Una econom¨ªa plagada de zombis
La crisis es el caldo de cultivo perfecto para que muchas compa?¨ªas sobrevivan sin ser rentables
Estaban aqu¨ª antes de que el virus comenzase a matar gente y se han hecho fuertes en la econom¨ªa. Las empresas zombis ¡ªhay media docena de definiciones seg¨²n quien las formule¡ª, que en esencia son firmas con rentabilidad negativa, bajas valoraciones crediticias o burs¨¢tiles, poco productivas y muy endeudadas que por alguna raz¨®n se resisten a morir con el paso de los a?os, pueden ser la pesadilla del futuro pospand¨¦mico. Porque ni caen en manos de competidores ni son capaces de pagar, con los escasos recursos que generan, los intereses de sus deudas. El Banco de Pagos Internacionales (BIS) ha alertado de que, si no se toman medidas, este ser¨¢ su gran momento, con Gobiernos desesperados inyectando liquidez para que el castillo de naipes social no se derrumbe.
No es un fen¨®meno nuevo: su espacio en la econom¨ªa se ha ensanchado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Si a finales de los ochenta se calculaba que el 4% de las firmas cotizadas de los pa¨ªses ricos estaba en esa situaci¨®n d¨¦bil, los muertos vivientes alcanzaron el 15% en 2017, seg¨²n un informe del organismo publicado este mes de septiembre.
El pr¨®ximo diciembre har¨¢ un a?o ¡ªparece que ha pasado una d¨¦cada¡ª de la presentaci¨®n por parte del gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, de un estudio que aseguraba que solo el 8% de las empresas espa?olas estaban en esa situaci¨®n (frente al 16% de 2013). La recuperaci¨®n posterior a la Gran Recesi¨®n, que trajo un r¨¢pido desapalancamiento del sector privado, parec¨ªa haber obrado el milagro pese a que el FMI advert¨ªa a menudo a Espa?a sobre esta cuesti¨®n. Pandemia de por medio, en uno de sus ¨²ltimos boletines de coyuntura el regulador nacional ha visto c¨®mo el porcentaje de empresas con rentabilidad negativa ha pasado del 28% de enero al 39% en junio de 2020. Las alarmas se han vuelto a disparar, aunque eso no signifique necesariamente que cuatro de cada diez empresas sean zombis, ya que pueden estar en p¨¦rdidas de forma coyuntural.
Juan Fern¨¢ndez de Guevara, del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE), ha estudiado con detenimiento el tema y recuerda que esas empresas ¡°no rentables¡± tienen ahora un 57% de posibilidades de seguir en el grupo de cola el a?o que viene. En el periodo 2008-2016, ese porcentaje era del 34%.
Problema estructural
El punto de partida ya era sombr¨ªo: ¡°Una cuarta parte de las firmas espa?olas estaban en p¨¦rdidas antes del confinamiento. Hay un problema estructural de falta de rentabilidad. Ocurre en empresas de todos los sectores. Suelen ser peque?as, porque las microempresas dominan el tejido nacional, pero tambi¨¦n las hay medianas o grandes¡±, recuerda. No es una cuesti¨®n menor. El apocalipsis de los muertos vivientes hace que la econom¨ªa cargue con una mochila m¨¢s pesada y se recupere peor. ¡°Es como si tuviese esclerosis: se siguen acumulando recursos en manos de empresas poco eficientes. Es importante que los zombis salgan del mercado porque, de lo contrario, no se produce la llamada destrucci¨®n creativa. La econom¨ªa mejora cuando los malos se van¡±.
La anatom¨ªa de estos zombis corporativos difiere significativamente de las empresas sanas, seg¨²n diversos estudios. Adem¨¢s de ser m¨¢s peque?as, crecen menos en t¨¦rminos de activos y empleo, gastan menos en capital f¨ªsico, no innovan, y si cotizan en los mercados, emiten m¨¢s acciones en comparaci¨®n con las dem¨¢s compa?¨ªas.
Ahora se dan las circunstancias para que nuevos zombis se sumen al pelot¨®n anterior. The Economist lo ilustraba hace algunas semanas con un dato: las emisiones de alto rendimiento (high yield) se dispararon en el primer semestre del a?o: los 292.000 millones recaudados en Estados Unidos entre enero y agosto superan la cantidad emitida en todo 2019. Esos bonos generan una alta rentabilidad porque las corporaciones que los emiten tienen un riesgo muy elevado de no poder hacer frente a los intereses. Y en un mundo inundado de liquidez, hasta ahora eso no supon¨ªa ning¨²n problema. Hasta ahora. Como apunta Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, el debate estaba ah¨ª a cuenta de una pol¨ªtica monetaria demasiado laxa y la pandemia lo ha potenciado. ¡°Antes de la covid hab¨ªa empresas con deudas abultadas que superaban ampliamente el valor de sus activos, pero que pod¨ªan mantenerse a flote por los tipos bajos¡±. Ahora estas empresas, contin¨²a, est¨¢n recibiendo ayudas en forma de liquidez y para el sostenimiento del empleo. Pero su encefalograma sigue siendo plano.
Lo cierto es que todos los Gobiernos han tomado medidas nunca vistas, y algunas son el mejor alimento para los muertos vivientes. Es verdad, como coinciden la docena de expertos consultados, que esa era la ¨²nica manera de navegar en los primeros compases de una pandemia que obliga a elegir entre lo malo y lo peor. Pero lo que hace unos meses iba a ser una situaci¨®n coyuntural con una r¨¢pida recuperaci¨®n en V se est¨¢ gangrenando con nuevos confinamientos que empiezan a contagiar a los mercados. Adem¨¢s, los recursos para contener la situaci¨®n, aunque sean abundantes, no son ilimitados.
¡°La tarea delicada es c¨®mo apuntalar empresas que ser¨ªan viables en circunstancias menos extremas mientras que, al mismo tiempo, se deja de proteger a las que ya son d¨¦biles e improductivas¡±, describe el informe del BIS. Como gr¨¢ficamente expone Fern¨¢ndez de Guevara, es como tratar de ¡°hacer el c¨ªrculo cuadrado¡±.
El economista Mois¨¦s Mart¨ªn cree que hay herramientas para facilitar cierres menos traum¨¢ticos de empresas inviables y utilizar ese dinero en compa?¨ªas prometedoras. Para empezar, recomienda ¡°tener en cuenta toda la cadena de valor¡±, y no abandonar a sectores completos, como el tur¨ªstico, porque a medio o corto plazo vayan a estar en serios apuros. M¨¢s bien aboga por un an¨¢lisis minucioso de los proyectos que evite un mero sostenimiento de rentas. Pero para ir a la guerra se necesitan armas y, como recuerda Raymond Torres, Espa?a no tiene una banca p¨²blica con capilaridad suficiente para saber d¨®nde llegan los fondos del Estado. Por eso est¨¢ teniendo que echar mano del conocimiento de la banca comercial.
L¨ªneas ICO
El ejemplo son las l¨ªneas ICO: son los bancos los que deciden, dentro de unos par¨¢metros definidos por la orden de concesi¨®n de las ayudas, a qui¨¦n han ido a parar los 78.689 millones de euros en avales comprometidos y 103.544 millones de nueva financiaci¨®n facilitada por el organismo hasta el 30 de septiembre. Unas ayudas que para concederse expl¨ªcitamente exclu¨ªan a empresas que antes del 31 de diciembre de 2019 se encontrasen en crisis, estuviesen en concurso de acreedores o figurasen en el registro de morosos del Banco de Espa?a. Eso en teor¨ªa. El propio regulador reconoce en un informe hecho p¨²blico el pasado martes que el acceso al cr¨¦dito se ha relajado extraordinariamente en Espa?a con la pandemia. Desde AFI, Pablo Ma?ueco, socio director de Corporate Finance, lo corrobora: ¡°La percepci¨®n que tenemos es que han accedido a las ayudas empresas que s¨ª estaban en situaci¨®n de cierto desequilibrio financiero¡±.
Lo que pone el foco de nuevo en los bancos, verdadero sost¨¦n de empresas zombis, en opini¨®n de Carlos Mart¨ªn, director del Gabinete Econ¨®mico de CC OO. ¡°Los bancos han estado concediendo refinanciaciones a empresas que no son viables. ?Por qu¨¦ lo hacen? Para no provisionar [los cr¨¦ditos morosos]. En cambio, nuestros bancos son los menos capitalizados de la eurozona. Ni los directivos ni el regulador est¨¢n haciendo su funci¨®n, tienen que acostumbrar a sus accionistas a que hay que actuar recapitalizando, y no sacando dividendos. Porque si el sistema bancario no es fuerte est¨¢ jugando con el dinero del contribuyente, porque en ¨²ltima instancia espera un rescate¡±. Mart¨ªnez es muy cr¨ªtico con la existencia de empresas zombis, porque, recuerda, no tienen l¨®gica econ¨®mica y en situaciones como la actual detraen fondos a las que s¨ª son competitivas, aunque puedan no ser solventes en estos momentos.
En otro sentido se expresa Marcel Jansen, de Fedea, que no comulga con que haya que poner ahora el foco en los zombis y s¨ª en la cicater¨ªa de un Gobierno que, proporcionalmente, est¨¢ desplegando menos ayudas p¨²blicas que sus socios europeos. ¡°En Europa est¨¢n invirtiendo mucho para evitar insolvencias. Solo hay que mirar las enormes inyecciones de Alemania en sus empresas. Es muy importante no dejar caer a empresas solventes, y me parece que Espa?a no est¨¢ haciendo lo suficiente, pero la dificultad es c¨®mo identificar a estas empresas¡±. De nuevo, se trata de elegir entre lo malo y lo peor. ¡°Si esta situaci¨®n perdura, muchas estar¨¢n en la cuerda floja, y eso puede contagiar al sector bancario porque habr¨¢ una subida cr¨ªtica de impagos, lo que en ¨²ltima instancia puede derivar en un gran problema¡±.
Como ocurre con la covid, hay que rastrear y atajar la cadena de contagios. Jansen s¨ª piensa que el Banco de Espa?a est¨¢ ¡°muy vigilante¡±, y que el sistema bancario nacional ¡°ha aprendido la lecci¨®n y ha entrado en esta crisis con un nivel de endeudamiento inferior, al contrario que el sector p¨²blico, que no hizo los deberes. No es balad¨ª que el Banco de Espa?a est¨¦ haciendo hincapi¨¦ en la necesidad de hacer reformas. Habr¨¢ que ser m¨¢s estrictos que en la primera fase de la crisis, no podemos continuar ad infinitum inyectando enormes cantidades de recursos en empresas y empleos inviables, pero obviamente podemos hacer m¨¢s para un ajuste ordenado. Tenemos que buscar un equilibrio razonable entre la necesidad de apoyo y el riesgo de preservar temporalmente a empresas insolventes¡±.
El sector tambi¨¦n tiene su particular opini¨®n. En un correo electr¨®nico, Olga Gouvella, de BBVA Research, defiende que la banca debe de apoyar a sus clientes, ¡°eso est¨¢ haciendo¡±. Considera que lo fundamental ahora es saber distinguir si una empresa no es viable temporalmente o para siempre, ¡°y qu¨¦ deuda es sostenible y no sostenible. Una empresa puede no ser viable con determinado nivel de deuda, pero s¨ª con otro¡±. Cree que es muy importante establecer pol¨ªticas ¡°que reduzcan los automatismos y que puedan llevar al cierre de empresas¡±, y habla del ¡°beneficio de la duda¡±, para ¡°no acentuar el impacto negativo de la crisis y preservar el funcionamiento de empresas y puestos de trabajo¡±. Tambi¨¦n pide leyes ¡°que agilicen la reestructuraci¨®n de deudas o que faciliten la recapitalizaci¨®n de empresas peque?as¡±.
Al hilo de lo que piensa Gouvella, hay m¨¢s razones que hacen que los zombis sean dif¨ªciles de matar. Disolver una empresa a menudo puede dar m¨¢s dolores de cabeza que crearla. El coste en reputaci¨®n, los despidos, largos procedimientos judiciales¡ Un informe de Cr¨¦dito y Cauci¨®n cifra en 21.356 las sociedades disueltas en Espa?a desde enero. Son bastantes menos (un -15%) que las que desaparecieron el a?o pasado. Y much¨ªsimas menos de las que se cree que realmente morir¨¢n. La congelaci¨®n de la econom¨ªa ha tra¨ªdo lo que, desde el Registro de Economistas Forenses (Refor), su secretario Alberto Velasco define como el ¡°espejismo¡± en el proceso monitorio. La suspensi¨®n de la obligaci¨®n, decretada por el Gobierno, de que las compa?¨ªas presenten concurso de acreedores cuando no puedan hacer frente a sus deudas. Una moratoria que estar¨¢ vigente hasta diciembre y que tambi¨¦n han adoptado otros pa¨ªses: ¡°Hay situaciones y situaciones, y es l¨®gico que se d¨¦ flexibilidad en estas circunstancias, pero la inercia en Espa?a es que las cosas se dejen siempre para el final¡±, reflexiona Velasco.
En su l¨ªnea opina Guillermo Prada, responsable de peritaci¨®n financiera en Prada Gayoso y experto en insolvencias: ¡°Cuando la empresa no es viable no tiene sentido esperar¡± para acabar con ella. Claro que ahora, apunta, ¡°es mucho m¨¢s f¨¢cil llegar a acuerdos¡± con los acreedores o con los bancos. Gayoso recomienda mantener un estricto control de las constantes vitales (tesorer¨ªa, vencimientos) para anticiparse a lo que viene. Y establecer un di¨¢logo fluido con los proveedores. Aun as¨ª, se espera una ola de insolvencias a partir del segundo semestre de 2020, que es cuando termina el a?o de carencia para la financiaci¨®n respaldada por el ICO. Lo dec¨ªa Valent¨ªn Pich, presidente del Consejo de Colegios de Economistas, hace algunos d¨ªas: ¡°Los tribunales no han detectado un incremento de concursos, est¨¢n en el congelador. La descongelaci¨®n ser¨¢ m¨¢s o menos violenta a medida que se vayan concretando las ayudas financieras a los sectores. Todo va a depender much¨ªsimo de las ayudas¡±. Y, por supuesto, de que se despeje el horizonte sanitario.
Hacer frente a un problema con muchas caras no va a ser f¨¢cil, pero tampoco es imposible. La experiencia de Jap¨®n en los a?os noventa puede se?alar el camino de lo que no se debe hacer ahora. La llamada ¡°d¨¦cada perdida¡± fue consecuencia de un colapso de los precios a todos los niveles gracias a que bancos mal regulados se empe?aron en subsidiar a una parte de la econom¨ªa que estaba aislada de la competencia global. Eso hizo que los zombis mordiesen a sus rivales sanos extendiendo el veneno. Una soluci¨®n l¨®gica es que en una recesi¨®n mundial como la actual la selecci¨®n ¡°natural¡± de la econom¨ªa act¨²e eliminando a las compa?¨ªas que no son eficientes. Pero esa transici¨®n deber¨¢ ser paulatina. Otra opci¨®n es que los prestamistas, incluidos los Gobiernos, asuman las p¨¦rdidas de los cr¨¦ditos que avalaron, o que sean m¨¢s selectivos al inyectar pr¨®ximos est¨ªmulos.
Cr¨¦ditos racionales
En cualquier caso, como abunda Enric Serradell-L¨®pez, profesor de los Estudios de Econom¨ªa y Empresa de la UOC, el problema es estructural debido a la falta de visi¨®n estrat¨¦gica de compa?¨ªas que piensan que no necesitan abrirse, crecer, diversificar o innovar. Y de un sistema productivo con serias carencias formativas al que no le queda otra que dejar en manos de los bancos ser la correa de transmisi¨®n de las ayudas. ¡°Los bancos han hecho un esfuerzo por profesionalizar la asignaci¨®n de cr¨¦dito, son m¨¢s racionales y objetivos¡±, cree, y tendr¨¢n un papel fundamental para hacer que 3,4 millones de empresas y aut¨®nomos salgan adelante en las mejores condiciones. ¡°Que no se nos olvide que hace falta contar con las pymes, que canalizan los puestos de trabajo. Si no funcionan, no funciona el pa¨ªs¡±, recuerda. Es, en suma, un reto dif¨ªcil en un mundo que nadie esperaba. ¡°Tenemos dos papas, dos reyes, tipos de inter¨¦s negativos¡, si nos lo llegan a decir hace unos a?os no nos lo creemos¡±, bromea.
El man¨¢ de los 10.000 millones
?Son las aerol¨ªneas zombis? ?Tiene el Gobierno que ayudar a compa?¨ªas como Air Europa?
Con los viajes congelados en medio mundo, las preguntas se amontonan alrededor del fondo que la SEPI ha dotado con 10.000 millones de euros para el ¡°apoyo a la solvencia de empresas estrat¨¦gicas¡±. Es una l¨ªnea destinada a grandes compa?¨ªas (la petici¨®n m¨ªnima es de 25 millones) que demuestren su viabilidad a medio y largo plazo.
Entre la gran variedad de herramientas de este instrumento el Gobierno incluye los pr¨¦stamos participativos, deuda convertible, suscripci¨®n de acciones o participaciones sociales o cualquier otro instrumento de capital, con lo que en la pr¨¢ctica el Estado podr¨ªa pasar a ser accionista de las mismas. Italia, por ejemplo, ha comenzado la nacionalizaci¨®n de Alitalia tras sucesivos rescates.
En Espa?a, una de las primeras en solicitar 400 millones ha sido la compa?¨ªa a¨¦rea que preside Juan Jos¨¦ Hidalgo.
Pocos se atreven a pronosticar si un eventual rescate servir¨¢ de algo porque la incertidumbre sobre el sector es m¨¢xima. Juan Fern¨¢ndez de Guevara apunta que hace a?os la UE insta a combatir el exceso de capacidad en las a¨¦reas. ¡°?Cu¨¢l debe ser su dimensi¨®n ¨®ptima en la era postcovid? Deber¨ªan de crearse grupos de trabajo que lo determinen. Las pol¨ªticas de reconversi¨®n de sectores si la crisis va para largo, adem¨¢s de sectorial habr¨¢ que abordarla desde la ¨®ptica regional porque no va a afectar por igual a Madrid, en Castilla-La Mancha o a Valencia¡±. Desde Fedea, Marcel Jansen advierte sobre que muchos ciudadanos pueden llegar a desconfiar de la objetividad de este tipo de ayudas si no son completamente transparentes y basadas en criterios t¨¦cnicos. Los pocos candidatos al fondo de la Sepi que se han hecho p¨²blicos no invitan a un gran optimismo. Es el caso de Duro Felguera, la empresa asturiana de ingenier¨ªa que en los ¨²ltimos a?os ha vivido en estado comatoso intentando enderezar su rumbo. O Celsa, cuya deuda supera los 2.500 millones de euros y est¨¢ sumida en una guerra con los acreedores.
Las pymes catalanas: ¡°Estamos en un barco a la deriva¡±
Este martes, antes de que la Generalitat ordenase el cierre de bares y otras medidas para reducir el contacto social debido al auge de los contagios, un rosario de entidades empresariales catalanas se sentaban (virtualmente) en un foro para buscar soluciones a su brusca ca¨ªda de actividad. ¡°Nissan ha sido una de las empresas que han decidido cerrar. Pero hay otras, dentro de sectores importantes, que est¨¢n en grave situaci¨®n¡±, advirtieron. El mensaje que enviaron a la Administraci¨®n fue muy claro: ¡°Las ayudas se tienen que dar con la mayor transparencia¡±. En palabras de Paco Camarasa, secretario de la Acede, Associaci¨® Catalana d¡¯Executius, Directius i Empresaris, la Administraci¨®n deber¨ªa ser m¨¢s selectiva para asegurar que los fondos llegan donde deber¨ªan llegar. ¡°Empresas que ya estaban pasando momentos muy delicados antes de la covid han accedido a los ICO, y al final es un drama, porque no ten¨ªan que haber podido acceder a estas l¨ªneas y de este modo van a generar un problema mayor¡±. Camarasa teme que las ayudas europeas del fondo de reconstrucci¨®n ¡°como siempre, acaben en manos de las grandes compa?¨ªas¡±. Y denuncia la ausencia de una estrategia econ¨®mica para superar el bache. ¡°No la hay, ni a nivel econ¨®mico ni sanitario.
Estamos en un barco a la deriva¡±. Entre sus demandas est¨¢ que se imponga un cambio para que las entidades bancarias, en sus an¨¢lisis de riesgos, hagan pesar m¨¢s la calidad de los activos sobre la cantidad. Tambi¨¦n reclaman que se impulsen cambios legislativos para que las fusiones entre empresas se realicen de manera m¨¢s sencilla. Una soluci¨®n que podr¨ªa evitar numerosas quiebras en el futuro.
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