EE UU se consolida como primer proveedor de gas a Espa?a, en detrimento de Argelia
El gigante norteamericano ya aporta el 35% del combustible consumido, frente al 25% del pa¨ªs norteafricano
Estados Unidos va camino de cerrar su primer ejercicio completo como primer suministrador de gas natural a Espa?a, superando por mucho a Argelia. Con las relaciones bilaterales entre Madrid y Argel atravesando uno de sus periodos m¨¢s delicados en d¨¦cadas, los productores y exportadores estadounidenses han visto una veta de oportunidad en el pa¨ªs con las mejores infraestructuras de recepci¨®n y regasificaci¨®n de la eurozona.
El gas procedente del gigante norteamericano ha pasado de cubrir menos de un 11% del consumo total espa?ol en los cinco primeros meses del a?o pasado a superar el 35%. En volumen, es el triple que un a?o atr¨¢s, seg¨²n los datos publicados este viernes por la Corporaci¨®n de Reservas Estrat¨¦gicas de Productos Petrol¨ªferos (Cores). Aunque la estad¨ªstica no ofrece datos de precios, el gas natural licuado (GNL, el que viene por barco) suele ser sustancialmente m¨¢s caro que el que llega por tubo.
El ascenso estadounidense, mete¨®rico, no se puede entender sin considerar la p¨¦rdida de peso de Argelia, que entre enero y mayo del ejercicio pasado aport¨® casi la mitad del gas consumido por Espa?a, y que hoy a duras penas suministra el 25% del total, con una ca¨ªda anual tanto en t¨¦rminos absolutos (en volumen vendido) como en t¨¦rminos relativos (sobre el total importado).
En el ¨²ltimo a?o se han producido dos hechos significativos: el cierre total, por orden argelina, del gasoducto Magreb-Europa tras varios encontronazos entre Argel y Rabat, y una creciente tensi¨®n diplom¨¢tica entre los Gobiernos de Pedro S¨¢nchez y Abdelmadjid Tebboune que mantiene en vilo la renegociaci¨®n del contrato de suministro para los pr¨®ximos a?os. El acuerdo actual vence en 2032, por lo que el flujo de gas argelino hacia Espa?a se puede dar por descontado hasta entonces. La duda, sin embargo, es a qu¨¦ precio.
En poco m¨¢s de una d¨¦cada, EE UU ha pasado de ser uno de los mayores importadores de gas natural del mundo a convertirse en una potencia energ¨¦tica comparable con Rusia y Arabia Saud¨ª, y con capacidad tanto de abastecer su vasto mercado interno como de exportar al resto del mundo. La reordenaci¨®n de piezas en el puzle global a ra¨ªz de la invasi¨®n rusa de Ucrania ha exacerbado y acelerado a¨²n m¨¢s ese cambio, propiciado por la revoluci¨®n de la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica (fracking), una t¨¦cnica que no se utiliza en Europa por su impacto ambiental pero con la que se extrae la mayor parte del crudo y del gas que exporta EE UU.
A finales de marzo, Washington se comprometi¨® a que sus empresas aumentar¨ªan en casi un 70% interanual sus cargamentos de este hidrocarburo hacia la Uni¨®n Europea para compensar ¡ªsiquiera parcialmente¡ª los menores env¨ªos rusos y evitar una sequ¨ªa total en el Viejo Continente. El gas es una fuente de energ¨ªa esencial, tanto para la industria del bloque, como para los hogares (por las calefacciones) y para la generaci¨®n de electricidad en los momentos en los que las renovables y la nuclear no dan abasto.
Aumento de las importaciones totales y fuerte subida de Rusia en mayo
A pesar de la estrategia de aislamiento occidental sobre Rusia, en los cinco primeros meses de 2022 Espa?a recibi¨® del pa¨ªs euroasi¨¢tico pr¨¢cticamente la misma cantidad de gas natural que en ese periodo del a?o anterior. Si se toma ¨²nicamente la cifra de mayo, sin embargo, la foto fija es radicalmente distinta: las ventas rusas a Espa?a se duplicaron. Todas ellas, por v¨ªa mar¨ªtima.
Las compras totales de gas en el exterior ¡ªdesde cualquier pa¨ªs de origen¡ª crecieron un 15% en los cinco primeros meses del a?o. Son tres los motivos de esta fuerte subida: la recuperaci¨®n econ¨®mica (el a?o pasado el coronavirus segu¨ªa haciendo estragos); el aumento de las reexportaciones hacia otros pa¨ªses europeos, fundamentalmente a Francia ¡ªque se han duplicado con creces, a pesar de las escas¨ªsimas conexiones entre la Pen¨ªnsula y el resto del continente¡ª; y la necesidad de llenar al m¨¢ximo los dep¨®sitos de gas de cara a uno de los inviernos m¨¢s inciertos que se recuerdan, sobre todo si Vlad¨ªmir Putin acaba cerrando definitivamente la llave del gas.
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