Alemania persigue limitar la reforma de las reglas fiscales que planea Bruselas
Berl¨ªn propone una regla de gasto y una rebaja m¨ªnima anual del 1% de deuda p¨²blica para los pa¨ªses con mayores pasivos
Alemania persiste en su idea de recortar la ambici¨®n de la reforma de las reglas fiscales europeas. Acepta que haya planes nacionales de ajuste para cada pa¨ªs, pero quiere ponerles l¨ªmites: un ajuste m¨ªnimo equivalente al 1% del PIB en los pa¨ªses con m¨¢s deuda y una regla que limite el crecimiento del gasto. Encoge, de esta forma, los trajes a medida que planteaba la Comisi¨®n Europea para rebajar los enormes pasivos p¨²blicos alcanzados con la concatenaci¨®n de tres crisis sist¨¦micas en los ¨²ltimos 15 a?os (financiera, pandemia y guerra). ¡°Las ideas actuales de la Comisi¨®n deber¨ªan enmendarse para que los planes fiscales a medio plazo conduzcan a una disminuci¨®n de los elevados ratios de deuda en cada a?o¡±, sostienen los alemanes en un documento remitido por Berl¨ªn a Bruselas.
En apenas tres p¨¢ginas, el ministerio que dirige el halc¨®n Christian Lindner ¡ªdel ala liberal¡ª echa abajo varias veces algunas de las ideas m¨¢s importantes que la Comisi¨®n Europea ha planteado para reformar las normas que rigen el pacto de Estabilidad y Crecimiento, redactadas en su formato actual durante los a?os de la austeridad m¨¢s dura de la d¨¦cada pasada. ¡°Solo el an¨¢lisis de sostenibilidad de la deuda no es un instrumento adecuado para definir los techos de d¨¦ficit ni senda de gasto¡±, reza el texto al que ha tenido acceso EL PA?S. Ese an¨¢lisis es la herramienta que Bruselas planteaba en su comunicaci¨®n de noviembre como punto de partida para la concreci¨®n de las sendas nacionales de ajuste, que en principio deber¨ªan ser de cuatro a?os con opci¨®n a tres adicionales si se hacen reformas con el horizonte en el largo plazo de alcanzar un endeudamiento del 60% del PIB. En marzo, en el Ecofin, los ministros de Finanzas de la UE aprobaron las l¨ªneas b¨¢sicas para que la Comisi¨®n lanzara los textos legales; en ellas se habla de que esas sendas nacionales puedan rehacerse despu¨¦s de las elecciones.
La desconfianza de Lindner hacia el Ejecutivo comunitario tambi¨¦n se aprecia en c¨®mo busca, en todo momento, recortar su papel cuando se aprueben las nuevas reglas fiscales. Para eso, Berl¨ªn plantea l¨ªmites con los que busca recortar el margen de negociaci¨®n entre la Comisi¨®n y las capitales para detallar los planes nacionales de ajuste. El primero que expone una regla por la que ¡°el gasto aumente m¨¢s lentamente que el crecimiento potencial¡±. Luego propone una metodolog¨ªa con un resultado m¨¢s exigente cuanto m¨¢s elevado es el volumen de deuda de un pa¨ªs.
A continuaci¨®n el Gobierno alem¨¢n reclama que se enmienden ¡°las ideas actuales de la Comisi¨®n¡± para asegurar que comienza a reducirse la deuda desde el primer d¨ªa que entre en vigor la reforma: ¡°Deber¨ªa introducirse una salvaguarda. Esta disposici¨®n, con independencia del resultado de las negociaciones sobre los planes fiscales, deber¨ªa fijar un l¨ªmite inferior vinculante para una disminuci¨®n necesaria de la ratio de deuda de una magnitud apreciable en cada a?o¡±. Y ah¨ª plantea que para los pa¨ªses mas endeudados esa salvaguarda se traduzca en una rebaja m¨ªnima equivalente al 1% del producto interior bruto y para los que menos, del 0,5%.
En este documento Lindner, l¨ªder del partido liberal alem¨¢n y con graves problemas electorales en este momento en su pa¨ªs, ha vuelto a sacar su perfil m¨¢s duro. Siempre ha sido el m¨¢s reticente en la mesa de los Veintisiete a la hora de aceptar tocar las normas que se dise?aron en los a?os de la austeridad m¨¢s dura. ¡°La crisis del euro demostr¨® que los recortes duros son necesarios cuando se duda de la fiabilidad de las finanzas p¨²blicas¡±, lleg¨® a declarar el pasado febrero, pese a que el FMI o Bruselas han admitido los errores que cometieron entonces.
Cuando hizo esta afirmaci¨®n, se estaban negociando las conclusiones que deb¨ªan servir de punto de partida a la Comisi¨®n para redactar los siete textos legales que est¨¢ preparando el departamento de Econom¨ªa y Finanzas comunitario y que deber¨ªan conocerse a finales de este mes. En esas negociaciones, Alemania y sus aliados europeos tradicionales en asuntos fiscales, como Finlandia y Austria, buscaron en todo momento incluir esas ¡°salvaguardas y objetivos cuantitativos comunes¡± de la que habla el texto germano ahora. Espa?a, acompa?ada por Portugal, lider¨® -con contundencia, apuntan fuentes presentes en las reuniones- el rechazo a esta posici¨®n: su temor es que se cuele por la puerta de atr¨¢s una regla como la actual que habla de reducir a un ritmo de un veinteavo al a?o todo el volumen de deuda que supere el 60% del PIB, independiente del punto de partida, un 66,6% en el caso alem¨¢n o un 178% en el griego.
La soluci¨®n que se encontr¨® finalmente fue dejar claro en las conclusiones aprobadas en marzo que en este punto hac¨ªan falta ¡°m¨¢s aclaraciones y discusiones¡± para definir, entre otras cosas, qu¨¦ se consideraba ¡°gasto agregado, el dise?o de las salvaguardas y los objetivos cuantitativos comunes para la base de la nueva estructura, los principios para la extensi¨®n [temporal de cuatro a siete a?os] de las sendas fiscales¡±. No obstante, esta redacci¨®n, que ya figuraba en el preacuerdo de conclusiones aprobado un¨¢nimemente antes de la reuni¨®n de los ministros, estuvo a punto de irse al traste porque Lindner quiso a?adir el compromiso de que la Comisi¨®n deber¨ªa tener en cuenta la opini¨®n de los Estados durante la redacci¨®n de los textos legales, justo el momento procesal actual.
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