Lula calma a los mercados mientras dise?a una nueva regla fiscal para contener el d¨¦ficit

Durante la campa?a electoral se supo poco de su pol¨ªtica econ¨®mica y ahora, casi tres semanas despu¨¦s de que tomara posesi¨®n, se sabe pr¨¢cticamente lo mismo. Luiz In¨¢cio Lula da Silva tom¨® la Presidencia de Brasil por tercera ocasi¨®n el primer d¨ªa del a?o con la promesa de erradicar la pobreza que actualmente aqueja a 28% de la poblaci¨®n. Esto gener¨® desconfianza en los mercados, los cuales cayeron en los primeros d¨ªas de su gobierno, poniendo a Lula en la cuerda floja. El mandatario deber¨¢ encontrar el balance entre la confianza del sector privado y su popularidad.

La fijaci¨®n del presidente con la pobreza no es nueva y ni aleatoria. Los ¨²ltimos a?os, desde 2019 a la fecha, han sido de agresivas fluctuaciones econ¨®micas para los brasile?os. La pandemia de la covid-19 sumi¨® al pa¨ªs en una de las peores recesiones de su historia, por lo que la Administraci¨®n del ex presidente Jair Bolsonaro emprendi¨® en un agresivo programa de transferencias monetarias que sac¨®, moment¨¢neamente, a 15,3 millones de personas de la pobreza, seg¨²n datos del Banco Mundial (BM).

¡°Desafortunadamente, la recuperaci¨®n econ¨®mica de 2021 en Brasil [con un crecimiento de 4,6% en t¨¦rminos reales] no pudo evitar un repunte de la pobreza¡±, escribieron especialistas del BM en un documento publicado en octubre del a?o pasado. ¡°La recuperaci¨®n econ¨®mica no estuvo acompa?ada de una fuerte recuperaci¨®n del mercado laboral, ya que el crecimiento econ¨®mico estuvo liderado por los subsectores de la industria y los servicios, que son relativamente poco intensivos en mano de obra. A fines de 2021, menos personas participaban activamente en el mercado laboral que en el cuarto trimestre de 2019¡å.

La reducci¨®n de la paga gubernamental contra la pobreza llamada Auxilio Emergencial y la alta inflaci¨®n impulsaron de nuevo la pobreza hasta alcanzar niveles previos a la pandemia. En 2021, alrededor del 28,4% de los brasile?os (o 60,5 millones de personas) eran pobres, estima el Banco Mundial. Lula, durante sus primeros dos mandatos como presidente entre 2003 y 2010, redujo significativamente la pobreza, por lo que su promesa de hacerlo de nuevo lo impuls¨® en los comicios.

Pero los tiempos cambiaron y Lula no tiene el mismo espacio para maniobrar que tuvo antes. Bajo Bolsonaro y sobre todo en la recta final hacia los comicios de octubre pasado, el Gobierno gast¨® muy por encima de lo que le permit¨ªa el techo fiscal que durante a?os mantuvo las finanzas p¨²blicas sanas. Ahora, Lula deber¨¢ seguir gastando en programas sociales para atacar la pobreza y regresar las finanzas a su punto de equilibrio.

El nuevo ministro de Econom¨ªa, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), anunci¨® el jueves pasado algunas medidas que, asegur¨®, pondr¨¢n al pa¨ªs en un camino hacia una reducci¨®n del d¨¦ficit primario, el cual refiere al saldo entre los ingresos y los gastos corrientes de un Gobierno, excluyendo los intereses de la deuda. Las medidas incluyen cambiar las reglas por las que las empresas generan cr¨¦ditos fiscales, para recaudar m¨¢s impuestos y la renegociaci¨®n de la deuda tributaria que le permitir¨ªa al Gobierno poner multas y generar intereses sobre las cuentas. Haddad se comprometi¨®, adem¨¢s, a gastar por debajo de lo que el Congreso le tiene permitido al Gobierno este a?o y buscar¨¢ la aprobaci¨®n de una reforma fiscal para junio.

Esto fue bien recibido por el sector privado y los mercados se estabilizaron, pero no es realmente una gu¨ªa clara de c¨®mo har¨¢ el Gobierno para priorizar los programas sociales sin sacrificar la tan necesaria inversi¨®n p¨²blica, apunta Carlos Nepomuceno, analista de la firma consultora Eurasia en Brasil. ¡°El Gobierno lo que est¨¢ diciendo es ¡®primero nos enfocaremos en esto y luego propondremos una nueva regla fiscal para el futuro¡¯¡±, dice Nepomuceno. Se espera que esta nueva fiscal se anuncie entre abril y mayo y debe ser aprobada por el Congreso. ¡°El mensaje que quiere mandar el Gobierno de Lula es: ¡®nuestro historial ser¨¢ fiscalmente responsable, no tienen nada de qu¨¦ preocuparse¡¯. Pero su comunicaci¨®n ha sido mala¡±, considera el especialista.

El peso de Haddad como ministro de Econom¨ªa est¨¢ por verse, ya que uno de los primeros decretos del presidente Lula fue extender los subsidios a los combustibles, como gasolina y etanol en contra del consejo de Haddad. Adem¨¢s, apunta el analista de Eurasia Nepomuceno, el panorama econ¨®mico de Brasil en este a?o pudiera complicar sus planes de restablecer las finanzas p¨²blicas. Se espera que el pa¨ªs pase una fuerte desaceleraci¨®n, creciendo solo 0,8% seg¨²n estima el BM.

¡°La ret¨®rica de Lula es cr¨ªtica de mercados, inversionistas y bancos para apelar a un electorado de izquierda, pero en su presidencia anterior vimos que Lula es, por encima de todo, un pragmatista¡±, opina Nepomuceno. ¡°?s muy importante que el suyo no sea un ejercicio de austeridad muy abrupto, y pensamos que ¨¦l entiende y aprecia la necesidad de la inversi¨®n privada¡±.

¡°Este ser¨¢, probablemente, su ¨²ltimo paso por la presidencia¡±, apunta Nepomuceno, en referencia a que Lula tiene 77 a?os, ¡°y quiere coronar su biograf¨ªa pol¨ªtica con un t¨¦rmino de reducir la pobreza y llevar a Brasil de vuelta a los buenos a?os¡±.