El Gobierno y Telef¨®nica desconf¨ªan de las intenciones amistosas de STC
El mercado apunta a que el grupo saud¨ª puede pretender replicar el golpe que dio Etisalat en Vodafone, aunque ve dif¨ªcil la toma de control de la operadora espa?ola por el posible veto de Defensa, el escudo antiopas y el activismo de Competencia en la UE
La repercusi¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica de la entrada del grupo saud¨ª Saudi Telecom Company (STC) en el accionariado de Telef¨®nica, con la adquisici¨®n de un 9,9% del capital por 2.100 millones de euros, ha hecho sonar las alarmas en la multinacional espa?ola. El sigilo con el que STC ha llevado a cabo la operaci¨®n, que oficialmente solo se ha conocido tanto por el Gobierno como por la operadora cuando ya estaba ejecutada en su primera fase, hace temer que no se trate de una mera inversi¨®n financiera, como ha dejado traslucir el grupo ¨¢rabe, sino que responda a un plan premeditado con objetivos m¨¢s ambiciosos que el de tener acciones de Telef¨®nica en su cartera.
El temor en el Ejecutivo y en la multinacional espa?ola es que STC quiera ir m¨¢s all¨¢ de su promesa de no beligerancia e intente replicar el movimiento que Emirates Telecommunications (Etisalat) ha protagonizado en Vodafone en el ¨²ltimo a?o. Ante esa posibilidad, el Gobierno ha subrayado que aplicar¨¢ ¡°todos los mecanismos para garantizar los intereses estrat¨¦gicos de Espa?a en Telef¨®nica¡±. Cuenta con dos l¨ªneas de protecci¨®n: en primer lugar, Defensa puede bloquear el paso del 5% al 9,9%. Y posteriormente el Ejecutivo se reserva el as en la manga del escudo antiopas, que podr¨ªa abortar cualquier movimiento por encima del 10% en un abrir y cerrar de ojos.
Telef¨®nica evit¨® ayer pronunciarse al respecto a preguntas de este diario. Pero el precedente de la entrada del grupo emirat¨ª en Vodafone presenta paralelismos con la irrupci¨®n de STC en la multinacional espa?ola. A pesar de que primero declar¨® que se trataba de una inversi¨®n financiera, la irrupci¨®n de Etisalat en el capital de Vodafone acab¨® suponiendo un verdadero golpe de estado en la operadora brit¨¢nica, con la salida de su consejero delegado, una completa remodelaci¨®n del consejo y un viraje de 180 grados en la gesti¨®n en busca de mayor rentabilidad a corto plazo.
Las principales firmas de an¨¢lisis ¡ªcomo JP Morgan, Citi o el Banco Santander¡ª apuntan en esa direcci¨®n: STC puede no resignarse a ser un convidado de piedra como primer accionista de Telef¨®nica, como no lo es Etisalat como primer socio de Vodafone. Un diagn¨®stico con el que coinciden fuentes financieras consultadas por este diario. ¡°Aunque hayan dicho que sus intenciones son amistosas, no hay que fiarse¡±, indican.
No obstante, y a diferencia de lo que ocurri¨® con Vodafone, en el caso espa?ol el asunto tiene una derivada pol¨ªtica a?adida porque la legislaci¨®n espa?ola fuerza a STC a conseguir la autorizaci¨®n gubernamental para pasar del 4,9% del capital de Telef¨®nica que ya controlan a hacerse con el 9,9%. Ese escudo, en ¡°circunstancias normales, podr¨ªa ser un mero tr¨¢mite administrativo, pero se produce con un Gobierno en funciones¡±, indican fuentes del mercado. Lo dicen en referencia a la situaci¨®n pol¨ªtica, puesto que el Ejecutivo en funciones puede aplicar perfectamente el escudo antiopas. Posteriormente, podr¨ªa usar ese instrumento de nuevo si STC decidiera sobrepasar el 10%.
El asunto ha saltado de lleno a la arena pol¨ªtica. El ala del Gobierno dependiente de Sumar, con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda D¨ªaz, a la cabeza, no ve con buenos ojos la entrada de STC en la hist¨®rica operadora espa?ola. Y el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, no ha tardado en intentar sacar r¨¦dito de la pol¨¦mica y cargar contra Pedro S¨¢nchez, al que acusa de ¡°no enterarse¡± de lo que pasa en las empresas estrat¨¦gicas espa?olas, aludiendo tambi¨¦n a lo que ocurri¨® cuando Ferrovial traslad¨® su sede social a Pa¨ªses Bajos hace unos meses. La Casa Real ha desmentido que fuera informada de la operaci¨®n.
Frente a esos temores, el blindaje va m¨¢s all¨¢ del escudo antiopas y la decisi¨®n de Defensa: la dura legislaci¨®n de competencia de la UE hace muy dif¨ªcil que STC tome el control de Telef¨®nica. Am¨¦rica M¨®vil tuvo que desistir de hacerse con la holandesa KPN y firmar un acuerdo con el Gobierno austriaco para convertirse en el principal accionista de Telekom Austria. Y su entrada en Telef¨®nica tampoco garantiza al grupo saud¨ª ning¨²n retorno de la inversi¨®n, a pesar de que la primera reacci¨®n en Bolsa fue positiva. Desde que Etisalat entr¨® en Vodafone en mayo de 2022, la operadora ha perdido m¨¢s del 40% de su valor en Bolsa.
La Comisi¨®n Europea evit¨® este jueves pronunciarse sobre la compra de STC, pero avis¨® de que existen mecanismos europeos a los que puede recurrir el Gobierno para examinar de la mano de Bruselas si existe una amenaza y deben tomarse medidas.
Semejanzas con Etisalat
Los analistas resaltan el paralelismo entre la entrada de STC en Telef¨®nica y el de Etisalat en Vodafone. El operador de Emirates entr¨® en mayo de 2022 en el capital de la brit¨¢nica Vodafone con el 9,8% del capital, a trav¨¦s de Atlas 2022, una sociedad radicada en las Islas Caim¨¢n. Como ha hecho STC, Etisalat declar¨® entonces su ¡°respaldo completo¡± a la direcci¨®n de la firma brit¨¢nica y su plan de negocio, descart¨® pedir un puesto en el consejo de administraci¨®n, y afirm¨® que no ten¨ªa planes de hacer una oferta por el resto de la compa?¨ªa ni ¡°ejercer control o influir en el consejo y el equipo directivo¡±. Una declaraci¨®n que replicaba casi literalmente la que realiz¨® STC en su comunicaci¨®n a la CNMV el pasado martes para justificar la entrada en Telef¨®nica: respaldo a los gestores, ausencia de toma de control y ninguna exigencia de consejeros.
Pero Etisalat ten¨ªa otros planes muy distintos a los declarados para Vodafone. Se ali¨® con los accionistas m¨¢s d¨ªscolos, como el magnate franc¨¦s Xavier Niel, y con fondos como Cevian Capital, Blackrock (tambi¨¦n presente en Telef¨®nica), o Vanguard Group y HSBC Holdings, para forzar un cambio en la gesti¨®n. No tardaron en cuestionar a todo el equipo directivo, al que hac¨ªan responsable de la ca¨ªda continuada de la cotizaci¨®n. Para sacar partido a su inversi¨®n, exigieron una direcci¨®n m¨¢s agresiva, que propiciara la venta de activos y el abandono de los mercados no rentables. La presi¨®n desemboc¨® en la salida forzada de Nick Read como consejero delegado y su sustituci¨®n por Margherita Della Valle. La ejecutiva, cuyo nombramiento se supon¨ªa interino, se consolid¨® en el cargo tras sellar una alianza estrat¨¦gica con Etisalat el pasado mes de mayo, que incluy¨® el nombramiento como consejero de Vodafone del consejero delegado de la firma ¨¢rabe, Hatem Dowidar. El operador de Emiratos ha elevado su participaci¨®n al 14,6%, convirti¨¦ndose en el primer accionista, aunque planea a trav¨¦s de Morgan Stanley alcanzar el 20%.
Como Etisalat, STC tambi¨¦n ha utilizado a Morgan Stanley para entrar en el capital de Telef¨®nica, con un plan premeditado hace seis meses mediante la compra de peque?as participaciones en el mercado para no provocar la revalorizaci¨®n s¨²bita de las acciones y desvelar as¨ª qui¨¦n estaba realmente detr¨¢s de esas adquisiciones. Como informa la agencia Bloomberg, las compras se aceleraron desde junio, y se hicieron m¨¢s visibles en agosto, cuando la cotizaci¨®n de Telef¨®nica remont¨® r¨¢pidamente el desplome que provoc¨® la ruptura del acuerdo de alquiler de red con el operador alem¨¢n 1&1. Ahora STC debe implementar junto a Morgan Stanley la financiaci¨®n para la compra efectiva de ese 5% restante que a¨²n le queda por adquirir. Y ya no podr¨¢ esconderlo al mercado ni a la CNMV.
Por seguir con los paralelismos, Etisalat utiliz¨® a Hatem Dowidar, antiguo directivo de Vodafone, para su irrupci¨®n en el consejo de la brit¨¢nica. La operaci¨®n de STC ha sido pilotada por Jos¨¦ del Valle, responsable de Proyectos Especiales de STC y miembro de su comit¨¦ ejecutivo, aunque previamente trabaj¨® 17 a?os en Telef¨®nica, con distintos puestos en Latinoam¨¦rica, coincidiendo con Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez-Pallete, cuando el actual presidente de la operadora estaba al mando de las filiales en la antigua Telef¨®nica Internacional y Europa.
Como la de Vodafone y, en general, el resto de grandes operadoras de telecomunicaciones, la cotizaci¨®n de Telef¨®nica no pasa por sus mejores momentos. Actualmente, cotiza a 3,8 euros el t¨ªtulo, lejos de los m¨¢s de 20 euros que marcaba en 2007. Esa debilidad y la necesidad de afrontar ingentes inversiones para el despliegue de nuevas redes como el 5G hacen apremiante la entrada de nuevos inversores que aporten liquidez a la firma espa?ola, que arrastra adem¨¢s una deuda de 27.000 millones de euros. No es extra?o que muchos analistas interpreten que la inversi¨®n de STC es un espaldarazo para la compa?¨ªa espa?ola.
La dura legislaci¨®n de la UE sobre fusiones tampoco ayuda, porque impide el proceso de consolidaci¨®n que permita constituir grupos fuertes de telecomunicaciones europeos. ¡°La toma de participaciones en Vodafone, y ahora en Telef¨®nica, sin duda llamar¨¢ la atenci¨®n de la Comisi¨®n Europea. Solo queda esperar que, por fin, las autoridades reconozcan que se necesita urgentemente un cambio normativo para apoyar los mayores rendimientos necesarios para crear campeones europeos sanos¡±, han valorado los analistas de JP Morgan.
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