Del MidCat al BarMar: un giro que rompe el veto franc¨¦s pero que retrasa la conexi¨®n energ¨¦tica
El tubo submarino, ideado para transportar hidr¨®geno verde y no solo gas, ser¨¢ m¨¢s caro que el pirenaico pero mucho m¨¢s econ¨®mico que la alternativa de Livorno
Fin al f¨¦rreo bloqueo franc¨¦s sobre el MidCat con una tercera v¨ªa que pr¨¢cticamente nadie contemplaba. Emmanuel Macron, Pedro S¨¢nchez y Ant¨®nio Costa dieron este jueves en Bruselas un portazo definitivo al gasoducto transpirenaico para, en su lugar, poner en marcha un tubo que conecte los puertos de Barcelona y Marsella. Esta nueva infraestructura tendr¨¢ dos horizontes temporales: a corto plazo est¨¢ llamada a canalizar gas natural desde la pen¨ªnsula Ib¨¦rica (rica en infraestructura de regasificaci¨®n) hasta los pa¨ªses del centro y el norte de Europa (que, tras el cerrojazo ruso, ans¨ªan nuevas rutas para importar combustible); a largo, deber¨ªa servir como salida prioritaria para el hidr¨®geno verde que se produzca en Espa?a y Portugal, dos de los pa¨ªses de la UE con mejor recurso renovable. Estas son las claves del anuncio:
El factor sorpresa
La cumbre entre los jefes de los Gobiernos franc¨¦s, espa?ol y portugu¨¦s estaba llamada a ofrecer alg¨²n avance que permitiese destrabar la negociaci¨®n, pero pr¨¢cticamente nadie esperaba que fuese a suponer el punto final del MidCat y el inicio de un nuevo proyecto de interconexi¨®n. La opci¨®n Barcelona-Marsella (bautizada como BarMar) ni siquiera figuraba en las quinielas, en las que ¡ªante la cerraz¨®n francesa¡ª s¨ª figuraba un tubo entre Barcelona y Livorno, el doble de largo y, por tanto, m¨¢s caro y de construcci¨®n m¨¢s lenta. Esa conexi¨®n con Italia ha sido una de las bazas jugadas por S¨¢nchez en la negociaci¨®n.
¡°Es un golpe de efecto pol¨ªtico y una buena noticia, aunque con muchos detalles a¨²n por concretar¡±, apunta Gonzalo Escribano, director del Programa de Energ¨ªa y Clima del Real Instituto Elcano. ¡°Es la segunda mejor alternativa posible, una opci¨®n intermedia entre el MidCat y el tubo con Livorno¡±.
?Por qu¨¦ un tubo submarino?
Con una situaci¨®n pol¨ªtica interna dif¨ªcil de manejar, Macron estaba especialmente preocupado por la oposici¨®n social al proyecto, de la que en los ¨²ltimos meses se hab¨ªa valido la oposici¨®n. Ahora, ese problema desaparece de un plumazo: aunque no ser¨¢ inocuo, el impacto ambiental que supone un gasoducto submarino es notablemente menor. ¡°Hab¨ªa mucha oposici¨®n local; nunca iba a salir en su versi¨®n original¡±, afirma Thierry Bros, analista energ¨¦tico y profesor de la Escuela de Asuntos Internacionales de Science Po de Par¨ªs.
En ese contexto, el tubo pirenaico se hab¨ªa convertido poco menos que en un anatema en Par¨ªs, que estaba en una posici¨®n de ¡°enroque total¡± en la negociaci¨®n, seg¨²n fuentes al tanto de las conversaciones. Para tratar de sortear esa negativa rotunda, la vicepresidenta tercera del Gobierno espa?ol, Teresa Ribera, pidi¨® la semana pasada al gestor del sistema gasista espa?ol (Enag¨¢s), un informe de viabilidad de la alternativa de Barcelona-Marsella, que finalmente ha cuajado. Con el visto bueno de la compa?¨ªa que dirige Arturo Gonzalo, se opt¨® por seguir adelante y presentarlo en la mesa negociadora, en la que Francia ha terminado de dar su visto bueno.
Madrid tambi¨¦n consigue lo que buscaba: sortear la f¨¦rrea oposici¨®n gala con un proyecto bien visto en el resto de Europa y que comparte algunas trazas importantes con el MidCat. ¡°Espa?a quer¨ªa continuar el tubo a trav¨¦s de los Pirineos porque ya ten¨ªa una parte hecha y porque era una continuidad del corredor mediterr¨¢neo, pero conectar por Barcelona tiene las mismas ventajas para Espa?a¡±, apunta Alejandro Labanda, director de la consultora BeBartlet y experto en temas energ¨¦ticos. ¡°El coste va a ser m¨¢s alto y el tiempo de ejecuci¨®n tambi¨¦n, pero ambientalmente es infinitamente mejor y se elimina la oposici¨®n social¡±, apunta una fuente espa?ola.
?Por qu¨¦ Barcelona y por qu¨¦ Marsella?
La capital catalana no solo cuenta con la principal planta regasificadora de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, con una capacidad de procesamiento un 45% mayor que la segunda y la tercera (Huelva y Cartagena), sino tambi¨¦n con el mayor tanque de almacenamiento de gas natural licuado (GNL, el que llega por barco) de Espa?a. Ambos factores hacen que disponga de un excelente punto de acceso al resto de la red gasista ib¨¦rica.
Aunque har¨¢n falta m¨¢s conexiones, la segunda ciudad francesa se presenta, por su parte, como una buena plataforma para distribuci¨®n del gas hacia el norte de Italia, Austria e, incluso, el sur de Alemania, tres n¨²cleos industriales clave y, por tanto, grandes consumidores de este combustible y ¡ªen un futuro¡ª tambi¨¦n de hidr¨®geno verde. ¡°La opci¨®n de Marsella est¨¢ muy bien porque est¨¢ cerca de un punto de conexi¨®n con el resto del sistema europeo¡±, apuntan desde el Ejecutivo espa?ol.
El factor empresarial: de Ter¨¦ga a GRTGaz
A diferencia de lo que ocurre en Espa?a, donde Enag¨¢s ejerce como ¨²nico gestor del sistema gasista, en el pa¨ªs vecino hay dos que se dividen ¡ªaunque poco equitativamente¡ª el territorio: GRTgaz (que domina las cuatro quintas partes del territorio) y Ter¨¦ga (que controla toda la regi¨®n de Pirineos y aleda?os). ¡°El MidCat iba a dar a la zona de Ter¨¦ga, y el Barcelona-Marsella desemboca en la zona de GRTGaz, que es la compa?¨ªa que tambi¨¦n gestiona las interconexiones con Alemania y B¨¦lgica. Es clave; puede agilizar todo bastante¡±, apunta Labanda. El 60% de GRTGaz est¨¢ en manos de la energ¨¦tica Engie, en la que a su vez el Estado franc¨¦s tiene la cuarta parte del capital.
?Gas natural o hidr¨®geno?
La forma de comunicar el proyecto tambi¨¦n contiene una dosis importante de marketing, en palabras de Albert Banal-Esta?ol, profesor del departamento de Econom¨ªa y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra. Los tres Ejecutivos han optado deliberadamente por poner el acento en lo que ser¨¢ en un futuro ¡ªun ¡°corredor de hidr¨®geno verde¡±¡ª en vez de lo que presumiblemente ser¨¢ en sus primeros a?os de operaci¨®n ¡ªun ducto por el que fluir¨¢ gas de origen f¨®sil¡ª.
El porqu¨¦ es sencillo: hasta que el hidr¨®geno verde sea una realidad palpable, Espa?a tiene una oportunidad ¨²nica tanto para poner en valor su propia infraestructura de regasificaci¨®n (seis plantas, m¨¢s que ning¨²n otro pa¨ªs de la UE) como para ayudar al resto del bloque a sobrellevar una crisis energ¨¦tica que va para largo. ¡°Es una infraestructura que es muy urgente hacer, pero por el gas: sobre el hidr¨®geno todav¨ªa hay mucha incertidumbre y su coste a¨²n tiene que bajar mucho. Es una apuesta, y el riesgo es que salga mal¡±, opina Banal-Esta?ol. ¡°Seg¨²n la hoja de ruta del hidr¨®geno, Espa?a solo empezar¨¢ a exportar hidr¨®geno verde en 2030. Pero, ?cu¨¢ndo va a poder generar tanto como para llenar ese tubo?¡±, se pregunta Escribano. ¡°Pasar¨¢n muchos a?os hasta que podamos exportar esas cantidades¡±, a?ade Labanda.
Mucho m¨¢s esc¨¦ptico se muestra Bros: ¡°El tubo entre Barcelona y Marsella no ofrece una soluci¨®n para la crisis: es un proyecto de hidr¨®geno sin que haya a¨²n una econom¨ªa del hidr¨®geno¡±, critica por tel¨¦fono. ¡°De momento es [una presentaci¨®n de] PowerPoint, ya veremos qu¨¦ pasa en diciembre, cuando tengan que dar los detalles¡±.
?Cu¨¢ndo se conocer¨¢n m¨¢s detalles sobre el proyecto?
Los tres pa¨ªses se han emplazado hasta la cumbre de presidentes del sur de Europa (Chipre, Croacia, Eslovenia, Francia, Grecia, Italia, Malta, Portugal y Espa?a), que se celebrar¨¢ en Alicante el 9 de diciembre, para dar a conocer m¨¢s detalles sobre el proyecto. Por ahora, el Gobierno de Pedro S¨¢nchez se limita a enfatizar la ¡°viabilidad t¨¦cnica¡± del proyecto.
?Cu¨¢nto tiempo tardar¨¢ en construirse y c¨®mo se financiar¨¢?
Aunque ninguno de los tres Gobiernos ha dicho nada sobre la cuesti¨®n econ¨®mica, todo parece indicar a que buena parte del dinero proceder¨¢ de fondos europeos: ser¨ªa dif¨ªcil de imaginar que, con el respaldo de dos pa¨ªses del peso de Francia y Espa?a, adem¨¢s del de Portugal y Alemania ¡ªajeno a la discusi¨®n, pero el gran beneficiario de la infraestructura¡ª, Bruselas pueda negarse a incluirlo como Proyecto de Inter¨¦s Com¨²n (PIC), lo que abrir¨ªa la puerta a la financiaci¨®n con dinero de los Veintisiete.
Tampoco hay claridad sobre los tiempos. Este viernes Ribera ha deslizado que ser¨¢n ¡°5, 6 o 7 a?os¡± los que tarde en construirse, sin mayor concreci¨®n. ¡°No hay precedentes de un hidroducto de esta magnitud¡±, recuerdan todos los especialistas consultados. Lo que es seguro es que el proyecto ser¨¢ m¨¢s lento y caro respecto a su versi¨®n original (la pirenaica), aunque fuentes al tanto del mismo remarcan que la tramitaci¨®n suele ser la fase m¨¢s larga y ahora, con un s¨®lido acuerdo tripartito, ser¨¢ ¡°m¨¢s r¨¢pida¡±.
El mayor temor del analista de Elcano es que el proyecto acabe siendo ¡°una patada a seguir¡±: ¡°El riesgo es caer de nuevo en el s¨ªndrome del golfo de Vizcaya¡±, desliza en referencia a los continuos retrasos en el cable el¨¦ctrico que conectar¨¢ ambos pa¨ªses a partir de 2027, mucho despu¨¦s de lo previsto. Bros es a¨²n m¨¢s pesimista con los tiempos: ¡°Hay que hacer todo tipo de papeleo. No estamos hablando de a?os, estamos hablando de al menos una d¨¦cada¡±.
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