De la mansi¨®n de lujo a una c¨¢rcel llena de ratas, la ca¨ªda del joven rey de las criptomonedas
Sam Bankman-Fried llevaba una vida de excesos, drogas y poliamor con los fondos de los clientes de FTX
Un trayecto de 27 kil¨®metros separa el exclusivo complejo residencial de Albany de la c¨¢rcel de Fox Hill, casi en los dos extremos de Nueva Providencia, la isla m¨¢s poblada de las Bahamas. Entre ambos lugares, hay un mundo de distancia. El joven rey ca¨ªdo de las criptomonedas, Sam Bankman-Fried, ha pasado de la mansi¨®n de lujo donde llevaba una vida de excesos, drogas y poliamor con otros amigos y directivos de FTX ¡ªa costa del dinero de clientes e inversores estafados¡ª a una c¨¢rcel en condiciones lamentables.
La ¨²nica prisi¨®n de Bahamas sufre problemas de ¡°hacinamiento, mala alimentaci¨®n, saneamiento inadecuado y atenci¨®n m¨¦dica insuficiente¡±, con ¡°celdas infestadas de ratas, gusanos e insectos¡±, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Departamento de Estado sobre el pa¨ªs. El juez deneg¨® a Bankman-Fried la libertad bajo fianza y deber¨¢ esperar all¨ª hasta ser extraditado a Estados Unidos, donde el fiscal le acusa de ocho delitos que conllevan un m¨¢ximo de 115 a?os de c¨¢rcel.
Sus padres, profesores de Derecho en Stanford, acudieron a la vista y se despidieron de ¨¦l con un abrazo. Bankman-Fried se despide tambi¨¦n de una vida de excesos financiados con los 8.000 millones de d¨®lares (una cantidad similar en euros) supuestamente desviados de los clientes del mercado de criptodivisas FTX. Bankman-Fried y otros directivos usaron cientos de millones para comprar casas de lujo en Bahamas para ellos y los empleados. El fundador de la firma viv¨ªa en una gran mansi¨®n junto con otros veintea?eros amigos y a la vez directivos del grupo. Sus padres disfrutaban de otra casa en la isla, pagada tambi¨¦n por la empresa, que compr¨® decenas de viviendas para sus empleados.
No se privaban de nada. El Financial Times public¨® que tras trasladar la sede de la compa?¨ªa de Hong Kong a Bahamas el pasado a?o, los empleados descubrieron que all¨ª no llegaba el reparto de Amazon. Contrataron un servicio privado de transporte a¨¦reo, de forma que los env¨ªos llegasen a Miami y, de ah¨ª, a la isla.
Vida en com¨²n
Bankman-Fried, de 30 a?os, no solo enga?¨® a inversores, prestamistas y clientes. Tambi¨¦n vendi¨® de s¨ª una falsa imagen de persona austera (que conduc¨ªa un Toyota Corolla y vest¨ªa en camiseta y bermudas) y altruista, que solo quer¨ªa ganar dinero para entregarlo a buenas causas. Cuando hablaba de su mansi¨®n de lujo de 30 millones de d¨®lares, se refer¨ªa a ella como ¡°un apartamento¡± para cuatro personas que hab¨ªan convertido en uno para diez. ¡°Es agradable, aunque estamos hacinados¡±, dec¨ªa en una entrevista a la CNBC, hace poco m¨¢s de tres meses, cuando a¨²n presum¨ªa del legado que iba a dejar al mundo con su generosidad. Comida, masajes y gasto en locales de la zona corr¨ªan por cuenta de la empresa. Los l¨ªmites entre trabajo y vida personal se desdibujaban.
A los otros nueve compa?eros de piso los hab¨ªa conocido en el Massachusetts Institute of Technology (donde estudi¨® F¨ªsica) o en la firma de inversi¨®n Jane Street, donde inici¨® su carrera profesional y aprendi¨® m¨¦todos de inversi¨®n cuantitativos. En el grupo que viv¨ªa en la mansi¨®n estaban los otros dos fundadores de FTX, Gary Wang (jefe de tecnolog¨ªa) y Nishad Singh (director de ingenier¨ªa), as¨ª como Caroline Ellison, la gestora de Alameda Research, la firma cripto privada de Bankman-Fried, que ha desempe?ado un papel clave en el fraude.
Ellison, de 28 a?os, ha sido la pareja m¨¢s estable de Bankman-Fried, pero seg¨²n la publicaci¨®n especializada Coin Desk, la misma que revel¨® la noticia que provoc¨® el derrumbe del grupo, ¡°los diez est¨¢n, o sol¨ªan estar, emparejados en relaciones rom¨¢nticas entre s¨ª¡±. Practicaban el poliamor, una forma consensuada de poligamia en la que las parejas buscan m¨²ltiples relaciones rom¨¢nticas o sexuales o, seg¨²n la profesora de la Universidad de Washington experta en la materia Riki Thompson, viv¨ªan m¨¢s bien una pol¨ªcula (palabra formada con poliamor y mol¨¦cula), una red de relaciones rom¨¢nticas interconectadas. The Wall Street Journal tambi¨¦n ha publicado que las relaciones rom¨¢nticas entre los miembros de las altas esferas de FTX eran comunes.
La propia Caroline Ellison escribi¨® un mensaje en la red social Tumblr en el que se refer¨ªa a su experiencia: ¡°Cuando comenc¨¦ mi primera incursi¨®n en el poli [amor], pens¨¦ en ello como una ruptura radical con mi pasado. Pero para ser sincera, he llegado a la conclusi¨®n de que el ¨²nico estilo aceptable de poli se caracteriza mejor como un ¡®har¨¦n chino imperial¡¯... ninguna de estas tonter¨ªas no jer¨¢rquicas. Todos deber¨ªan tener una clasificaci¨®n de sus parejas, la gente deber¨ªa saber d¨®nde se ubican en la clasificaci¨®n y deber¨ªa haber luchas de poder por las clasificaciones¡±, dijo.
Bankman-Fried se mostraba molesto en una entrevista reciente cuando le preguntaban por ello, tras publicarse las primeras informaciones al respecto: ¡°En mi humilde opini¨®n, como sociedad ya hemos gastado el tiempo suficiente esta semana tratando de averiguar si alguien que vive en Albany practicaba el poliamor¡±, contest¨®. El fundador de FTX asegura que ya no manten¨ªa ninguna relaci¨®n sentimental con Ellison. Publicaciones especializadas aseguran que ha sido vista en Nueva York y especulan con que est¨¦ negociando colaborar con las autoridades en las investigaciones contra Bankman-Fried.
Medicaci¨®n
Estimulantes, antidepresivos y otros f¨¢rmacos formaban parte tambi¨¦n de la dieta habitual de la mansi¨®n de Albany. ¡°Nada como el consumo regular de anfetaminas para apreciar lo tonta que es la experiencia humana normal, no medicada¡±, tuite¨® Ellison el a?o pasado. ¡°Estimulantes al despertar, somn¨ªferos si los necesitas al dormir¡±, tuite¨® en 2019 Bankman-Fried, que en una entrevista para un podcast asegur¨® en 2020 que ¡°probablemente la mitad de la gente o m¨¢s deber¨ªa tomar medicamentos de alg¨²n tipo, porque simplemente te hacen la vida mucho mejor¡±.
Alababa especialmente los nootr¨®picos, o f¨¢rmacos que potencian el cerebro, que te pueden ¡°cambiar la vida¡±. En una entrevista reciente en un foro del New York Times aseguraba que nunca vio que se consumiesen drogas ilegales en la oficina o en las fiestas de su mansi¨®n. Precisaba luego que eran m¨¢s bien cenas, que no hab¨ªa fiestas salvajes y que ni siquiera se beb¨ªa apenas alcohol. ¡°Cuando hac¨ªamos fiestas jug¨¢bamos a juegos de mesa¡±, aseguraba.
Bankman-Fried asegura que consum¨ªa f¨¢rmacos que le hab¨ªan recetado para concentrarse. En la vista de la libertad condicional lo primero que hizo fue reclamar su medicaci¨®n, que le hab¨ªa sido retirada en la detenci¨®n. Cuando dijo que para pon¨¦rsela ten¨ªa que quitarse la camisa, el juez le dijo que saliera. El fundador de FTX usa parches de Ensam, un potente antidepresivo.
La monta?a de enga?os tuvo un gran envoltorio. Antes del colapso del grupo, Bankman-Fried se hab¨ªa gastado 135 millones de d¨®lares en patrocinar a los Miami Heat, el equipo de la NBA. Tambi¨¦n hab¨ªa fichado a famosos como la supermodelo Gisele Bundchen, su exmarido Tom Brady, el mejor jugador de f¨²tbol americano de la historia, o la estrella del baloncesto Stephen Curry. Coloc¨® un anuncio en la Superbowl. Tambi¨¦n hizo donaciones multimillonarias al Partido Dem¨®crata y al Republicano, que la fiscal¨ªa considera ilegales porque se financiaban con los fondos de los clientes de la plataforma.
La fortuna de Bankman-Fried lleg¨® a superar los 25.000 millones de d¨®lares ¡ªsobre el papel¡ª cuando FTX val¨ªa m¨¢s que el Deutsche Bank. Recibi¨® cientos de millones de d¨®lares en ¡°pr¨¦stamos¡± de la empresa, de nuevo con dinero de los clientes. Ahora dice que le quedan unos 100.000 d¨®lares en el banco. Tiene adem¨¢s deudas multimillonarias con la empresa.
Un comienzo exitoso
Bankman-Fried era un estudiante brillante. Nacido en 1992 en el campus de la Universidad de Stanford, donde ejerc¨ªan sus padres, mostr¨® su capacidad para las matem¨¢ticas desde adolescente. Lo pas¨® mal en el instituto y luego ingres¨® en el MIT, donde encaj¨® en una fraternidad donde hab¨ªa m¨¢s partidas de videojuegos que borracheras y conoci¨® a Wang, ya por entonces experto en criptomonedas. Hizo pr¨¢cticas en la firma de inversi¨®n Jane Street Capital y se incorpor¨® a ella tras licenciarse. Se le daba bien. All¨ª conoci¨® a Caroline Ellison.
Por entonces hab¨ªa empezado a mostrar inter¨¦s en el altruismo y sosten¨ªa que en lugar de trabajar para un centro de ayuda a los dem¨¢s era m¨¢s efectivo hacerse rico y donar su fortuna. Al cabo de tres a?os, dej¨® Jane Capital y mont¨® con Wang, experto en tecnolog¨ªa que por entonces hab¨ªa empezado a trabajar en Google, su propia firma de inversi¨®n especializada en criptomonedas, Alameda Research, domiciliada en Delaware, pero con sede en Berkeley (California).
La idea era sencilla y sali¨® bien: se trataba de hacer arbitraje, aprovechar las diferencias de precios entre mercados. El bitcoin cotizaba mucho m¨¢s alto en Corea del Sur y en Jap¨®n que en Estados Unidos. Si era capaz de vencer las trabas regulatorias y los problemas de liquidez de un mercado poco desarrollado como el de los criptoactivos, pod¨ªa comprar criptodivisas en Estados Unidos y venderlas en Asia hasta un 30% m¨¢s caras. Dinero f¨¢cil.
Alameda tuvo ¨¦xito. El siguiente paso parec¨ªa natural: ser ¨¦l mismo el que crease una plataforma de negociaci¨®n de criptodivisas para facilitar un mercado l¨ªquido y relativamente organizado que facilitase a grandes y peque?os inversores el acceso a las criptomonedas. Dio el paso en 2019. Fund¨® el mercado en Hong Kong, que ten¨ªa una regulaci¨®n m¨¢s favorable. Era en realidad una buena idea, el mercado funcionaba razonablemente bien, estaba bien dise?ado y fue un ¨¦xito comercial, aunque ya presentaba deficiencias en sus sistemas de control de riesgos y en la operativa interna (se autorizaban los deembolsos con emoticonos en chats internos).
Sin embargo, desde el principio era un fraude, porque las garant¨ªas y condiciones que se impon¨ªan a todos los dem¨¢s clientes, no se le exig¨ªan a Alameda, la firma del propio Bankman-Fried, algo que ocult¨® a inversores y depositantes. Adem¨¢s, los fondos de los clientes de FTX se desviaban a Alameda, que los tomaba con un pr¨¦stamo, pero sin verdaderas garant¨ªas. Los fondos de FTX, dirigido por Bankman-Fried, y de Alameda, con Ellison al frente, se mezclaron.
Mientras el mercado fue viento en popa y Alameda segu¨ªa ganando con sus inversiones, Bankman-Fried pudo enga?ar a todo el mundo. Con la crisis de las criptomonedas emprendi¨® una huida hacia delante hasta que se descubri¨® el pastel: hab¨ªa desviado 8.000 millones de los clientes a su propio fondo. El h¨¦roe de las criptomonedas era un villano, seg¨²n los cargos presentados contra ¨¦l. Si resulta condenado, le espera una larga temporada entre rejas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.