Jos¨¦ Luis Escriv¨¢: ¡°La falta de trabajadores dificulta el crecimiento¡±
El ministro conf¨ªa en que la incorporaci¨®n de miles de extranjeros al mercado laboral acabe con los ¡°cuellos de botella¡± y genere m¨¢s empleo
Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ (Albacete, 61 a?os) se va de vacaciones tras haber cerrado dos acuerdos clave. El ministro de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones ha logrado sacar adelante la reforma de la ley del Reglamento de la Extranjer¨ªa, que facilitar¨¢ la incorporaci¨®n de miles de extranjeros al mercado laboral, y pactar con los agentes sociales un nuevo sistema de cotizaci¨®n para los aut¨®nomos. A la vuelta del par¨®n estival, Escriv¨¢ deber¨¢ completar un paquete de reformas de pensiones que convenza a Bruselas.
Pregunta. El Gobierno acaba de aprobar la reforma que eliminar¨¢ barreras para que los inmigrantes se incorporen al mercado laboral. En la fase de consultas, Interior se opuso por considerar que supondr¨ªa un efecto llamada.
Respuesta. Siempre que me enfrento al dise?o de pol¨ªticas p¨²blicas, pido la evidencia. Y no hay una evidencia tangible de que el efecto llamada sea un elemento central en los procesos de migraci¨®n irregular. Se ha estudiado internacionalmente, y tambi¨¦n en el caso de Espa?a, porque hubo una regularizaci¨®n muy grande en el a?o 2005. Y ha habido an¨¢lisis posteriores que ponen de manifiesto que no gener¨® tal efecto llamada. Creo que hay un conocimiento creciente de cu¨¢les son los principales mecanismos que llevan a los procesos de migraci¨®n regular e irregular, y los cambios legales no parecen ser un factor determinante.
P. El silencio de Unidas Podemos, PP y Vox sobre su reforma significa que est¨¢n de acuerdo con ella.
R. La reacci¨®n est¨¢ siendo bastante buena en todos los ¨¢mbitos. Creo que genera bastante consenso, dentro de la coalici¨®n del Gobierno desde luego. Tambi¨¦n en el Parlamento. Esta reforma persigue lo que buscamos todos, que el proceso migratorio sea regular y seguro. Hay que evitar bolsas de irregularidad muy dilatadas que generen en el mercado de trabajo espa?ol situaciones de competencia desleal, de presi¨®n a la baja de los salarios, de desprotecci¨®n de muchas personas que llevan mucho tiempo viviendo en Espa?a y que siguen en una situaci¨®n de vulnerabilidad laboral.
P. Una de las cr¨ªticas que se ha hecho a su reforma es que es utilitarista. Y en su momento los sindicatos dijeron que era una medida clasista. ?Tienen parte de raz¨®n?
R. De lo que trata esta reforma es de que muchas personas que han llegado a Espa?a irregularmente, pasado un tiempo y constatadas una serie de circunstancias, puedan acceder a una mejor situaci¨®n en la sociedad y tengan m¨¢s derechos. Desde ese punto de vista, dif¨ªcilmente se puede criticar la medida. Y por otro lado, no entiendo muy bien qu¨¦ quiere decir una medida clasista, a¨²n menos cuando este Gobierno ha tomado tantas medidas para mejorar la situaci¨®n del mercado de trabajo y la precariedad laboral y salarial, sobre todo de los j¨®venes y de las mujeres espa?olas.
P. ?Los sindicatos ya est¨¢n m¨¢s contentos?
R. Estas son medidas que hay que abordar en un momento determinado y que entiendo que desde determinados ¨¢ngulos, a veces, se vean con un poquito de resquemor. Pero creo que la reacci¨®n est¨¢ siendo razonablemente positiva, en general.
P. ?C¨®mo van a garantizar que esa incorporaci¨®n de miles de trabajadores extranjeros no acabe devaluando las condiciones de trabajo generales?
R. Muchos de ellos ya est¨¢n aqu¨ª y trabajando en situaci¨®n irregular, y lo que hacemos con el reglamento es, precisamente, evitar ese mecanismo de depresi¨®n salarial desde la econom¨ªa irregular. Y es que esta idea de que hay una sustituci¨®n de trabajadores es err¨®nea. Imaginemos la cantidad de mujeres que se han incorporado al mercado de trabajo en las ¨²ltimas d¨¦cadas y eso no ha afectado el salario o el empleo de los hombres. Lo que est¨¢ ocurriendo es que hay d¨¦ficits en el mercado de trabajo que dificultan el crecimiento general de la econom¨ªa, porque faltan trabajadores tanto muy especializados como poco especializados, y eso genera atascos y cuellos de botella. Al solucionar esas carencias, crece toda la econom¨ªa y se genera empleo para todos, por supuesto tambi¨¦n para los nacionales.
P. Las solicitudes de asilo que llevamos haciendo tambi¨¦n en lo que va de a?o han duplicado las del a?o pasado. En su ministerio se habla de que la falta de un buen modelo de migraci¨®n regular ¡°genera una demanda espuria de protecci¨®n internacional¡±. ?A qu¨¦ se refiere con eso? ?C¨®mo se tiene que abordar?
R. Si uno mira el perfil de las personas demandantes de protecci¨®n internacional en los ¨²ltimos a?os, ve que hay un porcentaje alt¨ªsimo que finalmente no recibe la protecci¨®n porque son b¨¢sicamente inmigrantes econ¨®micos. No se ha producido una lesi¨®n de sus derechos en sus pa¨ªses de origen. Lo que tenemos que intentar es que ese inmigrante econ¨®mico, en lugar de utilizar la v¨ªa de la petici¨®n de protecci¨®n internacional, use procesos de migraci¨®n regular, que desarrollemos en colaboraci¨®n con los pa¨ªses de origen, ya sean de migraci¨®n circular, en algunos casos, o con contrataciones en origen, que ahora son escas¨ªsimas. Esos procesos de migraci¨®n regular deben sustituir a los que ahora se usan de forma espuria.
P. ?C¨®mo valora la respuesta que est¨¢ dando Europa, y especialmente Espa?a, al ¨¦xodo de los refugiados de Ucrania? ?Por qu¨¦ esta respuesta no se ve con otras nacionalidades que proceden de zonas de conflicto en situaciones igual o incluso peores?
R. En primer lugar porque esto es protecci¨®n temporal. Hay una directiva europea espec¨ªfica que permite hacer lo que hemos hecho y dar estos permisos mientras dure la guerra. Por lo tanto, yo creo que no es comparable la situaci¨®n de unos y de otros. Dicho esto, tambi¨¦n creo que sobre esta experiencia podemos construir en el futuro mecanismos m¨¢s eficientes y m¨¢s justos a la hora de tratar el fen¨®meno de los demandantes de protecci¨®n.
P. Han logrado pactar con los agentes sociales la reforma del sistema de cotizaci¨®n de los aut¨®nomos. ?Van a tener m¨¢s prestaciones a partir de ahora?
R. Aspiramos a que a lo largo de su vida laboral coticen de forma mucho m¨¢s cercana a sus rendimientos netos. Lo esperable es que acaben teniendo mejores prestaciones que ahora. Adem¨¢s, se refuerza la protecci¨®n de la Seguridad Social en nuevas situaciones excepcionales. Por ejemplo, la prestaci¨®n por cese de actividad, que apenas se reconoc¨ªa; ahora podr¨¢ disfrutarse de forma parcial en determinados supuestos, sin que el aut¨®nomo se vea obligado a cerrar su negocio. Tambi¨¦n hemos consolidado las prestaciones que fueron relevantes durante la pandemia para mantener el empleo de los aut¨®nomos.
P. Ahora sus pensiones medias son un 40% inferiores a las del resto de trabajadores. ?Van a verla incrementada?
R. Deber¨ªan. Al ajustar su cotizaci¨®n a sus rendimientos, en la medida en que les vaya mejor a lo largo de su vida laboral y coticen m¨¢s, tendr¨¢n mayores pensiones. Eso s¨ª, en sus primeras etapas, el aut¨®nomo podr¨¢ tener cotizaciones m¨¢s bajas, incluso un 30% menores a las actuales.
P. Uno de los objetivos de la reforma era que el sistema sea m¨¢s progresivo. Sin embargo, quienes ingresan hasta 670 euros cargan con una cuota que supone un tercio de esa cantidad. Y para quienes tienen rendimientos de m¨¢s de 6.000 euros, esta supone el 8%. ?No sigue siendo muy regresivo?
R. Desde el principio la idea ha sido la de un despliegue progresivo de la reforma. Dentro de tres a?os hay que volver a reevaluar y decidir c¨®mo seguir avanzando hacia un modelo dee rendimientos netos pleno. El sistema ya es claramente m¨¢s justo que antes. Ahora quienes tienen ingresos m¨¢s bajos pueden cotizar menos, porque antes la cuota m¨ªnima estaba en torno a 300 euros, y en 2025 estar¨¢ en 200 euros.
P. ?Cu¨¢ntos aut¨®nomos podr¨¢n cotizar menos?
R. Uno de cada dos.
P. Dicen que la reforma ser¨¢ neutra en cuanto a ingresos a la Seguridad Social. ?Por qu¨¦ renuncian a ingresar m¨¢s?
R. Nunca, nunca nos planteamos ingresar m¨¢s.
P. Pero si van a tener m¨¢s prestaciones, lo l¨®gico es que haya m¨¢s ingresos.
R. Claro. Cuando hablamos de que es neutro es que lo es desde el punto de vista del saldo entre ingresos y gastos. Es posible que transitoriamente pueda haber mayores ingresos, pero despu¨¦s acabar¨¢n convirti¨¦ndose en pensiones m¨¢s altas.
P. La Comisi¨®n Europea acaba de entregar a Espa?a el segundo desembolso del fondo de recuperaci¨®n, pero ha expresado sus preocupaciones sobre la reforma de las pensiones. ?Tiene miedo que Bruselas pueda tumbarla?
R. La Comisi¨®n deber¨¢ evaluar en los pr¨®ximos meses dos reformas: la de los aut¨®nomos y la ley de los planes de pensiones. Lo que hagamos en el ¨²ltimo semestre del a?o se evaluar¨¢ en primavera de 2023. Es l¨®gico que la Comisi¨®n, que siempre dijo que necesitamos un planteamiento integral, nos recuerde los elementos que tenemos pendientes.
P. La Comisi¨®n se refiri¨® al Mecanismo de Equidad Intergeneracional y dijo que, seg¨²n sus c¨¢lculos, pod¨ªa incrementar el gasto en pensiones en relaci¨®n con el PIB¡
R. No dice eso. A lo que nos comprometemos en el hito, que est¨¢ muy tasado y explicado, es a fijar un mecanismo que tenga el mismo efecto moderador sobre el sistema que el derogado factor de sostenibilidad. Y lo que dice la Comisi¨®n es que no est¨¢ segura de que ese mecanismo, con nuestros par¨¢metros, tenga ese efecto. Y lo hace fundamentalmente por un tema t¨¦cnico. Nosotros hemos definido una regla semiautom¨¢tica, que supone que en 2032 habr¨¢ que revaluar lo que queda por hacer y con qu¨¦ instrumentos. La Comisi¨®n nos dice que prefiere una regla autom¨¢tica para que quede establecido qu¨¦ haremos hasta 2050. A nosotros nos gustan m¨¢s las semiautom¨¢ticas, porque una d¨¦cada es un periodo suficientemente largo para que puedan producirse cambios sociales o pol¨ªticos que den pie a una reevaluaci¨®n en 2032 sobre la mejor forma de alcanzar el objetivo fijado. Y tenemos una discusi¨®n de naturaleza t¨¦cnica sobre ello.
P. ?El mecanismo no est¨¢ en riesgo?
R. No lo est¨¢.
P. ?Pero podr¨ªan introducirse modificaciones?
R. Podr¨ªan introducirse modificaciones como resultado de esa discusi¨®n. Me gustan m¨¢s las reglas semiautom¨¢ticas, pero tambi¨¦n estoy dispuesto a aplicar alg¨²n tipo de automatismo. Me sorprende que de estas cosas se hagan luego monta?as.
P. Pero tambi¨¦n el Banco de Espa?a advierte de que deben adoptarse m¨¢s medidas para garantizar la sostenibilidad de las pensiones.
R. El tono de estos organismos es siempre el de recordar que faltan cosas o que hay que ce?irse a la senda, pero en realidad, lo que est¨¢n diciendo es que no les gusta esa regla semiautom¨¢tica. No deja de sorprenderme, porque los propios bancos centrales se han ido moviendo de las reglas autom¨¢ticas de los a?os ochenta y comienzos de los noventa a otras m¨¢s flexibles. Nosotros queremos dar flexibilidad a la norma para hacerla m¨¢s sostenible, pero parece que eso no les termina de convencer.
P. La subida de las pensiones, que costar¨¢ unos 17.000 millones, se comer¨¢ la mayor parte del incremento del gasto presupuestario. ?De d¨®nde saldr¨¢n esos recursos?
R. La cantidad depender¨¢ de cu¨¢nto sea la inflaci¨®n media en el mes de noviembre, que es lo que dice la ley aprobada en enero con amplio respaldo y en cumplimiento del Consejo del Pacto de Toledo. Lo importante para examinar la sostenibilidad de las pensiones es el saldo presupuestario de la Seguridad Social, que este a?o va a mejorar y lo seguir¨¢ haciendo en los pr¨®ximos ejercicios. Me parece que es una discusi¨®n que tiene poco sustento. La revalorizaci¨®n de las pensiones es un derecho y es habitual en los pa¨ªses de nuestro entorno con sistemas similares. Los pensionistas no tienen flexibilidad al dejar el mercado laboral. ?Qu¨¦ menos que mantenerles el poder adquisitivo! Adem¨¢s, no est¨¢n alimentando el proceso inflacionista al no participar en el proceso productivo.
P. La Airef ha advertido de que 400.000 hogares con derecho al ingreso m¨ªnimo vital a¨²n no lo reciben. ?Qu¨¦ est¨¢n haciendo para que llegue?
R. La Airef estim¨® que el ingreso m¨ªnimo vital podr¨ªa llegar a 700.000 hogares y llevamos 500.000. Quedar¨ªan 200.000 m¨¢s. Es una prestaci¨®n compleja que tiene que llegar a personas que tienen dificultades o incluso resistencias a relacionarse con la administraci¨®n. Estamos adoptando medidas novedosas para reducir esa brecha al m¨ªnimo. Por ejemplo, que los ayuntamientos y ONG certifiquen esas situaciones de vulnerabilidad. Hemos examinado nuestros registros administrativos y los datos del INE para mandar casi 100.000 mensajes de texto a cabezas de familia de potenciales hogares receptores. Y a partir de septiembre se va a empezar a ir directamente a sitios donde suelen acudir estas personas vulnerables, como centros de entrega de ropa o alimentos o comedores sociales.
P. ?Cree que la econom¨ªa entrar¨¢ en una din¨¢mica complicada este oto?o?
R. La situaci¨®n es muy incierta. Hay elementos de desaceleraci¨®n de la actividad en el entorno internacional, a los que se suma el efecto de la subida del precio de las materias primas y los alimentos. Y esta situaci¨®n ya de inflaci¨®n muy, muy elevada, probablemente transitoria pero con un impacto significativo sobre el poder adquisitivo en sectores importantes de la sociedad puede tener efectos sobre la actividad econ¨®mica. Hasta ahora, la econom¨ªa espa?ola est¨¢ aguantando muy bien estas perturbaciones si tenemos en cuenta los datos de empleo, inversi¨®n o actividad.
P. En las ¨²ltimas semanas hemos visto que el Gobierno ha elevado el tono con la banca y las grandes energ¨¦ticas. ?A qu¨¦ se debe?
R. Yo creo que no ha elevado el tono. Estamos en una situaci¨®n en la que la subida de precios est¨¢ impactando negativamente sobre amplias capas de la sociedad y se requieren pol¨ªticas p¨²blicas de gasto para mitigar esos efectos. Si hay algunos sectores que, por el contrario, se est¨¢n viendo particularmente beneficiados deben contribuir a esa labor con una actitud de solidaridad a trav¨¦s de mayores contribuciones impositivas. Lo hicieron en la crisis anterior muchos pa¨ªses, nosotros no. Sobre todo si son sectores, como es el caso del sector energ¨¦tico y el financiero, que tienen estructuralmente en Espa?a, rendimientos superiores que en los pa¨ªses de nuestro entorno. Compare la cotizaci¨®n del sector energ¨¦tico espa?ol con el europeo. En los ¨²ltimos cinco a?os es un 50% superior. Cosas como estas deben llevarnos a reflexionar.
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