Adi¨®s a la ¡°contra natura¡±
Los tipos de inter¨¦s negativos nunca fueron buena idea. ?Qu¨¦ pod¨ªa salir mal?
El fin de los tipos de inter¨¦s negativos parece estar m¨¢s cerca. El primer gran aviso lleg¨® en las ¨²ltimas horas, algo m¨¢s que simb¨®lico: el bund, el bono alem¨¢n con vencimiento a diez a?os que sirve de referencia para la renta fija europea volvi¨® a rentabilidades positivas, casi tres a?os despu¨¦s, cotizando al 0,025% (el martes hab¨ªa sido del -0,017%). El contexto es de rentabilidades al alza en los mercados globales de deuda p¨²blica y privada. El bono espa?ol se mueve ya holgadamente por encima del 0,7%, el nivel m¨¢s alto desde mayo de 2020. Los inversores se?alizan claramente que desean actuaciones m¨¢s contundentes de las autoridades monetarias ante el fuerte crecimiento de precios. Los recientes datos de inflaci¨®n de diferentes econom¨ªas solamente han servido para a?adir m¨¢s le?a al fuego de la preocupaci¨®n en los mercados por la inflaci¨®n.
Es ilustrativo que la Eurozona no haya podido ¡°salvar¡± esa vuelta a rentabilidades positivas a pesar de los anuncios del Banco Central Europeo de que no tocar¨¢ los tipos de inter¨¦s en 2022, en clara disonancia con Reserva Federal y Banco de Inglaterra. El dique que se pretend¨ªa mantener con un discurso m¨¢s contemporizador desde Fr¨¢ncfort no ha funcionado. Los tipos de inter¨¦s de la renta fija europea van claramente al alza tambi¨¦n. Desacoplarse de las consecuencias de las decisiones de la Reserva Federal va a ser tarea imposible. Es m¨¢s, a pesar de la insistencia del BCE de que mantendr¨¢ estrictamente su estrategia hasta 2023, el diario Financial Times se?alaba que los mercados est¨¢n ya descontando dos subidas de tipos oficiales ¡ªde 0,1% cada una¡ª del BCE antes de fin de a?o. 2022 empieza fuerte en lo financiero.
Los tipos de inter¨¦s negativos nunca fueron buena idea. ?Qu¨¦ pod¨ªa salir mal? No es algo natural pagar por prestar o cobrar por endeudarse. Ha hecho un da?o notable. Entre otros, a una generaci¨®n de ahorradores europeos. Se argumenta que fue un mal menor ante las consecuencias de la crisis financiera y de la deuda soberana de hace una d¨¦cada y luego se mantuvieron con la pandemia. Sin embargo, las distorsiones que ha generado en los mercados de cr¨¦dito perdurar¨¢n. Los gobiernos no han mantenido una adecuada disciplina fiscal. Hay muchas empresas zombi. Los endeudados ¡ªmuchos gobiernos y empresas¡ª se han beneficiado, pero lo que m¨¢s preocupa son los incentivos err¨®neos que se crearon, la falsa expectativa de que los mercados te financiar¨¢n siempre hagas lo que hagas. Los precios en econom¨ªa ¡ªel tipo de inter¨¦s es uno de los m¨¢s importantes¡ª deben dar se?ales correctas. Las rentabilidades negativas no las estaban dando.
La mayor paradoja parece estar en la Eurozona. El Banco Central Europeo no se plantea subir tipos, pero, a medio plazo, s¨ª que prev¨¦ reducir las compras de deuda, lo que incrementar¨ªa las primas de riesgo en medio del debate europeo sobre cu¨¢les deben ser las reglas fiscales del futuro y sobre c¨®mo mantener la credibilidad en el euro y los pa¨ªses que lo conforman. En Fr¨¢ncfort y Bruselas se van a enfrentar a disyuntivas tremendamente complejas en los pr¨®ximos meses.
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