El BCE advierte de que los pa¨ªses m¨¢s endeudados necesitar¨¢n ajustes para mantener la inversi¨®n p¨²blica
Lagarde aprueba que la propuesta para reformar las reglas fiscales exija salvaguardas comunes para todos los pa¨ªses, aunque advierte que la duraci¨®n m¨¢xima de siete a?os prevista para los planes de disciplina fiscal ¡°es muy larga¡±
Europa tiene el complejo reto de reducir la ingente deuda acumulada durante las tres crisis sist¨¦micas que ha sufrido en los ¨²ltimos 15 a?os sin quedar descolgada de China y Estados Unidos, lo que precisar¨¢ inversi¨®n p¨²blica y privada. Para el Banco Central Europeo (BCE), combinar estos objetivos va a requerir ¡°fuentes de ingresos adicionales o una repriorizaci¨®n del gasto¡± a nivel comunitario y tambi¨¦n estatal, apunta en su opini¨®n razonada sobre la propuesta de reforma de las reglas fiscales en la Uni¨®n Europea que lanz¨® la Comisi¨®n en abril. Dicho de otra forma, para mantener la inversi¨®n habr¨¢ que hacer ajustes subiendo impuestos o recortando otras partidas de gasto, ¡°sobre todo en los Estados miembro con un elevado nivel de deuda¡±.
La opini¨®n del BCE, publicada este jueves y firmada por su presidenta, Christine Lagarde, el d¨ªa anterior, mete prisa al Parlamento Europeo y a los Gobiernos para que haya un nuevo marco de gobernanza ¡°tan pronto como sea posible, y a m¨¢s tardar a finales de 2023¡å. Tambi¨¦n subraya la autoridad monetaria que las normas reformadas deben permitir un ajuste ¡°realista, gradual y sostenido¡± de los elevados niveles de deuda actuales, un 91,6% en la zona euro, y promover los buenos momentos econ¨®micos para reducir el endeudamiento y tener m¨¢s margen de respuesta cuando lleguen las crisis. Y esto debe hacerse con reformas estructurales e inversi¨®n: ¡°Una estabilizaci¨®n cre¨ªble de los ratios de deuda p¨²blica requiere pol¨ªticas econ¨®micas favorables al crecimiento, incluida la inversi¨®n p¨²blica, que deben incentivarse adecuadamente en el marco reformado de gobernanza econ¨®mica¡±.
Ese ¨¦nfasis en mantener la inversi¨®n p¨²blica ¡°productiva¡± viene a se?alar que tambi¨¦n en Fr¨¢ncfort tienen muy presente la lecci¨®n aprendida en la pasada crisis financiera. Esa partida fue una de las paganas de aquella pol¨ªtica llamada austeridad expansiva ¡ªversi¨®n culta del m¨¢s castizo soplar y sorber¡ª junto a muchos programas sociales, y que ya en 2014 encontraba voces, como la del tecn¨®crata liberal y ex primer ministro Mario Monti, que ped¨ªan un ¡°papel adecuado para la inversi¨®n p¨²blica¡±. No es que el BCE llegue a reclamar una regla de oro, como ped¨ªa el italiano, que excluya esta partida del c¨®mputo del d¨¦ficit, pero s¨ª que la defiende como varias veces un ¡°prerrequisito para el crecimiento econ¨®mico¡±.
Aunque esta petici¨®n del BCE supone mantener un equilibrio, ya requerir¨ªa ¡°m¨¢s recursos e inversi¨®n a nivel comunitario, as¨ª como una inversi¨®n sostenida y financiada a nivel nacional, lo que exigir¨¢ fuentes adicionales de ingresos o una nueva priorizaci¨®n del gasto, sobre todo en los Estados miembros con elevados ratios de deuda¡±, o sea, Grecia, Italia, Portugal, Espa?a, Francia y B¨¦lgica. Los cinco acumulan un pasivo que supera de largo el 100% de PIB. Con esta advertencia, el BCE apunta indirectamente a la gran dificultad que van a tener estos pa¨ªses para reducir impuestos si la reforma final de las reglas fiscales se centra, como sucede en la propuesta redactada y defiende Lagarde, en reducir la deuda sin afectar a la inversi¨®n.
No solo lo que pas¨® durante la crisis financiera explica la obsesi¨®n de las instituciones comunitarias con mantener la inversi¨®n p¨²blica. Ponen de su parte las cifras que se calculan para que Europa no pierda comba durante la transici¨®n gemela. En un informe de prospectiva futura publicado tambi¨¦n este jueves por la Comisi¨®n Europea se calcula que la UE precisa una inversi¨®n anual de 125.000 millones para la adaptaci¨®n digital y 620.000 millones para la medioambiental. ¡°La mayor parte de esto tendr¨¢ que venir del sector privado, pero los presupuestos de los Estados miembros jugar¨¢n un papel importante¡±, se?ala el documento. Y por si estas cifras suenan inabarcables o generales, el mismo texto contiene otras dos relacionadas con el cambio clim¨¢tico: ¡°El creciente impacto de los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos provoca ya hoy graves p¨¦rdidas econ¨®micas. Por ejemplo, en el caso de las sequ¨ªas, ascienden a unos 9.000 millones de euros anuales y en el de las crecidas de los r¨ªos, a 7.600 millones¡±.
Las negociaciones para la reforma de las reglas fiscales ya han empezado su ¨²ltima etapa. El mes pasado en Luxemburgo, los ministros de Finanzas de la UE, el llamado Ecofin, mantuvieron su primer debate y tambi¨¦n el Parlamento Europeo ha empezado a fijar su posici¨®n. Y en este punto es en el que el BCE toma postura respaldando las salvaguardas comunes que el Ejecutivo comunitario ha puesto sobre la mesa, ¡°notablemente¡± que en las sendas individualizadas para cada pa¨ªs tenga que haber una reducci¨®n del ratio de deuda a lo largo del periodo (cuatro a?os ampliables a siete si el Estado concernido pacta con la Comisi¨®n reformas e inversiones) o que no puedan dejarse para el final del periodo los ajustes fiscales acordados.
Menos entusiastas se muestran en Fr¨¢ncfort con las extensiones por tres a?os de los planes de ajuste. ¡°Este horizonte temporal es largo y se extiende m¨¢s all¨¢ de un ciclo electoral t¨ªpico, por lo que podr¨ªa dificultar el cumplimiento de dichos compromisos. Por ello, el BCE apoya un uso prudente de las pr¨®rrogas de los planes nacionales y subraya la necesidad de que los compromisos de reformas e inversiones adicionales¡±, advierte. Una postura que, con bastantes matices, se acerca a la que defiende Alemania y sus aliados en esta reforma. Los pa¨ªses m¨¢s halcones sostienen que los periodos planteados por la Comisi¨®n son muy largos. Tampoco pierde de vista que se abre la mano a que se puedan revisar los planes con la llegada de nuevos Gobiernos, algo que no acaba de gustar al banco central, ya que pide que a los planes revisados ¡°no se les permita acumular reformas e inversiones¡± al final del periodo.
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