El nuevo jefe de FTX acusa a la anterior c¨²pula de ocultar la compra de casas en Bahamas para sus empleados
John Ray III, que ha asumido el control de la entidad tras su quiebra, lanza duras cr¨ªticas contra la antigua direcci¨®n del exchange de criptomonedas
El primer escrito de John Ray III como nuevo responsable de la plataforma de criptomonedas FTX tras su bancarrota no tiene desperdicio. El responsable de tratar de extraer el m¨¢ximo valor posible a la entidad con sede en Bahamas para compensar a sus clientes y accionistas ha dirigido una dura diatriba contra el modo en que actu¨® la anterior direcci¨®n, liderada por el californiano Sam Bankman-Fried, de 30 a?os. ¡°Nunca en mi carrera hab¨ªa visto un fracaso tan completo de los controles corporativos y una ausencia tan completa de informaci¨®n financiera confiable como aqu¨ª¡±, dispara en un explosivo texto de 30 p¨¢ginas presentado al tribunal del distrito de Delaware.
Y Ray III ha visto muchas cosas en sus 40 a?os de carrera. Fue el liquidador de la compa?¨ªa energ¨¦tica Enron despu¨¦s de su quiebra, uno de los cap¨ªtulos m¨¢s oscuros de la Am¨¦rica corporativa. Pero esta, dice el experto en insolvencias, se lleva la palma. Tanto por la ¡°defectuosa¡± supervisi¨®n regulatoria en el extranjero, como por la propia concentraci¨®n de poder en el clan de Bankman-Fried, ¡°un grupo muy peque?o de personas sin experiencia ni preparaci¨®n¡±, como las describe el nuevo mandam¨¢s de FTX, que habla de un caso ¡°sin precedentes¡± en su trayectoria legal, pese a que esta ha estado plagada de actividades delictivas, malversaciones e imaginativas estructuras financieras.
Entre los recados a la antigua direcci¨®n, deja entrever la existencia de operaciones opacas en beneficio propio. ¡°En las Bahamas, entiendo que los fondos corporativos del Grupo FTX fueron utilizados para comprar casas y otros art¨ªculos personales para empleados y asesores. Entiendo que no parece haber documentaci¨®n sobre algunas de estas transacciones, como pr¨¦stamos, y que ciertos bienes inmuebles se registraron a nombre personal de estos empleados y asesores en los registros de las Bahamas¡±, afirma el escrito. Concluye, por tanto, que los controles sobre los desembolsos eran inapropiados, y muchos de ellos se efectuaban en grupos de mensajer¨ªa donde los supervisores los aprobaban con un emoji.
Este primer examen sobre la situaci¨®n de FTX pone en la picota la gesti¨®n de Sam Bankman-Fried, fundador y consejero delegado, que viv¨ªa junto a un grupo de fieles directivos en una mansi¨®n de Bahamas que ya ha puesto a la venta por casi 40 millones de d¨®lares. El joven lleg¨® a amasar una fortuna valorada en 26.500 millones de d¨®lares, pero la crisis de liquidez que sufri¨® la compa?¨ªa tras las sospechas de que utiliz¨® fondos de sus clientes para realizar operaciones de alto riesgo y utiliz¨® como colateral los tokens de su propio exchange, ha hecho esfumarse su fortuna en solo unos d¨ªas. Y lo que es m¨¢s grave, ha dejado a cientos de miles, sino millones, de peque?os inversores de todo el mundo sin sus ahorros.
Desde que se produjo la bancarrota, Bankman-Fried ha pedido perd¨®n y ha reconocido sus errores utilizando varias veces una gr¨¢fica expresi¨®n: ¡°la cagu¨¦¡±. Pero en las ¨²ltimas horas su tono ha cambiado. En un hilo de mensajes en Twitter dice ahora arrepentirse de haber declarado la bancarrota de FTX en lugar de seguir tratando de recaudar fondos para salvar a la empresa, una decisi¨®n que afirma haber tomado por la presi¨®n de su entorno.
El alcance de la bancarrota es todav¨ªa desconocido. Los particulares no pueden acceder al capital que guardaban en la plataforma para hacer operaciones o que ten¨ªan invertido a trav¨¦s de ella, y no saben si alg¨²n d¨ªa recuperar¨¢n algo. Bankman-Fried es consciente de ello. ¡°Mi objetivo, mi ¨²nico objetivo, es hacer lo correcto para los clientes. Estoy ayudando en todo lo que puedo. Me reunir¨¦ en persona con los reguladores y trabajar¨¦ con los equipos para hacer lo que podamos por los clientes. Y despu¨¦s de eso, los inversores. Pero primero, los clientes¡±.
No est¨¢ nada claro que esos esfuerzos vayan a dar resultado. Por ahora, se busca tener acceso a todas las cuentas y recursos de FTX, y evitar que Bankman-Fried o alguno de los suyos caiga en la tentaci¨®n de hacerse con esos fondos. Para eso, el documento de Ray III explica que han estado en contacto con las entidades financieras que puedan alojar ese dinero. ¡°Estas instituciones bancarias han recibido instrucciones de congelar retiros y han sido advertidas de no aceptar instrucciones del Sr. Bankman-Fried u otros signatarios¡±.
El an¨¢lisis de John Ray III tambi¨¦n se?ala el modo en que los exdirectivos de FTX custodiaban los activos de sus clientes, Apunta a que no manten¨ªan los libros y registros apropiados, ni los controles de seguridad, y se us¨® un software ¡°para ocultar el mal uso de los fondos de los clientes¡±. Hasta ahora, aseguran haber recuperado unos 740 millones en criptomonedas, solo una fracci¨®n de los activos que esperan obtener.
Aunque aclara que la investigaci¨®n acaba de empezar y queda todav¨ªa mucho por descubrir, la primera impresi¨®n es que muchos de los empleados del Grupo FTX, incluidos algunos de sus altos ejecutivos, no estaban al tanto del modo irregular en que Bankman-Fried dirig¨ªa la entidad. ¡°De hecho, algunas de las personas m¨¢s perjudicadas por estos hechos son empleados y ejecutivos actuales y anteriores, cuyas inversiones personales y reputaciones han sufrido¡±, concluye.
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