Teletrabajo: la salida para frenar la despoblaci¨®n y estrechar la brecha de g¨¦nero en el campo

La brecha de g¨¦nero se intensifica en el mundo rural, donde una mayor precariedad laboral de la mujer, su menor participaci¨®n en la toma de decisiones y mayores problemas para la conciliaci¨®n contribuyen a ensancharla. Estas son las conclusiones presentadas hoy por ClosinGap, la plataforma creada por una docena de empresas para analizar el impacto econ¨®mico que tiene en la sociedad la desigualdad. En el caso del campo, el coste de oportunidad para la econom¨ªa espa?ola de la brecha de g¨¦nero se cifra en 38.500 millones de euros, el equivalente al 3,1% del PIB de 2019.

Seg¨²n el estudio Coste de oportunidad de la brecha de g¨¦nero en el medio rural, las mujeres del mundo rural se enfrentan a una doble desigualdad: la primera asociada a su entorno de residencia, que genera menos oportunidades laborales, as¨ª como un acceso m¨¢s limitado a los servicios y la conectividad digital. La segunda, por el hecho de ser mujer. Unidas ambas dan como resultado mayor precariedad en el empleo (la tasa de temporalidad de la mujer es del 61% frente al 52% del hombre y la de parcialidad, del 14% en comparaci¨®n con el 5,3%); infrarrepresentaci¨®n en la toma de decisiones (por cada tres hombres titulares o responsables de explotaciones agrarias solo hay una mujer) y mayor desequilibrio en la conciliaci¨®n (ellas dedican 2 horas y 7 minutos m¨¢s que ellos cada d¨ªa a las labores familiares y del hogar, lo que arroja un total de 32,5 millones de horas frente a 14,7 millones).

De esta manera, la contribuci¨®n femenina a las rentas del trabajo se debilita. De hecho, Espa?a es el quinto pa¨ªs europeo con la tasa de actividad rural femenina m¨¢s baja (73%), el segundo con el paro m¨¢s elevado (12,9%) y el tercero con la tasa de empleo m¨¢s reducida (64%).

¡°La poblaci¨®n rural en Espa?a ha disminuido cuatro puntos porcentuales en las ¨²ltimas d¨¦cadas, desde el 42,7% de 1998 al 38,4% de 2020. Y la incidencia de municipios en riesgo de despoblaci¨®n en el pa¨ªs est¨¢ por encima de la del conjunto de la eurozona¡±, ha declarado en la presentaci¨®n Juan Antonio Alcaraz, director general de Negocio de Caixabank, la entidad que ha elaborado el informe junto a Analistas Financieros Internacionales (AFI). Y ello se debe en gran parte al menor crecimiento de la poblaci¨®n femenina rural, as¨ª como a su menor permanencia en ese entorno, lo que arroja una masculinizaci¨®n del campo espa?ol.

De los 1,6 millones de personas empleadas en explotaciones agrarias, el 34,6% son mujeres; es decir, hay dos hombres por cada mujer trabajando. Sin embargo, dado el mayor envejecimiento femenino, por cada mujer en edad de trabajar, hay 0,35 mujeres mayores (en el caso de los varones la cifra baja a 0,28).

Contar con menos empleo no quiere decir que las mujeres del medio rural tengan menos trabajo, al contrario, su doble jornada se intensifica. Si la media nacional femenina muestra que hogar y familia se llevan 4 horas y 29 minutos al d¨ªa, en el campo esta media sube a 4 horas y 43 minutos. Y es m¨¢s del doble del tiempo que dedican los hombres a estas tareas.

Trabajo en remoto

ClosinGap considera que el teletrabajo podr¨ªa revertir la despoblaci¨®n del campo y contribuir a estrechar la brecha de g¨¦nero. Si regresasen al medio rural las personas que migraron a los entornos urbanos, sobre todo mujeres, el impacto econ¨®mico ser¨ªa muy importante. Caixabank y AFI calculan que 13.300 personas podr¨ªan retornar de extenderse las pol¨ªticas p¨²blicas y privadas para facilitar el empleo en remoto, lo que generar¨ªa un efecto econ¨®mico agregado de 170 millones de euros.

¡°No nos podemos seguir permitiendo perder m¨¢s PIB como consecuencia de las desigualdades entre hombre y mujer¡±, ha dicho Marieta Jim¨¦nez, presidenta de ClosinGap y presidenta europea de Merck Healthcare.