Vuelve el deshollinador, un oficio escaso y acechado por ¡°los piratas y los cu?adismos¡±
Las lumbres y chimeneas, muy cotizadas por la crisis energ¨¦tica, requieren cuidados profesionales para evitar riesgos pero apenas quedan 250 profesionales certificados en Espa?a
¡°Josefa, luego te llamo, que estoy con la cabeza metida en una chimenea¡±. ?ngel Vilches, de 48 a?os, se toma muy en serio su oficio de deshollinador. No quiere distracciones. El hombre viste de negro con una camiseta dise?ada como si luciera traje y corbata. Su nombre en el sector avala su minuciosidad: M¨ªster Black (se?or negro, en ingl¨¦s). ?l se encarga de que viviendas como la de Ana Sastre, de 50 a?os, en Torrecaballeros (Segovia), tengan bien limpias las chimeneas, una materia regulada por ley y v¨ªctima de peligrosos ¡°cu?adismos¡±, pues una chapuza puede provocar un incendio poco deseable ahora que la crisis energ¨¦tica hace replantearse encender la calefacci¨®n moderna. ¡°Putin nos ha hecho el marketing¡±, asume el especialista, con 1.200 chimeneas en su curr¨ªculo y subiendo, visto las m¨²ltiples llamadas que recibe. Es uno de los 250 deshollinadores que apenas quedan en Espa?a, seg¨²n la Asociaci¨®n de Deshollinadores de Espa?a (ASDE).
¡°El lunes es un d¨ªa cabr¨®n, la gente va el finde al pueblo y ve que la chimenea est¨¢ atascada¡±, explica el profesional, que recita al tel¨¦fono sus condiciones: 185 euros por el trabajo completo, que var¨ªa seg¨²n la ¨¦poca y la demanda, y la homologaci¨®n de la chimenea, materia legislada desde 2006 para intentar evitar que los apa?os caseros supongan disgustos. Atiende avisos de Segovia, Madrid, Toledo, ?vila y Valladolid.
Para esto ¡°no vale cualquiera¡±, destaca Vilches, rodeado por un complejo aparataje que ¨¦l mismo ha ido dise?ando para ofrecer el mejor de los servicios. Este caso le ha llevado algo m¨¢s de una hora y no le ha manchado las manos, otro t¨®pico en un gremio al que este integrante echa en falta m¨¢s cari?o en Espa?a: ¡°En Inglaterra, el deshollinador trae buena suerte y le frotan el hombro¡±.
Ana Sastre, la due?a de la casa, observa unas labores que no arrojan ni una pizca de holl¨ªn o ceniza sobre su colecci¨®n de obras de Stephen King. ¡°Solemos venir en verano, pero tenemos claro que hay que limpiar la chimenea, siempre la hemos usado como apoyo a la calefacci¨®n de gasoil¡±, describe la propietaria, que a¨²n almacena madera del a?o pasado, comprada a 12 c¨¦ntimos el kilo. El precio ahora se ha doblado porque cada vez m¨¢s gente quiere este sistema, lo que redunda en la agenda de Mr. Black, acuclillado e introduciendo c¨¢maras por el tubo para observar cada mil¨ªmetro del conducto que desahoga el humo y evita sustos. Adem¨¢s, con el confinamiento, muchos espa?oles se mudaron a sus casas de campo y decidieron reformar la chimenea de forma profesional. ¡°Entre la guerra y la pandemia se han juntado el hambre con las ganas de comer¡±, zanja el hombre.
Vilches, que trabajaba como instructor de conducci¨®n de Porsche antes de lanzarse a este mundillo, presume de una certificaci¨®n espec¨ªfica, el RITE, un reglamento de instalaciones t¨¦rmicas que debe conocer quien quiera trabajar con chimeneas. Este deshollinador, que lamenta que la gente contrata sus servicios muchas veces cuando ya ha habido problemas y no de forma preventiva, es miembro de la Asociaci¨®n de Deshollinadores de Espa?a (ASDE).
ASDE clama por profesionalizar el sector y evitar los ¡°piratas¡± y los ¡°cu?adismos¡± que, mediante arreglos de andar por casa, acaban perpetrando riesgos que pueden ocasionar incendios por el excesivo calentamiento de las chimeneas. El presidente de ASDE, Gorka Eraso, tiene contabilizados unos 250 deshollinadores por el pa¨ªs y precisa que muchos ¡°listillos o alba?iles sin conocimientos que ni hacen facturas¡± aprovechan la temporada de deshollinado para poner anuncios, facturar y dejarlo cuando terminan los meses de fr¨ªo. La entidad constata un aumento de usuarios de chimeneas en busca de ahorro energ¨¦tico, lo que apuntal¨® la tendencia vista desde la pandemia, con m¨¢s limpiezas en instalaciones ¡°paradas desde hace 15 a?os¡±. Para abordarlas necesitan una protecci¨®n adecuada porque ¡°el holl¨ªn es muy sucio y cancer¨ªgeno, pero el riesgo se minimiza¡±. Los residuos acaban en un punto limpio, pues ¡°no se pueden tirar al contenedor de toda la vida¡±.
Eraso y la organizaci¨®n operan siempre con licencias profesionales que requieren formaci¨®n ratificada por el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica, de ah¨ª su enfado con el ¡°instrusismo¡±. Mismo cabreo el de Mr. Black, que proclama que ¡°no ser¨ªa feliz sin chimenea¡±, una afici¨®n que profesionaliz¨® a ra¨ªz del coronavirus y que lo ha llevado a especializarse tanto en su taller, donde aprende faenando con esas manos que tan r¨¢pidas se mueven en las canalizaciones del humo, como en cursos en Birmingham (Inglaterra) o en otro que har¨¢ en Francia. ¡°Funciono en la nobleza, que si no no duermo¡±, sostiene el experto, que acude a misiones de urgencia en Nochevieja o Nochebuena ante llamadas alarmadas porque en unas horas habr¨¢ una reuni¨®n familiar en un sal¨®n donde el tiro de la chimenea no funciona.
Vilches tiene ya contratadas a dos personas, a las que ha impartido una formaci¨®n minuciosa ¡°hombro con hombro durante un mes¡±. El equipo lleva el mismo aspirador ¡°tuneado¡± y herramientas variopintas de fabricaci¨®n propia. Eso s¨ª, la competencia es sana con otros limpiadores, que se coordinan para darse consejos o recomendar instrumentos o productos eficaces. ¡°Somos el Porsche de las chimeneas¡±, bromea Vilches antes de meterse en el coche, adornado con el elegante logo de un hombre trajeado inspirado en la pel¨ªcula Reservoir Dogs, solo que en la mano lleva un plumero. Se va pitando hacia un nuevo encargo ahora que llega el fr¨ªo.
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