La pensi¨®n m¨¢xima subir¨¢ un 3% hasta 2050 y la cotizaci¨®n m¨¢s alta, un 35%

El Ministerio de Seguridad Social ya tiene negro sobre blanco su propuesta para la segunda parte de la reforma de las pensiones. En ella prev¨¦ que la pensi¨®n m¨¢xima repunte un 3,03% entre 2025 y 2050, mientras que la base m¨¢xima de cotizaci¨®n crecer¨ªa en esos 26 a?os un 34,76%. Es decir, la cotizaci¨®n subir¨¢ 10 veces m¨¢s que la pensi¨®n. Se pone sobre la mesa un incremento anual del 0,115% en las prestaciones m¨¢ximas frente a otro del 1,154% al a?o en las contribuciones m¨¢s altas. As¨ª figura en la documentaci¨®n, a la que ha tenido acceso EL PA?S, que ha entregado el Gobierno a patronal y sindicatos y que servir¨¢ de base para la negociaci¨®n.

Estas cifras son en t¨¦rminos reales, esto es, una vez restada la inflaci¨®n. En consecuencia, estas subidas se sumar¨¢n a las actualizaciones con el IPC que se har¨¢n por ley todos los a?os en estos conceptos. Hasta ahora, este incremento se hac¨ªa de forma discrecional en los Presupuestos. Aunque era habitual subirlo con los precios, hab¨ªa a?os en los que no se tocaba o se empleaban otros criterios.

El ministro de Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, siempre ha defendido que la subida de la pensi¨®n m¨¢xima ser¨ªa igual a la de la cotizaci¨®n. Pero que se har¨ªa con un desfase temporal para poder afrontar la jubilaci¨®n del baby boom. Al final, este lapso durar¨¢ en realidad 25 a?os. Seg¨²n se recoger¨¢ en una disposici¨®n a?adida a la ley de Seguridad Social, a partir de 2050, el Gobierno y los agentes sociales tendr¨¢n que negociar cu¨¢nto elevan la pensi¨®n m¨¢xima ¡°hasta alcanzar un incremento real acumulado del 30%¡±, dice el documento. De modo que la decisi¨®n de abordar esta importante alza de costes se deja a futuros gobiernos y agentes sociales.

En euros de 2023, una vez descontada la inflaci¨®n, la cotizaci¨®n m¨¢xima pasar¨ªa del entorno de los 54.000 euros hasta los 75.000 en 2050. Y la pensi¨®n m¨¢xima, desde unos 42.000 a unos 45.000 euros. O dicho de otro modo: el que contribuya con 75.000 solo recibir¨¢ en proporci¨®n a 45.000.

Como consecuencia de esta reforma, la pensi¨®n m¨¢xima en 2050 solo supondr¨ªa el 59,7% de la contribuci¨®n m¨¢xima a la Seguridad Social. Habr¨ªa un desfase del 40% que reducir¨ªa la contributividad del sistema. En la actualidad, la prestaci¨®n m¨¢xima representa el 78,1% de la contribuci¨®n m¨¢s alta a la Seguridad Social. Se calcula que hay en torno a un mill¨®n de trabajadores en estos tramos salariales, uno de cada 10.

¡°La propuesta implicar¨ªa una fuerte subida de impuestos para los trabajadores en un determinado tramo de renta, que ver¨¢n sensiblemente aumentadas sus cotizaciones sin que esto se traduzca en una mayor pensi¨®n. La medida ayudar¨ªa a garantizar la viabilidad del sistema, pero no ser¨ªa ni mucho menos suficiente y concentrar¨ªa el esfuerzo sobre un grupo determinado de trabajadores, lo que no parece muy equitativo por m¨¢s que se trate de un colectivo con salarios relativamente elevados. Habr¨ªa que ver, tambi¨¦n, los posibles efectos sobre el empleo¡±, afirma ?ngel de la Fuente, director de Fedea.

Por su parte, los sindicatos y Podemos consideran que esta es la manera de hacer m¨¢s sostenible el sistema. Es m¨¢s, creen necesario que haya un destope total y cotice toda la masa salarial. De esta forma, en vez de recaudar un 0,3% del PIB, unos 4.000 millones de euros a fecha de hoy, los ingresos ascender¨ªan hasta el 0,7% del PIB, unos 10.000 millones.

Subida de cotizaci¨®n por el MEI

A esta subida se suma que se elevar¨¢ el tipo de cotizaci¨®n, ahora situado en el 36% y del cual 28,3 puntos se destinan a financiar el sistema de pensiones. Este tipo subir¨¢ en 0,6 puntos porcentuales en 2023 y se mantendr¨¢ as¨ª hasta 2050 por el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). La subida por este instrumento, que servir¨¢ para reponer la hucha de las pensiones, afectar¨¢ a todos los trabajadores. 0,5 puntos los financiar¨¢ la empresa y 0,1, el empleado.

En cuanto a la ampliaci¨®n del periodo utilizado para calcular la pensi¨®n, este pasar¨¢ de los ¨²ltimos 25 a?os que se usan en la actualidad hasta los 30 a?os. Pero con la posibilidad que se descarten los dos peores. Esto har¨ªa que el ahorro que se pueda conseguir por esta medida sea nulo, si bien el impacto ser¨¢ muy distinto seg¨²n sea el caso individual. En carreras estables podr¨ªa suponer una peque?a merma. En cambio, beneficiar¨ªa a aquellos que hayan perdido un par de a?os de cotizaci¨®n. El nuevo periodo para calcular la pensi¨®n empezar¨¢ a aplicarse en 2027, aunque de forma muy gradual: se aumentar¨¢ en tres meses por a?o hasta 2038, cuando estar¨¢n en vigor de forma plena los 30 a?os.

Este es el papel que da el pistoletazo de salida a la negociaci¨®n que el ministro Escriv¨¢ quiere concluir antes de que acabe el a?o. Tiene muy dif¨ªcil que la patronal pueda aceptarlo en estos t¨¦rminos por el incremento de los costes laborales. Tendr¨¢ que atarlo con Unidas Podemos, los sindicatos y el bloque parlamentario de la investidura. Los sindicatos ya le reclaman que, a cambio de la extensi¨®n del periodo de c¨®mputo, se incluya el contrato de relevo, del que se beneficia mucho la industria, pero cuyo coste asciende para la Seguridad Social a los 100.000 euros por persona beneficiada.

El profesor de la Universidad Rey Juan Carlos Miguel ?ngel Garc¨ªa explica que con las medidas adoptadas se mantendr¨¢ un abultado d¨¦ficit. El Gobierno calcula que, tras volver a indexar las prestaciones con el IPC, el gasto subir¨¢ hasta el 16,6% del PIB en 2050, incluyendo clases pasivas y no contributivas. En la actualidad se recauda un 11,2% del PIB con las cuotas sociales. Un 0,2% del PIB adicional se ingresar¨¢ con el MEI. Hay 1,4 puntos de PIB que se transfieren desde Hacienda por gastos impropios y 0,3 de complementos por m¨ªnimos. Aunque se llegase al 0,7 del PIB haciendo cotizar por toda la masa salarial, los ingresos solo llegar¨ªan a los 13,8 puntos de PIB. La diferencia asciende a cerca de 3 puntos de PIB, unos 40.000 millones, el equivalente a aumentar la recaudaci¨®n del IRPF casi un 40%. Tanto Podemos como los sindicatos ven factible que, con el paso del tiempo, se pueda ir engordando gradualmente la recaudaci¨®n para costear este aumento de los desembolsos en pensiones.