Larry Fink (BlackRock): ¡°La invasi¨®n rusa de Ucrania pone fin a la globalizaci¨®n¡±
El presidente de la mayor gestora de fondos de inversi¨®n del mundo alerta de que ¡°la reorientaci¨®n de las cadenas de suministro ser¨¢ intr¨ªnsecamente inflacionaria¡±
Habla el financiero con m¨¢s predicamento ¡ªy poder¡ª sobre la faz de la Tierra. Con Europa sumida en el mayor conflicto b¨¦lico desde la II Guerra Mundial, el presidente y consejero de BlackRock, Larry Fink, advierte en su carta anual a los accionistas de que la invasi¨®n rusa de Ucrania ¡°ha puesto fin a la globalizaci¨®n que hemos experimentado en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas¡±. La ¡°magnitud¡± de la agresi¨®n de Vlad¨ªmir Putin sobre su pa¨ªs vecino, asevera el inversor estadounidense, ¡°marca un punto de inflexi¨®n en el orden geopol¨ªtico y macroecon¨®mico mundial¡±.
¡°A principios de la d¨¦cada de los noventa, a medida que el mundo emerg¨ªa de la Guerra Fr¨ªa, Rusia fue bienvenida en el sistema financiero global y se le dio acceso a los mercados mundiales de capitales. Con el tiempo, se vincul¨® profundamente con Europa occidental, y el mundo se benefici¨® de un dividendo de paz global y la expansi¨®n de la globalizaci¨®n¡±, se lee en la misiva, que EL PA?S adelanta en Espa?a.
¡°Estas fueron tendencias poderosas que aceleraron el comercio internacional, expandieron los mercados globales de capital, aumentaron el crecimiento econ¨®mico y ayudaron a reducir dr¨¢sticamente la pobreza en las naciones de todo el mundo¡±, agrega Fink, ¡°creyente¡± confeso de las bondades de la globalizaci¨®n. Un mes de ofensiva borra de un plumazo esa sucesi¨®n de acontecimientos y abre un nuevo e incierto horizonte: ¡°Es imposible predecir con precisi¨®n el rumbo que tomar¨¢ esta guerra¡±, sintetiza el jefe de la mayor gestora de fondos de inversi¨®n del planeta, con activos por valor de 10 billones de d¨®lares (9,1 billones de euros, casi ocho veces el PIB espa?ol y m¨¢s de nueve veces el mexicano).
Regreso a los or¨ªgenes
En ese mar de incertidumbres sobre el que navegan la pol¨ªtica y la econom¨ªa global, Fink s¨ª tiene algunas cosas meridianamente claras. La primera, que la agresi¨®n rusa y la posterior ¡°desvinculaci¨®n¡± del gigante euroasi¨¢tico de la econom¨ªa global llevar¨¢ a empresas y Gobiernos de todo el mundo a ¡°analizar con mayor amplitud sus dependencias¡± del resto y a ¡°reevaluar sus procesos de fabricaci¨®n y ensamblaje, algo que la covid-19 ya hab¨ªa incitado a muchos a hacer¡±.
Este giro respecto a los a?os anteriores, en los que la nota com¨²n hab¨ªa sido la deslocalizaci¨®n, ¡°puede guiar a las empresas a llevar de vuelta sus operaciones [a su pa¨ªs de origen o a otros cercanos]¡±. Un golpe para aquellos territorios que se hab¨ªan beneficiado en los ¨²ltimos a?os de esa estrategia, pero tambi¨¦n una oportunidad, seg¨²n Fink, para otros ¡ª¡±como M¨¦xico, Brasil, Estados Unidos o algunos centros manufactureros del Sudeste Asi¨¢tico¡±, puntualiza¡ª, que podr¨¢n ¡°beneficiarse¡±.
Este regreso a los or¨ªgenes ¡°inevitablemente crear¨¢ desaf¨ªos para las empresas, como costes m¨¢s altos y presiones sobre sus m¨¢rgenes¡± y, aunque sus balances ¡°son m¨¢s s¨®lidos hoy en d¨ªa [que en el pasado], lo que les brinda m¨¢s protecci¨®n para capear estas dificultades, una reorientaci¨®n a gran escala de las cadenas de suministro ser¨¢ intr¨ªnsecamente inflacionaria¡±. En el nuevo ecosistema, a?ade, la ¡°resiliencia ¡ªla palabra de la d¨¦cada en los c¨ªrculos econ¨®micos y empresariales¡ª es mucho m¨¢s que resistir un impacto repentino: tambi¨¦n significa comprender y abordar los cambios estructurales a largo plazo, incluidas las implicaciones de la desglobalizaci¨®n, la inflaci¨®n y la transici¨®n energ¨¦tica¡±.
Un entorno, este, en el que los bancos centrales tambi¨¦n tendr¨¢ que tomar ¡°decisiones dif¨ªciles¡± sobre ¡°cu¨¢n r¨¢pido subir los tipos de inter¨¦s¡±, apunta el m¨¢ximo responsable de BlackRock. ¡°Se enfrentan a un dilema que no hab¨ªan tenido que encarar en d¨¦cadas, y que se ha visto empeorado por el conflicto geopol¨ªtico y por el choque energ¨¦tico resultante: convivir con una inflaci¨®n m¨¢s alta o con una actividad econ¨®mica y un empleo enlentecidos¡±.
Guerra econ¨®mica
El choque entre potencias en suelo ucranio ¡ªRusia de un lado; Europa y EE UU del otro y China en una posici¨®n que cada vez m¨¢s observadores convienen en calificar como ¡°neutralidad escorada¡±, un ox¨ªmoron que resume a la perfecci¨®n la complejidad del enjambre geoestrat¨¦gico de este primer cuarto del siglo XXI¡ª va m¨¢s all¨¢ de lo militar. Es, en palabras del inversor, una ¡°guerra econ¨®mica¡± desde el mismo momento en el que la invasi¨®n ha propiciado una ¡°uni¨®n¡± entre naciones y Gobiernos para ¡°cortar lazos financieros y comerciales¡± con Mosc¨².
¡°La velocidad y la magnitud de las acciones empresariales para amplificar las sanciones ha sido incre¨ªble¡±, aplaude Fink. ¡°Marcas ic¨®nicas de consumo americanas han suspendido sus operaciones de productos no esenciales, y las firmas de servicios financieros han tomado medidas similares para aislar a la econom¨ªa rusa del sistema financiero global¡±. Esta estampida masiva, remarca el financiero, ¡°exhibe el poder de los mercados de capitales: c¨®mo pueden proporcionar dinero a quienes trabajan constructivamente dentro del sistema y qu¨¦ tan r¨¢pido pueden rechaz¨¢rselo a quienes operan fuera de ¨¦l. (...) Y demuestra lo que podemos lograr cuando las empresas, con el apoyo de sus stakeholders [accionistas, clientes, acreedores, proveedores...], se unen frente a la violencia y la agresi¨®n¡±.
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