Guerra al desperdicio en bares y supermercados: una nueva ley pondr¨¢ multas de hasta 60.000 euros por tirar comida
El Consejo de Ministros aprueba este martes el proyecto de ley que obligar¨¢ a los restaurantes a informar a los clientes de que se pueden llevar las sobras
Los hogares espa?oles tiran anualmente a la basura 1.364 millones de kilos de alimentos, una media de 31 kilos por persona, seg¨²n datos de 2020 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n. El Gobierno quiere parar este despilfarro. Con ese objetivo aprueba este martes en el Consejo de Ministros el proyecto de ley de Prevenci¨®n de las P¨¦rdidas y el Desperdicio Alimentario antes de remitirlo a las Cortes y someterlo a la tramitaci¨®n parlamentaria. Entre las medidas que introduce esta norma, a cuyas l¨ªneas generales ha tenido acceso EL PA?S, est¨¢ la de obligar a todos los agentes de la cadena alimentaria a elaborar un plan de prevenci¨®n para evitar el desperdicio. Adem¨¢s, contempla sanciones para bares, restaurantes o supermercados que no cumplan con esta legislaci¨®n.
Esos planes de prevenci¨®n deben jerarquizar el uso que se da a los alimentos antes de llegar al vertedero. El prioritario, explica el ministerio, debe ser el consumo humano mediante la donaci¨®n a entidades como los bancos de alimentos. Las empresas estar¨¢n obligadas a suscribir convenios con las organizaciones receptoras que especifiquen las condiciones de recogida, almacenamiento y transporte. El ministerio incide en la importancia de la trazabilidad de la comida donada: debe ser posible conocer de d¨®nde procede cada alimento.
De no ser posible entregar la comida para el consumo humano, dichos alimentos se deben transformar en otros productos como zumos o mermeladas. La tercera opci¨®n es que sirvan para la alimentaci¨®n animal. Los ¨²ltimos usos que debe detallar el plan son la elaboraci¨®n de subproductos industriales y el reciclado para obtener compost o combustibles. Estas exigencias est¨¢n dirigidas a los establecimientos que sirvan comida, desde los bares a las grandes superficies comerciales.
La norma recoge m¨¢s medidas para evitar el despilfarro: las empresas tendr¨¢n que informar anualmente de cu¨¢nto desperdician; los restaurantes deben notificar a los consumidores que pueden llevarse sus sobras y facilitar que lo hagan gratuitamente; las empresas han de incentivar con precios inferiores la venta de productos con fecha de caducidad pr¨®xima...
Las sanciones a las compa?¨ªas que no respeten esta norma se establecen en una horquilla de 2.001 a 60.000 euros para las infracciones graves (menos que lo contemplado por el anteproyecto aprobado en octubre del a?o pasado, que llegaba hasta 150.000 euros). Las causas para incurrir en estas faltas son impedir mediante estipulaci¨®n contractual la donaci¨®n de alimentos o no donar los excedentes a entidades de iniciativa social. En caso de reincidencia, la multa puede llegar a medio mill¨®n de euros.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha dicho este martes, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, que la vocaci¨®n de esta ley es ¡°regular y concienciar¡±. ¡°Es un instrumento jur¨ªdico pionero para prevenir la ineficiencia en la cadena alimentaria, que tiene consecuencias econ¨®micas, por la p¨¦rdida de lo que se produce y no se utiliza; sociales, por lo que supone una necesidad no cubierta desde el punto de vista alimentario; medioambientales, por el uso de recursos naturales; y ¨¦ticas, en un mundo donde por desgracia a¨²n existe hambre¡±, ha comentado el responsable de Agricultura. Fuentes del ministerio insisten en que la intenci¨®n de esta norma no es ¡°sancionadora¡±, sino ¡°preventiva¡±.
Esta ley intenta cumplir con uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU: reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per c¨¢pita mundial. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura cifra en un tercio del total de alimentos los que se desperdician en alg¨²n eslab¨®n de la cadena. Seg¨²n informa el ministerio, Espa?a se convertir¨ªa en el tercer pa¨ªs de la Uni¨®n Europea que aprueba una norma de estas caracter¨ªsticas, despu¨¦s de Francia e Italia.
La nueva ley no anticipa sanciones contra las personas que desperdicien en sus hogares, donde se concentra la mayor parte del derroche. Para este estrato, la norma se centra en las campa?as de concienciaci¨®n. Quedar¨¢ establecido un modelo de buenas pr¨¢cticas ¡°para reducir dr¨¢sticamente el desperdicio de alimentos¡±, explica el Ejecutivo. Esta gu¨ªa de actuaci¨®n tambi¨¦n abordar¨¢ c¨®mo desechar menos en el resto de eslabones de la cadena. ¡°Las causas del despilfarro alimentario est¨¢n relacionadas con errores en la planificaci¨®n y calendario de cosecha, empleo de pr¨¢cticas de producci¨®n y manipulaci¨®n inadecuadas, deficiencia en las condiciones de almacenamiento, malas t¨¦cnicas de venta al por menor y pr¨¢cticas de los proveedores de servicios, y comportamiento inapropiado de los consumidores¡±, indica Agricultura. La previsi¨®n del departamento de Planas es que la norma est¨¦ aprobada en enero del a?o que viene.
El desperdicio, en datos
El 75% de los hogares espa?oles asegura que desperdicia alimentos. Esta es una de las conclusiones m¨¢s contundentes del ¨²ltimo estudio realizado por Agricultura sobre el derroche alimenticio, realizado a partir de 4.000 encuestas en 2020. De la comida que acaba en la basura, tres cuartos son productos sin elaborar, es decir, que no han llegado a ser cocinados. Y entre esos productos, los m¨¢s comunes son la fruta (32,1%), las verduras y hortalizas (13,6%), el pan (4,8%) y la leche (4,5%). En torno a la mitad de los participantes en la encuesta declar¨® que congela parte de lo que cocina.
Estos datos reflejan solo una parte del problema del desperdicio alimenticio. El derroche en los hogares representa el 61% de los alimentos desaprovechados, seg¨²n un informe de 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). El otro 39% se reparte entre servicios de alimentaci¨®n (26%) y el comercio minorista (13%).
Este estudio calcula un nivel mucho mayor de desperdicio en los hogares espa?oles que la encuesta del ministerio (77 kilos por hogar al a?o, frente a los 31 de Agricultura). Las cifras de Pnuma sit¨²an a Espa?a muy cerca de la media global (73 kilos). ¡°Es muy similar entre los pa¨ªses de ingreso mediano bajo y los pa¨ªses de ingreso alto, lo que apunta a que la mayor¨ªa de los pa¨ªses pueden mejorar en este ¨¢mbito¡±, indica el informe, que arranca con una cifra demoledora: ¡°Si la p¨¦rdida y el desperdicio de alimentos fueran un pa¨ªs, este ser¨ªa el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero¡±.
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