?Que vienen los chinos!

La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, adopt¨® el mi¨¦rcoles, en su discurso del estado de la Uni¨®n, un tono inhabitualmente duro con las importaciones desde China. Anunci¨® una exhaustiva ¡°investigaci¨®n antisubvenci¨®n sobre los veh¨ªculos el¨¦ctricos procedentes¡± de ese pa¨ªs.

No es un envite habitual, pues Europa propugna ¡°reducir el riesgo¡± (derisking), con la potencia asi¨¢tica, en vez de ¡°desacoplarse¡± (decoupling), y est¨¢ convenciendo de esa estrategia suave a Washington.

Pero el coche el¨¦ctrico esconder¨ªa, seg¨²n Bruselas, subvenciones estatales excesivas, quiz¨¢ a los precios, algo m¨¢s insidioso que solo a las inversiones. Un coche chino de baja gama cuesta unos 4.000 euros; los europeos y americanos vendidos en Europa multiplican esa cifra por 10.

As¨ª que habr¨ªa motivos para la protecci¨®n, si no se cae en el burdo proteccionismo. Porque importar barato tambi¨¦n incita a las firmas europeas a estrujar meninges y m¨¦todos para rebajar costes.

Este episodio debe acabar de forma equilibrada. Defendiendo la importancia del sector europeo y al mismo tiempo el car¨¢cter imprescindible de la relaci¨®n con China, sobre todo para operaciones de tierras raras o componentes de bater¨ªas. Est¨¢ en juego el Pacto Verde. Y el comercio con las dos grandes potencias, opuestas entre s¨ª. Pero tambi¨¦n urge un reequilibrio comercial global con los chinos.

En efecto, la balanza bilateral exhibe una cobertura del 15% para el lado europeo; Alemania ostenta d¨¦ficit, cuando sol¨ªa ser superavitaria. Y al cabo, China depende m¨¢s de la UE que al rev¨¦s: sus exportaciones a nuestro continente suponen el 20% del total; mientras que en el sentido inverso solo alcanzan el 11%.

Lo interesante de este pulso es que plasma ¡ªgeopol¨ªtica aparte¡ª el intento europeo, post era covid, de afinar m¨¢s sus relaciones comerciales. Para que sean m¨¢s proporcionadas y de efectos m¨¢s equivalentes. Y China ya no es un pa¨ªs emergente, aunque goce ¡ªenorme paradoja¡ª de los beneficios de esa clasificaci¨®n, sin dejar de ser una gran potencia militar y comercial.

Es la nueva actitud que en Bruselas se divulga como ¡°el fin de la era de la ingenuidad¡±, como la defini¨® con salero el jueves el vicepresidente Margaritis Schinas, en el CIDOB barcelon¨¦s.

Y que no solo se refiere a los intercambios bilaterales con otras regiones. Sino a un nuevo hincapi¨¦ en las inversiones europeas en el exterior, matizando el tradicional predominio del binomio comercio-solidaridad. ¡°No podemos ser los primeros donantes en ayuda oficial al desarrollo y tener a [parte de] ?frica votando contra nosotros en la ONU¡±, ejemplific¨®.

De ah¨ª la estrategia Global Gateway (2021), la Estrategia europea de seguridad econ¨®mica (20 de junio 2023), las nuevas propuestas a Latinoam¨¦rica (17 de julio) y el pacto inversor consorciado con EE UU suscrito (9 de septiembre) en el G-20 para el corredor Asia/Oriente Pr¨®ximo/Europa. Una alternativa, tard¨ªa pero tangible, a la Ruta de la Seda de Pek¨ªn. Volveremos a este asunto crucial.

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