Los sueldos multimillonarios de los directivos, en la diana de la huelga del motor de EE UU
Los primeros ejecutivos ganan entre 281 y 365 veces lo que un empleado intermedio de sus compa?¨ªas
Un trabajador medio de Stellantis tendr¨ªa que trabajar 365 a?os ¡ªes un decir¡ª para acumular el sueldo que gan¨® en 2022 Carlos Tavares, el consejero delegado de Stellantis. La jefa de General Motors (GM), Mary Barra, gana 362 veces m¨¢s que un empleado intermedio. Y en el caso de Ford, su primer directivo logr¨® una retribuci¨®n 281 veces superior al empleado tipo o mediano, el que tiene tantos que cobran m¨¢s que ¨¦l como que cobran menos. En la huelga contra los tres gigantes de Detroit, el l¨ªder del sindicato UAW, Shawn Fain, est¨¢ utilizando los grandes beneficios de las empresas y los sueldos estratosf¨¦ricos de sus directivos para encender la ira de los trabajadores y para argumentar que las subidas de sueldo que reclaman no son desmesuradas.
El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio la raz¨®n a los trabajadores el viernes: ¡°En la ¨²ltima d¨¦cada, las empresas automovil¨ªsticas han tenido beneficios r¨¦cord, incluso en los ¨²ltimos a?os, gracias a la extraordinaria habilidad y sacrificio de los trabajadores de la UAW. Pero esos beneficios r¨¦cord no se han repartido equitativamente, en mi opini¨®n, con esos trabajadores¡±.
En los ¨²ltimos tres ejercicios, GM ha logrado unos beneficios de 26.380 millones de d¨®lares (unos 24.700 millones de euros al tipo de cambio actual). La compa?¨ªa elev¨® en julio las previsiones de resultados para este a?o, a un rango entre 9.300 y 10.700 millones de d¨®lares. Su presidente y consejera delegada, Mary Barra, gan¨® 23,7 millones de d¨®lares en 2020; 29,1 millones en 2021, y 29,0 millones el a?o pasado. El grupo tiene 104.000 empleados en Estados Unidos y 63.000 en otros pa¨ªses. El empleado mediano (calculado con las reglas de la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Estados Unidos, que permiten excluir del c¨®mputo a los de pa¨ªses con poco peso en el total) tuvo una retribuci¨®n de unos 80.000 d¨®lares, de modo que la retribuci¨®n de Barra es 362 veces superior, seg¨²n la informaci¨®n oficial de la empresa.
Ford tambi¨¦n ha elevado sus previsiones para este a?o, en el que prev¨¦ lograr entre 11.000 y 12.000 millones de d¨®lares, en este caso de resultado neto de explotaci¨®n. La compa?¨ªa sufri¨® p¨¦rdidas contables contabiliz¨® p¨¦rdidas en 2022 por la p¨¦rdida de valor de su participada de veh¨ªculos el¨¦ctricos Rivian y el cierre de Argo, su inversi¨®n en coche de conductor junto a Volkswagen. Aun as¨ª, ha ganado 14.677 millones de d¨®lares en tres a?os. Su presidente y consejero delegado, James Farley, gan¨® 11,8 millones de d¨®lares en 2020; 22,8 millones en 2021, y 21,0 millones en 2022. Ford ten¨ªa en 2022 186.769 empleados, de los que 90.873 estaban en Estados Unidos, La retribuci¨®n de Farley fue 281 veces la del empleado mediano, de unos 74.700 d¨®lares anuales.
Stellantis ha sumado 33.172 millones de beneficio en los tres ¨²ltimos a?os. Carlos Tavares gan¨® 19,2 millones de euros en 2021 y 23,5 millones en 2022. Seg¨²n los c¨¢lculos de la propia empresa, esta ¨²ltima cifra representa 365 veces el sueldo medio de los empleados del grupo (64.328 euros), que tiene sede en Pa¨ªses bajos y utiliza criterios de c¨®mputo algo distintos a los de GM y Ford. Los accionistas de Stellantis votaron en contra del paquete de retribuci¨®n de Tavares, pero esa votaci¨®n era solo consultiva.
Los ejecutivos se defienden alegando que gran parte de la retribuci¨®n es variable y en acciones y est¨¢ ligada a la evoluci¨®n de los resultados de la empresa y de su cotizaci¨®n. Eso, sin embargo, se convierte en problem¨¢tico. Contener los costes (entre ellos los salariales) permite que las empresas ganen m¨¢s, la cotizaci¨®n suba en Bolsa y los bonus de los directivos sean m¨¢s jugosos: el conflicto est¨¢ servido.
De hecho, la subida del 40% en cuatro a?os que reclamaba inicialmente UAW (de momento han rebajado sus demandas al 36%) era, la que seg¨²n sus cuentas hab¨ªan tenido los m¨¢ximos directivos durante la vigencia del ¨²ltimo convenio colectivo, cuatro a?os en los que los trabajadores solo hab¨ªan visto subir su sueldo un 6% pese a la elevada inflaci¨®n. Aunque esa cifra depende de la metodolog¨ªa que se use, lo que es obvio es que la brecha salarial entre lo que ganan los primeros ejecutivos y los trabajadores se ha ido agrandando en las ¨²ltimas d¨¦cadas, no solo en el sector del autom¨®vil.
¡°La raz¨®n por la que pedimos aumentos salariales del 40% es porque solo en los ¨²ltimos cuatro a?os, el sueldo de los consejeros delegados subi¨® un 40%. Ya son millonarios. Nuestras demandas son justas. Pedimos nuestra parte justa en esta econom¨ªa y los frutos de nuestro trabajo¡±, declar¨® Shawn Fain en una entrevista en la CBS.
El sindicato UAW y las empresas han retomado las negociaciones. Mientras, la huelga sigue en tres plantas (una de GM, otra de Ford y otra de Stellantis) en tres estados diferentes (Michigan, Misuri y Ohio). El sindicato prefiere golpear con una huelga selectiva, aunque se guarda la posibilidad de ampliar el conflicto.
El impacto sobre las empresas y sobre la econom¨ªa en general no est¨¢ claro a¨²n. ¡°Es prematuro hacer previsiones sobre lo que significa para la econom¨ªa¡±, se?al¨® este lunes la secretaria del tesoro, Janet Yellen, en una entrevista en la CNBC. ¡°Depender¨¢ mucho de cu¨¢nto dure la huelga y de a qui¨¦n afecte exactamente¡±. Yellen cree que ¡°las dos partes tienen que reducir sus desacuerdos y trabajar para que todos salgan ganando¡±.
Tesla y Toyota, ganadores de la huelga
La huelga contra los tres gigantes de Detroit no ha hecho más que empezar, pero ya tiene varios ganadores. General Motors, Ford y Stellantis, con sus trabajadores afiliados al sindicato UAW se ven abocados a un parón de la producción y a un aumento de los costes laborales, que ya son mucho más altos que los de Tesla, por ejemplo. La compañía de Elon Musk, con una gran ventaja de productividad en la fabricación de coches eléctricos, podrá proteger sus márgenes frente a los modelos de los grandes competidores estadounidenses. Sus trabajadores reciben parte de la retribución en acciones, pero no están sindicados.
Los otros vencedores son los fabricantes extranjeros, especialmente los que tienen una mayor penetración en el mercado estadounidense, con Toyota, Hyundai, Honda y Nissan a la cabeza. Algunos tienen plantas de montaje en Estados Unidos, pero sus plantillas tampoco están afiliadas a la UAW y no se ven afectados por la huelga.
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