La sequ¨ªa dispara el precio del aceite de oliva hasta otro r¨¦cord hist¨®rico
El descenso de la demanda evita problemas de abastecimiento ante la dr¨¢stica ca¨ªda de la producci¨®n
Producto de la sequ¨ªa que se ha registrado en los ¨²ltimos meses y, sobre todo, de las previsiones de falta de lluvias en el momento de floraci¨®n de los olivares, los precios del aceite se incrementaron en abril entre un 6% y un 11%, disparando los mismos hasta cifras r¨¦cord de casi seis euros por kilo para un virgen extra, 5,6 para uno virgen y algo m¨¢s de cinco para un lampante o refinado.
Este comportamiento de los precios se produce a pesar de la ca¨ªda de las ventas, que rondan ahora las 80.000 toneladas anuales entre comercio interior y exportaciones, frente a las m¨¢s de 100.000 de periodos anteriores. Desde la industria envasadora y las cooperativas agroalimentarias se estima que, de mantenerse la demanda en las cifras anteriores, no habr¨ªa suficiente producci¨®n para atender el consumo. En la parte contraria, si persisten las subidas por falta de producto, el aceite pasar¨ªa a convertirse en un bien de lujo para los hogares.
Actualmente, los precios de venta al p¨²blico para un litro ¡ªel equivalente a algo menos de un kilo¡ª se sit¨²an entre algo m¨¢s de seis euros en el caso de las marcas de fabricante y de cinco en el de las marcas blancas.
Los datos que manejaba el sector a principios de mayo apuntaban a unas existencias cercanas a las 600.000 toneladas, a las que hay que sumar unas importaciones de otras 50.000 toneladas hasta el inicio de campa?a el pr¨®ximo octubre. El consumo interior ha ca¨ªdo en los ¨²ltimos a?os de m¨¢s de 500.000 a solo 415.000 toneladas, seg¨²n las estimaciones oficiales, y las ventas al exterior han pasado de un mill¨®n de toneladas a 725.000.
A pesar de esa sustancial merma en las ventas, las proyecciones actuales apuntan a unas existencias de no m¨¢s de 200.000 toneladas a finales de la campa?a actual, una cifra insuficiente como garant¨ªa de seguridad a la vista de las actuales previsiones de cosecha, marcada por una situaci¨®n de falta de lluvias y de agua para riego que resultar¨¢ en una producci¨®n de no m¨¢s de 700.000 toneladas.
Sobre una superficie de olivar de 2,7 millones de hect¨¢reas, unas 800.000 son te¨®ricamente de regad¨ªo en campa?as normales de suministro de agua. En las actuales circunstancias, en algunos territorios olivareros se teme una mala floraci¨®n de las plantas e incluso por la propia supervivencia de muchos ¨¢rboles, a pesar de ser milenarios acostumbrados ¡ªy, por tanto¡ª haberse visto abocados a sequ¨ªas hist¨®ricas.
La situaci¨®n actual tiene precedente en la sequ¨ªa de principios de los noventa, que se prolog¨® durante varios a?os y que lleg¨® a su punto ¨¢lgido en 1995, cuando una cosecha bajo m¨ªnimos dio lugar a unos precios del aceite de oliva r¨¦cord para aquellos a?os: 700 pesetas por litro en los lineales de los supermercados.
Mezcla legal rechazada
Hoy, en este escenario de precios sin parang¨®n, en las ¨²ltimas semanas apareci¨® y desapareci¨® la iniciativa del grupo Acesur de poner en el mercado un aceite de mezcla de oliva con girasol elaborado en Portugal, lo que ha desatado las cr¨ªticas del sector olivarero, que ha forzado a la empresa a su retirada de los lineales de varios grupos de la distribuci¨®n. Una iniciativa similar se produjo en los a?os noventa, tambi¨¦n en una situaci¨®n similar de precios, en este caso de un producto elaborado en Pa¨ªses Bajos por Unilever, que tampoco fructific¨®.
La comercializaci¨®n del aceite de oliva mezclado con aceites de semillas est¨¢ autorizada, regulada por un reglamento comunitario, si bien deja libertad a cada pa¨ªs para autorizar o no su venta. Espa?a, como Italia y Grecia, tiene prohibida su comercializaci¨®n si la mezcla se ha hecho en territorio espa?ol. Una industria ubicada en Espa?a lo puede fabricar, pero no vender en Espa?a. Por el contrario, una empresa espa?ola o de otro pa¨ªs lo puede fabricar fuera y comercializarlo en Espa?a vali¨¦ndose de la libertad de mercado de la UE. En consecuencia, aunque no se trata de una venta ilegal ni fraudulenta, ni un enga?o para los consumidores en cuanto figura su composici¨®n en la etiqueta, se ve como un atentado al olivar que se haga en el primer pa¨ªs productor.
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