que podemos reducir la extrema pobreza en los pa¨ªses ricos. Y esto enfatiza un mensaje clave: la desigualdad y su reducci¨®n no es una cuesti¨®n de limitaciones econ¨®micas, sino que es una elecci¨®n pol¨ªtica sobre el tipo de sociedad en el que queremos vivir¡±, a?ade el economista. Esas ayudas, no obstante, no fueron suficientes para reducir las desigualdades a causa de la elevada tasa con la que crecieron los ingresos y el patrimonio de los m¨¢s ricos.
La pandemia s¨ª ha acelerado otro proceso que se ven¨ªa produciendo desde la crisis financiera de 2008: la p¨¦rdida de la riqueza del sector p¨²blico en favor del privado. Los Estados ya ven¨ªan perdiendo patrimonio en los ¨²ltimos 50 a?os, de modo que en pa¨ªses como EE UU o el Reino Unido (o Espa?a) toda la riqueza era privada. ¡°Los gobiernos hoy son mucho m¨¢s pobres que hace 40 a?os. Es una tendencia secular que observamos: el sector p¨²blico se empobrece y el privado se enriquece¡±, resalta Chancel. La pandemia ha agudizado ese proceso, puesto que los gobiernos han protegido a sus ciudadanos elevando sus d¨¦ficits p¨²blicos y endeud¨¢ndose a gran escala, hasta llegar a niveles r¨¦cord. Y ese incremento de la deuda ha erosionado todav¨ªa m¨¢s al sector p¨²blico.
Ese fen¨®meno lleva a la siguiente pregunta: ?Qui¨¦n pagar¨¢ esa deuda? La futura recomposici¨®n de las finanzas p¨²blicas empieza a mover el debate sobre las posibles salidas que podr¨ªa haber sobre la mesa: desde restructuraciones, hasta ajustes presupuestarios o el efecto de la inflaci¨®n. En plata: si se regresar¨¢ a planes de austeridad, como los que hubo hace una d¨¦cada, que ahondaron en las desigualdades. ¡°Est¨¢ todo abierto. No sabemos si habr¨¢ m¨¢s impuestos sobre el consumo, si se reducir¨¢n servicios p¨²blicos, lo cual afectar¨¢ a los grupos de ingresos bajos¡ Ser¨ªa l¨®gico que se pidiera m¨¢s a los m¨¢s ricos en lugar de exigir a las nuevas generaciones, que son las que han sufrido m¨¢s esta crisis¡±, remacha Chancel.
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