Inflaci¨®n: Espa?a versus Alemania
Esta misma crisis con un diferencial de inflaci¨®n y de salarios ser¨ªa mucho m¨¢s costosa en desempleo y coste social
Cuando una econom¨ªa entra a formar parte de una uni¨®n monetaria pierde la capacidad de devaluar su moneda para solucionar problemas de competitividad. Los salarios tienen como referencia la inflaci¨®n a medio plazo y los pa¨ªses m¨¢s inflacionistas tienen subidas de salarios superiores a sus competidores. Si esas subidas no van acompa?adas por mejoras de productividad y eficiencia, las empresas exportadoras del pa¨ªs dejan de ser competitivas y acaban provocando graves crisis de balanza de pagos que provocan a su vez desempleo e inestabilidad financiera.
Eso es lo que sucedi¨® en los a?os setenta tras la muerte de Franco. La democracia hered¨® una econom¨ªa llena de rigideces y la crisis del petr¨®leo provoc¨® una inflaci¨®n en Espa?a muy por encima de nuestros socios europeos. Cuando Felipe Gonz¨¢lez lleg¨® a Moncloa, hace ahora cuarenta a?os, no hab¨ªa reservas de d¨®lares en el Banco de Espa?a y hab¨ªamos perdido el acceso a la financiaci¨®n internacional. Su primera decisi¨®n fue devaluar la peseta y aprobar un plan de ajuste fiscal.
En 1992, Espa?a sufri¨® otra grave crisis de balanza de pagos. Desde 1982 hasta 1992 la inflaci¨®n en Espa?a se dobl¨® y creci¨® cuatro veces m¨¢s que la de Alemania en el mismo periodo. Pero desde 1986 Espa?a hab¨ªa fijado el tipo de cambio contra el marco alem¨¢n. La situaci¨®n fue insostenible para la industria exportadora y fue necesario devaluar cuatro veces la peseta para recuperar la competitividad perdida y volver a crecer y crear empleo.
En 2008 la econom¨ªa espa?ola tuvo que depurar varios desequilibrios acumulados en el ciclo expansivo. El principal fue el sobreendeudamiento de empresas y familias, muy relacionado con la burbuja y el bum inmobiliario. Pero tambi¨¦n fue necesario restaurar la competitividad perdida. Desde 1998, cuando fijamos irrevocablemente el tipo de cambio de la peseta al euro, hasta 2007 que estall¨® la crisis de las hipotecas subprime, la inflaci¨®n en Alemania aument¨® un 15% y en Espa?a un 33%. La devaluaci¨®n empobrece a los pa¨ªses sin que sean conscientes. Dentro del euro el ajuste en 2008 tuvo que ser por devaluaci¨®n salarial y eso implic¨® subir la tasa de paro al 27%.
De nuevo la econom¨ªa espa?ola sufre una perturbaci¨®n externa. En este caso es la fuerte subida del precio del gas y en menor medida del resto de materias primas. Pero por primera vez en nuestra historia de los ¨²ltimos siglos nuestra inflaci¨®n crece similar a la de Alemania, EEUU y el resto de pa¨ªses m¨¢s desarrollados. En octubre, un a?o y medio despu¨¦s de comenzar la crisis energ¨¦tica, nuestra inflaci¨®n fue inferior a la del promedio europeo. Nuestra inflaci¨®n subyacente fue similar a la del promedio europeo. Y nuestra inflaci¨®n del sector servicios, cuyos precios se fijan en cada pa¨ªs y reflejan mejor los salarios dom¨¦sticos, crecieron un 4%, igual que en Alemania.
Esta misma crisis con un diferencial de inflaci¨®n y de salarios ser¨ªa mucho m¨¢s costosa en desempleo y coste social. El reto ahora es conseguir aumentar la productividad y los salarios sin generar diferenciales de inflaci¨®n, algo que los espa?oles a¨²n no hemos conseguido hacer.
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