El Gobierno acaricia el acuerdo para aprobar el estatuto del becario

El Gobierno est¨¢ cada vez m¨¢s cerca de conseguir un acuerdo con los agentes sociales para aprobar el llamado estatuto del becario. Este jueves se ha celebrado una nueva y definitiva reuni¨®n en el Ministerio de Trabajo, con la participaci¨®n de los sindicatos y la patronal. Los representantes de los trabajadores han salido contentos del encuentro. ¡°Hay avances que nos acercan al acuerdo¡°, ha se?alado Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acci¨®n Sindical de CC OO. ¡°El acuerdo es m¨¢s posible despu¨¦s de esta reuni¨®n¡±, ha a?adido el vicesecretario general de Pol¨ªtica Sindical de UGT, Fernando Luj¨¢n. La patronal indica que espera un nuevo borrador y que tiene voluntad de pactar: ¡°Seguiremos trabajando para poder alcanzar un acuerdo¡±. El objetivo que busca el Gobierno con el Estatuto de las personas en formaci¨®n pr¨¢ctica en el ¨¢mbito de la empresa ¡ªque es como se denomina formalmente¡ª es, principalmente, poner coto al abuso de los becarios por parte de algunas empresas.

El Ejecutivo enviar¨¢ un nuevo texto ¡°en breve¡± a sindicatos y empresarios e indica que no se celebrar¨¢n nuevas reuniones. ¡°En la reuni¨®n se han recogido las aportaciones de las diferentes partes que se incorporar¨¢n a la redacci¨®n del texto, que se enviar¨¢ para su valoraci¨®n a las distintas organizaciones con el compromiso de seguir trabajando a nivel t¨¦cnico sin que est¨¦n previstas nuevas reuniones de la Mesa [de negociaci¨®n]¡±, indican fuentes del ministerio.

Las pr¨¢cticas extracurriculares (los trabajos voluntarios que no est¨¢n vinculados a la formaci¨®n) son el foco del disenso entre sindicatos y patronal. Los primeros abogan por su eliminaci¨®n porque concentran el mayor n¨²mero de falsos becarios, mientras los segundos apuestan por mantenerlas con algunos cambios. El Gobierno ha venido defendiendo una posici¨®n similar a la de los sindicatos, e incluso alcanz¨® un principio de acuerdo con ellos en diciembre para suprimir estas pr¨¢cticas progresivamente en un periodo de tres a?os, pero el pacto no se materializ¨®. Ahora est¨¢ encima de la mesa una regulaci¨®n restrictiva de este tipo de pr¨¢cticas (con un n¨²mero de horas m¨¢ximo), una soluci¨®n que no es la ideal para ninguna de las partes pero que podr¨ªa posibilitar el acuerdo. En la anterior reuni¨®n, la del 7 de marzo, tambi¨¦n se acercaron posturas.

Otro de los elementos clave para entender que no haya habido entendimiento hasta ahora es que algunos de los socios del Ejecutivo, especialmente el PNV, rechazaron la eliminaci¨®n de las pr¨¢cticas extracurriculares, apuntan fuentes de la negociaci¨®n. En enero, en un intento de que la patronal participase en el acuerdo y facilitar el recorrido parlamentario de la norma, Trabajo elabor¨® un nuevo borrador que recuperaba las pr¨¢cticas extracurriculares, pero limit¨¢ndolas, lo que despert¨® cr¨ªticas de las centrales. El nuevo texto, presentado este jueves, profundiza en esa direcci¨®n.

¡°Se van a acabar los fraudes para la gente joven en nuestro pa¨ªs y en los pr¨®ximos d¨ªas aprobaremos la ley del mal llamado estatuto del becario. Se acab¨® tener que pagar para hacer pr¨¢cticas en nuestro pa¨ªs¡±, dijo la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, el pasado s¨¢bado en un acto de su plataforma pol¨ªtica, Sumar.

Mayor protecci¨®n

La propuesta del Ministerio de Trabajo de diciembre indicaba que se presumir¨¢ la existencia de relaci¨®n laboral cuando la actividad desarrollada por el trabajador en pr¨¢cticas ¡°sustituya las funciones de una persona trabajadora por cuenta ajena de la empresa¡±. Y tambi¨¦n cuando se refiera ¡°a puestos de trabajo o actividades laborales que no requieran de una especial cualificaci¨®n, conocimientos pr¨¢cticos o experiencia¡±.

El texto delimita el uso de la figura laboral del becario, se?alando que ¡°en ning¨²n caso el n¨²mero de personas en formaci¨®n pr¨¢ctica podr¨¢ superar el 20% de la plantilla total de la empresa¡±. Pero, a la vez, alberga una salvaguarda: ¡°Cualquier empresa podr¨¢ concertar formaci¨®n pr¨¢ctica con dos personas, con independencia del n¨²mero de personas de plantilla¡±. El texto tambi¨¦n recog¨ªa la obligaci¨®n para las empresas y las universidades de costear una cotizaci¨®n m¨ªnima para el estudiante en pr¨¢cticas; que las tareas asignadas deban ajustarse al contenido recogido en el plan de formaci¨®n individual, o que la empresa corra con los gastos en los que incurra la persona en formaci¨®n.

AENC, la otra negociaci¨®n pendiente

El estatuto del becario es la principal negociaci¨®n que queda por cerrar en la agenda del Ministerio de Trabajo. La otra gran conversaci¨®n pendiente del di¨¢logo social, en este caso sin el Gobierno, es la del AENC. Es el Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva. Se trata de un documento suscrito por empresarios y sindicatos que sirve como gu¨ªa para las empresas y comit¨¦s de Espa?a para negociar los incrementos salariales, entre otros aspectos. El empresario no tiene la obligaci¨®n de respetarlo y los trabajadores pueden requerir aumentos mayores si lo consideran oportuno, pero el AENC sirve como punto de partida sobre el que construir cualquier negociaci¨®n colectiva.

El ¨²ltimo que se firm¨® en Espa?a, el cuarto suscrito hasta ahora, data de 2018 y su ¨²ltimo a?o de aplicaci¨®n fue 2020. Desde entonces los precios se han disparado (crecieron un 3,1% en 2021 y un 8,4% en 2022), y los salarios est¨¢n estancados (aumentaron un 1,5% en 2021 y un 2,8% en 2022). Las posiciones de sindicatos y empresarios est¨¢n alejad¨ªsimas, tanto que un acuerdo al respecto ser¨ªa una sorpresa. Solo ha trascendido el planteamiento de las centrales, que proponen un incremento m¨ªnimo del 13,84% en el periodo de 2022 a 2024, empezando por un 5% para el a?o pasado, un 4,5% para este y un 3,75% el que viene. Adem¨¢s, plantean que las cl¨¢usulas de revisi¨®n dependan de la situaci¨®n econ¨®mica de las empresas, medida por la evoluci¨®n de su margen de beneficios.

La dos ¨²ltimas fotos del di¨¢logo social han sido el incremento del salario m¨ªnimo y la reforma de las pensiones. En ambas ocasiones el Gobierno logr¨® un acuerdo con los sindicatos, pero no con los empresarios.

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