Espa?a acelera la b¨²squeda de empresas para fabricar sus propios microchips
El Gobierno intenta, con la ayuda de 12.250 millones de fondos europeos, crear un ecosistema de compa?¨ªas y centros de investigaci¨®n que dise?en y produzcan semiconductores
Tuvieron que pasar m¨¢s de cuatro d¨¦cadas hasta que en el a?o 2000 a Jack Kilby le distinguieron con un Nobel de F¨ªsica por la coinvenci¨®n del microchip. Hoy esos peque?os circuitos integrados no son solo la base de la actual era digital, sino que desde hace casi dos a?os mantienen a la econom¨ªa en vilo por la falta de suministro. Tanto es as¨ª que Europa se ha conjurado para acabar con la dependencia que tiene de las f¨¢bricas asi¨¢ticas y Espa?a sue?a con tener algo que decir en esa renovada reivindicaci¨®n de la soberan¨ªa industrial. Al menos, el Gobierno le ha reservado 12.250 millones de euros en ayudas europeas para intentar rearmar un ecosistema que tuvo algo que decir en los a?os noventa pero que, justo un a?o despu¨¦s de que la Academia Sueca reconociera la importancia del circuito integrado de Kilby, se diluy¨® casi como un azucarillo cuando la f¨¢brica de semiconductores de AT&T en Tres Cantos (Madrid), un referente entonces, cerr¨®.
¡°Aquella f¨¢brica qued¨® un poco hu¨¦rfana justamente por una falta de ecosistema. Pero aquella experiencia muestra que una f¨¢brica puntera puede establecerse en Espa?a con ¨¦xito y ese es el reto. Pero, sobre todo, no se trata solo de tener una o dos f¨¢bricas [en el sector denominadas foundries por tratarse de fundiciones de silicio]¡±. El entrecomillado es de Jaume Martorell, un veterano de Silicon Valley y uno de los responsables de atraer aquella inversi¨®n puntera en los a?os ochenta y que ahora quiere repetir el hito desde su cargo de comisionado del Proyecto Estrat¨¦gico para la Recuperaci¨®n y Transformaci¨®n Econ¨®mica (PERTE) de semiconductores, el mecanismo con el que el Gobierno quiere crear un conglomerado consistente sobre el que se sustente la industria espa?ola de los microchips. Su pol¨ªtica va pareja a la comunitaria, esperanzada por que el mill¨®n de billones (un uno y 18 ceros detr¨¢s) de chips que se fabrican actualmente en el mundo se tendr¨¢ que duplicar en los pr¨®ximos diez a?os impulsada por la digitalizaci¨®n y la Uni¨®n Europea quiere tener una cuota de producci¨®n del 20%, lo que supondr¨¢ multiplicar por cuatro su actual capacidad.
Conseguir una o dos grandes f¨¢bricas de semiconductores ser¨ªa la joya que coronar¨ªa ese plan espa?ol. Para ello, el PERTE ha reservado m¨¢s de 9.350 millones de euros de ayudas en forma de capital, pero compite con el resto de pa¨ªses europeos. Intel ya ha anunciado su intenci¨®n de invertir 17.000 millones en una planta en Magdeburgo (Alemania) y STMicroelectronics plantea otra para producir obleas (base sobre la que se construye el circuito integrado) en el norte de Italia por 730 millones. Este sector ofrece un amplio abanico de instalaciones industriales, tanto para producir chips modestos para una nevera hasta microchips de altas prestaciones cuyo desarrollo puede costar 1.000 millones de euros, como las miniaturas utilizadas por los tel¨¦fonos m¨®viles de ¨²ltima generaci¨®n.
¡°No es necesario que la f¨¢brica que se instale en Espa?a sea de ¨²ltima generaci¨®n, de hecho donde hay problemas de desabastecimiento es en los chips m¨¢s maduros, por lo que quiz¨¢s ser¨ªa mejor apostar en ese tipo de f¨¢bricas¡±, apunta, como otros consultados, el gerente de la Asociaci¨®n Espa?ola de la Industria de los Semiconductores, Alfonso Gabarr¨®n. En su opini¨®n, el Gobierno deber¨ªa apostar por atraer la fabricaci¨®n de productos que tengan una demanda elevada en el pa¨ªs para que incluso esos fabricantes pudieran participar en su dise?o. Se refiere concretamente a la automoci¨®n, de la que Espa?a es el segundo mayor productor europeo, ya que ¡°aqu¨ª fabricantes de tel¨¦fonos no tenemos¡±. Sobre todo cuando las marcas est¨¢n en plena reconversi¨®n para fabricar coches el¨¦ctricos, que requieren cerca de 14.000 componentes con semiconductores en cada uno de sus veh¨ªculos, frente a los 5.000 que requiere uno de combusti¨®n. Pero el ejemplo se podr¨ªa trasladar a los productores de m¨¢quinas-herramientas o el sector de las telecomunicaciones o la sanidad.
El PERTE reserva 7.250 millones para una planta de fabricaci¨®n de semiconductores de alta capacidad (en torno a los cinco nan¨®metros), utilizados en telecomunicaciones, electr¨®nica de consumo y centros de datos, y otros 2.100 para poder producir chips no tan exigentes, de mayor tama?o. La idea es que se empiecen a construir en dos o tres a?os; hay conversaciones que Martorell defiende que sean ¡°discretas¡±. Esas plantas son importantes, pero, tal y como afirmaba Martorell, no se trata solo de eso. ¡°El ejemplo es Estados Unidos, que pese a fabricar solo el 10% de los chips, dise?a el 60% y es evidente que tiene un ecosistema muy desarrollado e intenta llevar la fabricaci¨®n a Estados Unidos. Nosotros queremos hacer lo mismo¡±, afirma el comisionado.
Espa?a se reivindica sobre todo en el campo del dise?o de chips y en ese terreno quiere apostar fuerte el Barcelona Supercomputing Center (BSC), aprovechando la capacidad del Mare Nostrum 6 (lo que permite pensar con qu¨¦ plazos piensan, puesto que a mediados de a?o entrar¨¢ en funcionamiento el 5). El organismo lidera un proyecto europeo conocido como RISC-V, una suerte de sistema abierto como podr¨ªa ser Linux en los ordenadores personales para controlar microprocesadores que permitir¨ªa la colaboraci¨®n entre diversidad de centros investigadores y empresas. ¡°Un chip sin software es como un coche sin gasolina¡±, explica Mateo Valero, director del BSC, que hace siete a?os que predicaba para que la UE validara este sistema surgido de la Universidad de Berkeley. ¡°Hasta ahora los microprocesadores estaban vinculados a un hardware que defin¨ªan sus fabricantes, ahora vamos a definir un juego de instrucciones del procesador que no sea de nadie, de forma que todo el mundo pueda hacer procesadores¡±, apunta, seguro de que ser¨¢n capaces de conseguir aceleradores como los que dise?a la multinacional estadounidense Nvidia o procesadores de prestigio como el Pentium. Pero se trata de una carrera de fondo, que puede prolongarse m¨¢s all¨¢ de los cinco a?os, con una larga concatenaci¨®n de prueba-error.
El centro barcelon¨¦s, que ya hace 15 a?os trabaja en el dise?o de chips, liderar¨¢ el proyecto y ha logrado generar un efecto llamada. Intel se ha comprometido a abrir un laboratorio de dise?o de semiconductores en el BSC con esa misma tecnolog¨ªa, que comportar¨¢ una inversi¨®n de 400 millones de euros en los pr¨®ximos diez a?os, compartida al 50% con el Estado. Igual que Intel, la estadounidense Cisco ha apostado tambi¨¦n por abrir un laboratorio similar en la ciudad, el que ser¨¢ su primer centro de dise?o de la Uni¨®n Europea.
El BSC no es el ¨²nico centro puntero que trabaja en el desarrollo de semiconductores. Hay otra vertiente en la que Espa?a puede tener tambi¨¦n un papel esencial por la relevancia de algunos centros de investigaci¨®n, como el Instituto de Ciencias Fotonicas ICFO). ¡°El chip fot¨®nico permite reducir el tama?o y los costes de componentes fot¨®nicos que est¨¢n hechos con estructuras de mayor tama?o, como cuando se pas¨® de la v¨¢lvula del televisor al transistor¡±, explica Valerio Pruneri, que lidera el equipo de fotoelectr¨®nica del ICFO. Los expertos consideran que los chips fot¨®nicos, que no se basan en el silicio como los electr¨®nicos, puede ser un gran campo de batalla para que Espa?a se haga un lugar en la industria.
Han surgido m¨²ltiples empresas de los centros de investigaci¨®n. Una de ellas es Sparc, una sociedad que prev¨¦ tener en marcha en 2025 una f¨¢brica de obleas para el campo de la fot¨®nica, que combinar¨¢ la producci¨®n comercial (el 80% de su capacidad) y la actividad de investigaci¨®n y desarrollo. Es un ejemplo de que es posible sacar adelante iniciativas con una modesta cantidad de recursos, si se tienen en cuenta los costes de las grandes foundries. Invertir¨¢ 66 millones y pretende hacerse un agujero en una tecnolog¨ªa de la que solo hay cuatro f¨¢bricas en Europa, y dos de ellas enfocadas ¨²nicamente en la investigaci¨®n. Francisco D¨ªaz, profesor de Telecomunicaciones de la Universidad de Vigo y consejero delegado de la compa?¨ªa, defiende que su propuesta ser¨¢ la ¨²nica en Europa que trabaja con tres materiales diferentes y que pretende ser ¡°un punto de entrada para el ecosistema¡±: ¡°Si alguien quiere desarrollar un producto y conseguir un cronograma y un presupuesto para tener un prototipo, lo podr¨¢ hacer, y tendr¨ªamos sinergias con el Centro Nacional de Microelectr¨®nica y Centro de Valencia¡±.
Jos¨¦ Capmany, director del Photonics Research Labs-iTEAM de la Universitat Polit¨¨cnica de Val¨¨ncia (UPV), apuesta claramente por nuevos campos que permitan entrar en el negocio de los semiconductores y la fot¨®nica es una oportunidad: ¡°Tiene una diferencia temporal de 30 respecto a la electr¨®nica, pero Europa tiene cierto liderazgo y las inversiones no son tan potentes como las que requieren los semiconductores electr¨®nicos¡±.
Adem¨¢s de darse a conocer, Espa?a tiene otro problema: el personal de alta capacitaci¨®n que requerir¨¢ el nuevo mercado de los semiconductores en Espa?a si se confirman las inversiones. ¡°Nosotros tenemos 10 de las 65 posiciones importantes cerradas, pero va a tener que venir gente de fuera y esa gente tendr¨¢ que forma a gente¡±, explica Francisco Garc¨ªa. El PERTE ha reservado 80 millones de euros para crear una red educativa que contribuya a formar esa mano de obra.
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