?ngel Torres, un legado de dedicaci¨®n, inteligencia y compromiso

Escribo estas l¨ªneas con la sensaci¨®n de quien intenta meter la inmensidad del mar en un hoyo, al tratar de honrar la memoria de ?ngel Torres Torres, vicepresidente de la CNMC entre tantas otras cosas, en un breve texto. ?ngel consagr¨® su vida profesional al servicio del inter¨¦s p¨²blico, desempe?ando un papel callado pero fundamental para el progreso de Espa?a. Se fue el 19 de agosto de 2023 a la edad de 70 a?os, dejando tras de s¨ª un legado de dedicaci¨®n, inteligencia y compromiso inquebrantable.

Este domingo numerosos medios se hac¨ªan eco de su meritoria carrera profesional, desde su ingreso en el Cuerpo Superior de funcionarios T¨¦cnicos Comerciales y Economistas del Estado, y a lo largo de toda su trayectoria, en posiciones muy relevantes en instituciones p¨²blicas tanto nacionales como internacionales (en el Fondo Monetario Internacional, en el Banco Mundial, en la Consejer¨ªa Econ¨®mica y Comercial de la Representaci¨®n Permanente de Espa?a en la OCDE, en Par¨ªs y en la Oficina Econ¨®mica y Comercial en la Embajada de Espa?a en Roma). ?ngel fue secretario general de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Defensa de la Competencia, director general de Pol¨ªtica Econ¨®mica y director general de Planificaci¨®n en el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, subdirector general de Estudios y jefe del Servicio de Balanza de Pagos en la Secretar¨ªa de Estado de Comercio y subdirector y vocal asesor de Instituciones Financieras Multilaterales en la secretar¨ªa de Estado de Econom¨ªa y Apoyo a la Empresa.

Fue el art¨ªfice de normas clave para la econom¨ªa espa?ola; responsable de la elaboraci¨®n de la balanza de pagos antes de que esta competencia fuera transferida al Banco de Espa?a en 1989 y del desarrollo de un programa de investigaci¨®n orientado al estudio de experiencias de liberalizaci¨®n comercial en Espa?a, con gran impacto en la normativa posterior. Tambi¨¦n le debemos la transposici¨®n de la directiva de servicios en Espa?a entre 2008 y 2010, que se realiz¨® bajo su direcci¨®n y coordinaci¨®n y que exigi¨® la reforma de un gran n¨²mero de normas y regulaciones sectoriales, as¨ª como la Ley de Econom¨ªa Sostenible que pretend¨ªa la modernizaci¨®n del marco regulatorio de la econom¨ªa espa?ola.

Por lo que a m¨ª y a la CNMC en su conjunto se refiere, hemos podido disfrutar de su inmenso bagaje tanto personal como profesional en su ¨²ltima contribuci¨®n a nuestro pa¨ªs como vicepresidente de la CNMC. Su aguda inteligencia, profesionalidad y su capacidad de concordia permitieron abordar desaf¨ªos complejos con soluciones innovadoras y siempre con enfoques conciliadores, en busca del inter¨¦s p¨²blico. Su pasi¨®n por el di¨¢logo constructivo y su habilidad para forjar consensos hicieron de ?ngel un l¨ªder respetado y admirado, tanto dentro como fuera de las paredes institucionales. Sin duda, a todos los que le hemos conocido, nos ha dejado una huella profunda tambi¨¦n por su talante, simpat¨ªa y bondad. ?ngel debe ser un ejemplo para todos, en particular para las futuras generaciones de l¨ªderes y servidores p¨²blicos comprometidos con nuestro pa¨ªs y sus instituciones.

Quiero destacar aqu¨ª uno de sus rasgos personales admirados por todas las personas que hemos tenido el privilegio de trabajar con ¨¦l, o para ¨¦l (porque con ?ngel daba igual donde estuviera cada uno en el organigrama: su trato respetuoso y amable era exactamente el mismo). En cualquier reuni¨®n, ?ngel era capaz de explicar con claridad el diagn¨®stico del problema, sus implicaciones administrativas, y las ventajas e inconvenientes que ten¨ªan las distintas opciones para su resoluci¨®n. Sin prejuicios, escuchaba y analizaba con atenci¨®n plena lo que los dem¨¢s ten¨ªan que decir, prestando la misma atenci¨®n todos: a su equipo, sin diferencia alguna por raz¨®n de rango; a los representantes de las empresas, tanto si eran grandes como peque?as, o muy peque?as; a los sindicatos o a peque?as asociaciones regionales¡­ En definitiva, a todos los que ten¨ªan algo que decir. El resultado era siempre mejor que el punto de partida, se incorporaban unas propuestas, se ced¨ªa en otras y sus interlocutores y colaboradores ten¨ªamos todos la sensaci¨®n de que as¨ª es como se mejora un pa¨ªs.

Deja grandes amigos que le a?oraremos con inmenso cari?o. Con ¨¦l, no hay un mal recuerdo. Jam¨¢s le vio nadie poner una mala cara, ni dar una mala contestaci¨®n, ni en los momentos de mayor estr¨¦s. En tiempos como los que vivimos, en una sociedad cada vez m¨¢s diversa y rica, los valores de tolerancia, empat¨ªa y di¨¢logo que encarn¨® ?ngel Torres deben inspirarnos a todos.

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