Argentina se enreda en la negociaci¨®n con el FMI a dos meses de un pago que no puede afrontar
El Gobierno de Fern¨¢ndez, que debe pagar 3.500 millones en marzo, rechaza el ajuste fiscal exigido mientras no logra el apoyo de la oposici¨®n a las conversaciones
Las negociaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pasan por un mal momento. El tiempo se acaba para el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez, y las reticencias de algunos accionistas del Fondo, como Estados Unidos, a aceptar la oferta para un acuerdo atentan contra las urgencias de Buenos Aires. En marzo, el pa¨ªs sudamericano debe pagar al FMI 3.588 millones de d¨®lares de los 19.115 millones que vencen durante este a?o; no tiene ese dinero. El Ejecutivo argentino ha admitido por primera vez desde el inicio de las conversaciones que el organismo multilateral exige un ajuste fiscal mayor del que est¨¢ dispuesto a realizar. Al mismo tiempo, la oposici¨®n pol¨ªtica evitar dar su apoyo a las negociaciones y no concede la foto de unidad interna que Fern¨¢ndez pretende exhibir en Washington.
El Gobierno de Argentina lleva dos a?os de negociaciones con el FMI para posponer el pago de los 44.000 millones de d¨®lares que el presidente Mauricio Macri recibi¨® en 2018 como salvataje financiero. La suma, la mayor jam¨¢s concedida por el Fondo a un pa¨ªs, deb¨ªa generar la confianza suficiente para que el pa¨ªs saliese del atolladero econ¨®mico en el que se encontraba hace tres a?os, cuando los prestamistas privados cerraron el grifo de d¨®lares. Desde entonces, las cosas solo han empeorado. Un a?o despu¨¦s de recibido el dinero, Macri debi¨® admitir que no podr¨ªa devolverlo en los plazos acordados. Cuando en diciembre de 2019 entreg¨® el poder al peronista Fern¨¢ndez, el pa¨ªs estaba en cesaci¨®n de pagos. Fern¨¢ndez acord¨® a principios de 2020 con los acreedores privados un nuevo cronograma y una reducci¨®n de intereses para cancelar una deuda de 67.000 millones de d¨®lares. Y anunci¨® que poco despu¨¦s habr¨ªa tambi¨¦n un acuerdo con el FMI. Pero las cosas no ha sido tan f¨¢ciles como se esperaban.
Hace una semana, el ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, dec¨ªa en una entrevista con EL PA?S que Argentina estaba lista para firmar con el Fondo, pero que a¨²n faltaban ¡°los consensos internacionales necesarios para tener un acuerdo entre ambas partes¡±. Se refiri¨® as¨ª a algunos accionistas del FMI que, dijo, no ten¨ªan una comprensi¨®n cabal de los problemas que enfrentaba Argentina. Les pidi¨® entonces que hiciesen caso a la autocr¨ªtica que el organismo hab¨ªa hecho sobre los resultados del pr¨¦stamo concedido a Mauricio Macri, considerado un fracaso. Guzm¨¢n no nombr¨® en esa entrevista a Estados Unidos ¨C ¡°hay cuestiones que cada accionista debe decidir cu¨¢ndo hace p¨²blicas¡±, dijo- pero d¨ªas despu¨¦s desde el ministerio apuntaron directamente contra Washington.
Complicado el frente externo, la estrategia argentina se concentr¨® entonces en el frente interno. El presidente Fern¨¢ndez y el ministro Guzm¨¢n recibieron el mi¨¦rcoles a gobernadores y representantes de los 23 distritos del pa¨ªs y por primera vez dieron detalles de la negociaci¨®n. El ministro de Econom¨ªa fue claro: dijo que si no se hab¨ªa llegado a un acuerdo, era porque el FMI ped¨ªa m¨¢s ajuste del aceptable. ¡°Lo que piden es un programa de ajuste del gasto real versus tener un programa que le d¨¦ continuidad a esta recuperaci¨®n de la econom¨ªa. El sendero fiscal es el punto donde no hay acuerdo¡±, dijo. ¡°La palabra ajuste est¨¢ desterrada de la discusi¨®n, para nosotros el secreto es crecer¡±.
Guzm¨¢n no detall¨® la dimensi¨®n de la demanda del FMI. El porcentaje de d¨¦ficit fiscal exigido por el staff es un secreto que el ministro guarda con cuidado. S¨®lo se sabe que Argentina ofrece un rojo de 3% para este a?o y equilibrio fiscal primario para 2027. El FMI pide que ese equilibrio se alcance en 2025, en l¨ªnea con lo que en su momento exigi¨® a Ecuador.
Cuando Ecuador acord¨® con el FMI en agosto 2020, se comprometi¨® a un super¨¢vit de 0,1% en 2024. Es posible que no se le exija mucho m¨¢s a Argentina. El problema es que la segunda mayor econom¨ªa sudamericana arrastra otros desequilibrios preocupantes. Sin cr¨¦dito externo, no tiene muchas armas para financiar el d¨¦ficit, cualquiera sea. Hasta ahora lo ha hecho con emisi¨®n monetaria, una estrategia que atenta contra el valor del peso y promueve la inflaci¨®n, que este a?o cerrar¨¢ por encima del 50%. Los desajustes han generado un descalabro en el frente financiero, donde la cotizaci¨®n oficial del d¨®lar frente al peso es la mitad que en el mercado negro o paralelo. La ¡°brecha cambiaria¡±, como la llaman en Argentina, es una preocupaci¨®n para el FMI, porque cerrarla implicar¨ªa una devaluaci¨®n del peso.
Como un malabarista que lanza naranjas al aire, Guzm¨¢n intenta cada d¨ªa que ninguna caiga. Cerrar un acuerdo con el FMI es por ahora la principal estrategia para llevar calma a la agitada econom¨ªa nacional. La oferta Argentina ¡°esta lista¡±, como dijo Guzm¨¢n a EL PA?S, pero para destrabar el acuerdo es necesario ahora tomar decisiones pol¨ªticas.
Las tres ¨²ltimas semanas fueron fren¨¦ticas en Buenos Aires. El viernes 17 de diciembre, el Gobierno tuvo que asimilar la derrota de su proyecto de ley de Presupuesto en el Congreso. La oposici¨®n, que era Gobierno cuando el FMI otorg¨® el cr¨¦dito ahora impagable, utiliz¨® su nueva mayor¨ªa en Diputados para mandar a un caj¨®n una ley fundamental para las negociaciones. Demostr¨® as¨ª su poder de fuego, pero dej¨® a la Casa Rosada en una situaci¨®n de m¨¢xima vulnerabilidad en Washington. ¡°El efecto que tuvo fue generar cierto da?o institucional a Argentina, que no es bueno¡±, se quej¨® entonces el titular de Econom¨ªa.
Una hoja de ruta para 2022
El presupuesto fallido de Guzm¨¢n daba una idea de la hoja de ruta para 2022: crecimiento del 4% del PIB (el producto subir¨¢ en 2021 alrededor de 10%), una inflaci¨®n del 33%, un d¨®lar para el pr¨®ximo diciembre a 131 pesos (hoy el oficial est¨¢ a 108 pesos), un d¨¦ficit fiscal de 3,5% y un incremento real del gasto social y una reducci¨®n de los subsidios energ¨¦ticos, principal fuente del rojo en las cuentas p¨²blicas. Es en ese ¡°incremento real¡± donde se juega la suerte del acuerdo. Argentina pretende que el d¨¦ficit se financie con el crecimiento de la econom¨ªa, una estrategia que mantendr¨ªa constante y hasta podr¨ªa permitir una subida de los gastos del Estado, al que Guzm¨¢n quiere como fuerza ¡°contrac¨ªclica¡±.
El FMI pretende, en cambio, que haya una bajada real del gasto, m¨¢s all¨¢ del crecimiento. ¡°Buscamos bajar el d¨¦ficit, pero poder al mismo tiempo jugar un rol contrac¨ªclico que apuntale la recuperaci¨®n. Este es un primer paso, va a llevar a?os solucionar la deuda con FMI¡±, dijo Guzm¨¢n en la reuni¨®n con gobernadores, la semana pasada.
Ese encuentro con los jefes territoriales deb¨ªa ser una exhibici¨®n de unidad, tras la debacle del Presupuesto en la C¨¢mara de Diputados, pero la ausencia de propios y ajenos le quit¨® lustre. Participaron s¨®lo 12 de los 24 gobernadores; el resto envi¨® representantes. Hubo, tambi¨¦n, un ausente de peso: el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, el principal aspirante a representar a la oposici¨®n en las presidenciales de 2023. La incomparecencia de Rodr¨ªguez Larreta, que no envi¨® siquiera a alguien en su nombre, abri¨® una brecha entre halcones y palomas en la oposici¨®n. En la v¨ªspera de la reuni¨®n, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, tambi¨¦n en la carrera para la Casa Rosada, dijo que su coalici¨®n era la responsable de la deuda con el FMI y deb¨ªa ir a la reuni¨®n ¡°al menos para escuchar¡± al ministro Guzm¨¢n.
El presidente Fern¨¢ndez, en cualquier caso, no ha logrado sumar voluntades en bloque, ni siquiera entre sus propias fuerzas. El kirchnerismo, motor de la alianza peronista que gobierna Argentina, se opone a cualquier ajuste fiscal que suponga un lastre para el crecimiento. Sin acuerdo en casa, la posibilidad de un pacto consensuado con el Fondo parece cada vez m¨¢s lejano.
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