Los cultivos ilegales de marihuana multiplican los casos de fraude el¨¦ctrico y golpean a las distribuidoras
Endesa calcula que estas plantaciones consumen en un a?o tanta energ¨ªa como toda la ciudad de Sevilla
La r¨¢pida expansi¨®n de los cultivos ilegales de marihuana est¨¢ teniendo incidencia en sectores completamente distintos al de los narc¨®ticos. Estas plantaciones a cubierto ¡ªen muchos casos, en pisos, donde su detecci¨®n por parte de las autoridades es mucho m¨¢s complicada y donde se maximiza la producci¨®n¡ª requieren grandes vol¨²menes de energ¨ªa para mantener el ambiente necesario ¡ªluminosidad y temperatura¡ª para que el cannabis se desarrolle con ¨¦xito. Y se est¨¢n surtiendo, en gran medida, de electrones robados mediante pinchazos en la red. Una pr¨¢ctica que va a m¨¢s y que est¨¢ poniendo en jaque a las empresas distribuidoras y al sistema el¨¦ctrico en su conjunto.
La compa?¨ªa m¨¢s expuesta a esta creciente realidad es Endesa. ?El motivo? Su hist¨®rica presencia en el negocio de distribuci¨®n de electricidad en el sur de Espa?a, donde los cultivos ¡ªtanto de exterior, que apenas requieren electricidad; como de interior¡ª son m¨¢s frecuentes. En su caso, los casos de fraude el¨¦ctrico asociados a la marihuana casi se han duplicado entre 2018 y 2022. La compa?¨ªa el¨¦ctrica, de hecho, calculaba hace unos d¨ªas que el consumo ilegal de electricidad para alimentar estas plantaciones asciende a 2.200 GWh al a?o, m¨¢s de 200 millones de euros a los precios actuales de la luz y el equivalente a la demanda de una ciudad como Sevilla (casi 700.000 habitantes).
Por su parte, Naturgy (con amplia presencia en Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha y Castilla y Le¨®n) calcula que el 10% de los 9.300 casos de fraude que ha detectado en los dos ¨²ltimos ejercicios (2021 y 2022) se corresponden con este tipo de plantaciones de marihuana. En el ¨²ltimo a?o, se han duplicado. ¡°Nuestra filial distribuidora, UFD, ha intensificado su ofensiva contra el fraude el¨¦ctrico para prevenir el riesgo que suponen las conexiones ilegales para la seguridad de las personas y para reducir el coste para el sistema el¨¦ctrico, que asumen el resto de clientes en su factura¡±, afirma una portavoz de la antigua Gas Natural Fenosa en declaraciones a este diario.
Iberdrola ¡ªl¨ªder en distribuci¨®n en el centro, el norte y el Levante, zonas en las que la incidencia de este tipo de cultivos son m¨ªnimos¡ª, aunque no ha facilitado sus datos a este diario, afirma que identificar las plantaciones de interior es ¡°muy sencillo¡±: ¡°Tienen un patr¨®n de consumo muy estable y repetitivo, a plena carga entre las 11 y 12 diarias en r¨¦gimen nocturno. Por eso, un adecuado balance energ¨¦tico permite localizar f¨¢cil y r¨¢pidamente cualquier comienzo de la actividad il¨ªcita, con su consiguiente fraude al sistema¡±. Su distribuidora (i-DE) ¡°viene ejecutando unas 300.000 inspecciones al a?o¡± para identificar casos de fraude, vinculados o no con el cultivo de marihuana.
Ingente volumen de electricidad
Si en una zona de la geograf¨ªa espa?ola se han multiplicado los cultivos ilegales de marihuana en los ¨²ltimos a?os esa es, sin duda, la provincia de Granada. En varias visitas realizadas al distrito norte de la ciudad, un enclave en el que los apagones causados por estas instalaciones son frecuentes, este diario ha podido constatar la existencia de centenares de viviendas dedicadas al cultivo de estas plantas. La situaci¨®n ser repite en varias localidades de la periferia de la capital granadina, en las que estos cultivos no han dejado de proliferar en los ¨²ltimos a?os.
La energ¨ªa es el componente m¨¢s caro en el proceso de producci¨®n de la marihuana en interiores: salvo el riego y el abonado, todo se hace con electricidad, que se consume las 24 horas del d¨ªa durante semanas. Y disponer de ella gratis ¡ªrobada¡ª, hace que el negocio sea rentable desde que echa andar. ¡°Se cultiva interior porque permite tres o cuatro cosechas al a?o, que en exterior se convierten en solo una¡±, explica Javier Rodr¨ªguez, comandante jefe de la Guardia Civil en Armilla con una dilatada experiencia en operaciones policiales contra el cultivo de cannabis. Si antes hab¨ªa que esperar a la segunda o tercera cosecha para obtener beneficios, ¡°ahora se consiguen desde la primera cosecha¡±.
Para certificar el fraude el¨¦ctrico en los registros de la polic¨ªa en las viviendas donde se cultiva, la comitiva policial incluye siempre personal de los equipos antifraude de las el¨¦ctricas. Al terminar, destruir¨¢n la instalaci¨®n, no sin antes poner a toda potencia el sistema el¨¦ctrico de las viviendas para comprobar el consumo. En una de estas operaciones, en la que estuvo EL PA?S, una vivienda que albergaba 600 plantas de marihuana consum¨ªa el equivalente a entre 20 y 30 viviendas. Endesa, sin embargo, eleva esta cifra hasta 80.
Rodr¨ªguez, no obstante, pone en contexto el fraude el¨¦ctrico. Una pr¨¢ctica muy extendida, reconoce, pero que no achaca ni exclusiva ni mayoritariamente a la marihuana. ¡°En una zona donde hay 100 viviendas enganchadas ilegalmente algo menos del 10% producen marihuana¡±, ejemplifica. ¡°El resto es porque es f¨¢cil el enganche y es m¨¢s barato vivir as¨ª¡±. Esos datos cuadran bastante bien, en lo micro, con los que proporcionan las el¨¦ctricas.
Bombas de calor trabajando las 24 horas
El comandante de la Guardia Civil recuerda actuaciones a las cuatro de la ma?ana, con cinco grados en la calle y gente en manga corta en el interior de los pisos en los que se produce grifa. ¡°Adem¨¢s de un fraude, es un comportamiento inc¨ªvico¡ Dos o tres bombas de calor de 2.000 vatios las 24 horas al d¨ªa¡ Es algo muy frecuente¡±, rememora. Para eso son necesarias instalaciones bien reforzadas, con el concurso de electricistas con conocimientos avanzados. Un negocio alrededor de otro.
El uso intensivo ¡ªindustrial, de hecho¡ª de electricidad en estos cultivos interiores es necesario para mantener la temperatura (25 grados) y la humedad (entre el 30% y el 70%, en funci¨®n del estado de floraci¨®n). Para eso se requieren m¨¢quinas de aire acondicionado, ventiladores que permitan circular el aire, bombillas de calor y, para evitar dar el cante con el aroma en la cercan¨ªa de la vivienda ¡ªuna tarea casi imposible, no obstante¡ª, extractores con filtros de carb¨®n activo que expulsen el aire a la calle con el m¨ªnimo olor posible.
Los m¨¦todos de fraude el¨¦ctrico con los que se encuentran los agentes en sus operaciones van desde el enganche de su vivienda a la l¨ªnea general, sin contador, gracias a los vampiros ¡ªun mecanismo que permite a la vivienda pinchar una acometida cercana¡ª hasta m¨¦todos m¨¢s sofisticados, como contar con dos instalaciones el¨¦ctricas: la oficial, la dada de alta y con contador en regla, registra el consumo de alguna bombilla y poco m¨¢s; la segunda, ilegal, vampiriza el suministro desde la l¨ªnea general al resto de instalaciones de la vivienda a coste cero. ¡°A veces te dicen: ¡®yo no tengo trampa, mire el contado¡¯. Pero luego, enciendes una bombilla aqu¨ª y all¨¢ en la casa y el contador ni siquiera se mueve¡±, cuenta el agente. La multa por ese fraude fluct¨²a entre los 500 y los 5.000 euros.
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