Trabajadores de baja presionados por mutuas y empresas: ¡°No estoy bien, pero me insisten para que vuelva¡±
Los m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica son el dique que protege a muchos empleados ante las peticiones de alta. Los sindicatos denuncian el inter¨¦s econ¨®mico de mutuas y compa?¨ªas en acortar las bajas
La fuerza laboral espa?ola envejece. Hoy los trabajadores mayores de 50 a?os son el 34%, cuando hace dos d¨¦cadas eran el 19%. Adem¨¢s, la sanidad p¨²blica arrastra a?os de recortes que impulsan las listas de espera, lo que alarga el tratamiento de algunas dolencias. Y el mercado laboral, ahora mismo, opera a pleno rendimiento, ...
La fuerza laboral espa?ola envejece. Hoy los trabajadores mayores de 50 a?os son el 34%, cuando hace dos d¨¦cadas eran el 19%. Adem¨¢s, la sanidad p¨²blica arrastra a?os de recortes que impulsan las listas de espera, lo que alarga el tratamiento de algunas dolencias. Y el mercado laboral, ahora mismo, opera a pleno rendimiento, con un r¨¦cord de ocupados que desinfla el miedo al paro, de manera que son menos los que optan por trabajar enfermos. Este c¨®ctel est¨¢ impulsando las bajas laborales, que se sit¨²an en cifras hist¨®ricas. La prevalencia media de las incapacidades temporales por contingencias comunes por cada 1.000 asalariados alcanz¨® en 2022 un r¨¦cord de 43, por encima del dato de 2019 (34) y m¨¢s del doble que en 2012. Una protesta habitual de estos trabajadores de baja es que la empresa los presiona para volver a su puesto aunque no est¨¦n recuperados. Algunos tambi¨¦n denuncian que son las propias mutuas las que ejercen este empuj¨®n, a menudo contra el criterio de los m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica.
Pedro Balsera es uno de esos empleados. Dice que sufri¨® este problema tras lesionarse la mu?eca en una f¨¢brica de cart¨®n. ¡°Se me fue complicando hasta derivar en una distrofia que me ha fastidiado la vida. En el proceso lo pas¨¦ muy mal con la mutua: me trataron, pero despu¨¦s de un tiempo sin que me recuperase se deshicieron de m¨ª. ¡®Lo siento, s¨¦ que no est¨¢s bien, pero te tengo que dar el alta¡¯, me dijeron¡±, cuenta este valenciano de 60 a?os. ¡°El m¨¦dico de la Seguridad Social s¨ª me dijo que ten¨ªa que seguir de baja, y menos mal, porque al final la inspecci¨®n m¨¦dica me dio la incapacidad permanente¡±, a?ade.
La patronal de las mutuas, AMAT, defiende a capa y espada a sus empleados: ¡°Los profesionales sanitarios que trabajan en las mutuas tienen la misma titulaci¨®n que los de los servicios p¨²blicos de salud de las comunidades aut¨®nomas y de la Seguridad Social, estando sometidos al mismo c¨®digo ¨¦tico y deontol¨®gico, por lo que no se debe dudar, en ning¨²n caso, de los criterios de los m¨¦dicos de las mutuas cuando dan el alta¡±. Asimismo, la asociaci¨®n que representa a las mutuas reivindica que ¡°las encuestas de satisfacci¨®n muestran la idoneidad en el trato ofrecido a los trabajadores protegidos¡±.
Apenas hay informaci¨®n sobre esta disonancia de criterio entre facultativos de las mutuas y de la Seguridad Social. ¡°No sabemos cu¨¢ntos trabajadores vuelven a trabajar antes de lo que deber¨ªan durante un proceso de baja. Lo que s¨ª conocemos son sentencias condenatorias a empresas por amenazar a sus trabajadores durante periodos de baja¡±, dice Maria del Mar Cresp¨ª, profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat de les Illes Balears y autora de la tesis doctoral Incapacidad temporal y absentismo laboral: prevenci¨®n, control y retorno al trabajo. Miguel Arenas, abogado laboralista del Colectivo Ronda y especialista en Seguridad Social, conoce de primera mano algunos de estos casos. ¡°No son comunes, ya que implican un gran coste para el trabajador. Lo normal es que no se llegue a juicio¡±, explica. AMAT destaca que el 70% de las sentencias al respecto de 2022 (11.894 de 16.902) resultaron favorables para estas entidades.
Este problema no es nuevo. Jos¨¦ de las Morenas, coordinador de la secretar¨ªa confederal de Salud Laboral de UGT, dice: ¡°Es m¨¢s viejo que el hilo negro; diariamente asistimos a trabajadores que sufren presi¨®n de sus empresas o de sus mutuas para que se reincorporen¡±. Este experto incide en lo ¡°habitual¡± que resulta que el m¨¦dico de la mutua recomiende el alta y el de la sanidad p¨²blica lo rechace: ¡°Los dos son m¨¦dicos, no deber¨ªa haber diferencias¡±. El m¨¦dico Francisco Jos¨¦ S¨¢ez est¨¢ acostumbrado a enfrentar esta situaci¨®n en su consulta. ¡°Las mutuas a veces recomiendan altas sin conocer al paciente como los m¨¦dicos de familia, sin toda la informaci¨®n. En un esguince pueden pedir el alta a los 15 d¨ªas, pero quiz¨¢ el paciente tiene artrosis y eso hay que tenerlo en cuenta¡±, explica el responsable de Salud Laboral de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia. El Ministerio de Seguridad Social indica a este peri¨®dico que no aprecia un problema de excesiva presi¨®n de mutuas y empresas a trabajadores de baja.
El secretario confederal de CC OO de Salud Laboral, Mariano Sanz, indica que la disonancia entre facultativos se da sobre todo ¡°en sectores precarizados y empresas peque?as, donde tienen menos margen de maniobra para cubrir bajas¡±, y especialmente en dolencias psicosociales y en traumatol¨®gicas cuando ¡°lo que impide trabajar es el dolor, cuando no hay una lesi¨®n aparente¡±. Esa es justo la situaci¨®n de Carmen, administrativa madrile?a de 35 a?os, de baja por una crisis de ansiedad que le ha provocado su empleo: ¡°Lloraba al ir al trabajo, lloraba all¨ª y lloraba al volver pensando en el d¨ªa siguiente. Cuando voy a la mutua nunca me preguntan c¨®mo estoy, solo que cu¨¢ndo pienso volver a trabajar. La ¨²ltima vez me dijeron que estaba para el alta voluntaria, pero en la Seguridad Social no me dicen eso. No estoy bien, pero me insisten para que vuelva¡±. No da su nombre real para no sufrir represalias, como tampoco lo hacen el resto de los trabajadores que participan en este reportaje y no dan su apellido.
Coste econ¨®mico
Las mutuas funcionan con fondos que abonan las empresas y la Seguridad Social. Cumplen una labor de acompa?amiento para las bajas laborales por contingencias comunes (bajas no causadas por el trabajo) y adoptan un papel protagonista en las enfermedades profesionales: asumen el tratamiento y tramitan la prestaci¨®n. En las contingencias comunes, las mutuas pueden recomendar el alta, pero la decisi¨®n depende del m¨¦dico de cabecera. Para las enfermedades profesionales las mutuas s¨ª pueden tramitar altas y bajas, pero el trabajador puede recurrir ante la Inspecci¨®n M¨¦dica del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que puede revocar y obligar a la mutua a continuar con el proceso.
Un elemento clave para entender la disonancia entre el criterio de m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica y de las mutuas, en opini¨®n de Cresp¨ª, es que las segundas ¡°tienen un inter¨¦s econ¨®mico directo¡± en que las bajas sean m¨¢s cortas. S¨¢ez explica que les interesa especialmente respecto a las enfermedades de origen laboral, ¡°ya que son las que m¨¢s recursos de las mutuas absorben¡±. ¡°Es una cuesti¨®n muy delicada¡±, contin¨²a el experto en salud laboral de CC OO, ¡°ya que los m¨¦dicos de las mutuas est¨¢n muy especializados y defienden que tienen m¨¢s informaci¨®n para determinadas patolog¨ªas, pero vienen de ser hist¨®ricamente colectivos patronales. A veces vemos ese sesgo en su papel. Est¨¢ m¨¢s claro que el agua que les interesa que las bajas sean cortas¡±. Coincide Arenas: ¡°El m¨¦dico de la Seguridad Social solo mira dos variables: si el paciente est¨¢ impedido para trabajar y si necesita asistencia m¨¦dica. La mutua tiene otras variables en cuenta, de car¨¢cter econ¨®mico. Ejerce una labor fiscalizadora¡±.
La patronal de las mutuas rechaza de plano este planteamiento: ¡°Que el tiempo de recuperaci¨®n de la salud de los trabajadores, en lo que a patolog¨ªas traumatol¨®gicas se refiere, sea inferior en las mutuas que en los servicios p¨²blicos de salud, nada tiene que ver con la profesionalidad de su personal sanitario, habida cuenta de que los m¨¦dicos de las mutuas, los de los servicios p¨²blicos de salud y los de la Seguridad Social cuentan con los mismos conocimientos y han estudiado en las mismas universidades¡±.
¡°Parece necesario recordar¡±, a?ade AMAT, ¡°que las mutuas son organizaciones sin ¨¢nimo de lucro, y todo dinero ahorrado en la gesti¨®n de los procesos de incapacidad temporal vuelve a las cuentas p¨²blicas de la Seguridad Social. Las mutuas buscan generar ahorro de los gastos innecesarios, cumpliendo todas las premisas legales, ahorro que siempre termina en el patrimonio de la Seguridad Social¡±.
?Dolencia profesional o com¨²n?
Sanz cree que en Espa?a se ¡°infrarreconocen¡± enfermedades como profesionales: es decir, muchas dolencias derivadas del trabajo se tratan como contingencias comunes. Sindicatos y empresarios reclamaron en el pacto salarial que suscribieron en mayo un papel m¨¢s protagonista de las mutuas en los tratamientos traumatol¨®gicos, dada su especializaci¨®n en la materia. ¡°As¨ª conseguir¨ªamos agilizar bajas que se enquistan por las listas de espera¡±, defiende Sanz. Fuentes de Seguridad Social insisten en esa idea: ¡°Fija l¨ªneas de actuaci¨®n, como es la involucraci¨®n de las mutuas, que son sector p¨²blico estatal de car¨¢cter administrativo, cuyos medios asistenciales no est¨¢n aprovechados completamente para algunas de las patolog¨ªas m¨¢s comunes (por ejemplo, musculoesquel¨¦ticas)¡±. Las mutuas defienden que se gu¨ªan por la normativa vigente.
Los trabajadores de los supermercados, muchos de los cuales se pasan d¨ªas enteros moviendo cajas, est¨¢n entre los que m¨¢s se quejan por la falta de reconocimiento profesional de sus dolencias. ¡°Not¨¦ un pinchazo en el menisco cuando estaba trabajando¡±, dice Marcos, gaditano de 40 a?os y empleado en una de las mayores cadenas de supermercados, ¡°pero pod¨ªa seguir en ese momento¡±. ¡°Con los d¨ªas fui a peor y al final result¨® que me ten¨ªa que operar, pero nunca me reconocieron la lesi¨®n como laboral. Yo prefer¨ªa la mutua para ir m¨¢s r¨¢pido con el tratamiento, pero no hubo manera¡±, a?ade. Poco despu¨¦s se volvi¨® a lesionar: ¡°No pudieron negar que fue de origen laboral porque me hice polvo el gemelo mientras operaba con la carretilla. Voy a la mutua, me hacen las pruebas y me dicen que no tengo nada. Me mor¨ªa de dolor, pero ellos insist¨ªan en que no me pasaba nada. Acab¨¦ yendo a un fisioterapeuta por mi cuenta y vio que ten¨ªa una rotura de un cent¨ªmetro. Fue una frustraci¨®n terrible¡±.
UGT fue m¨¢s all¨¢ recientemente y reclam¨® que los problemas de salud mental relacionados con el estr¨¦s laboral se reconozcan como enfermedades profesionales. Esto beneficiar¨ªa a empleadas como Patricia, que sufri¨® una crisis de ansiedad cuando trabajaba como operadora telef¨®nica. ¡°Durante esa baja el psiquiatra de la mutua me hac¨ªa sentir como si fuera mi culpa, que si los compa?eros pod¨ªan con ello por qu¨¦ yo no. Al final me dijeron que el problema lo ten¨ªa yo y que ten¨ªa que reincorporarme. Cuando le cont¨¦ esto a mi m¨¦dica de cabecera me dijo: ¡®Ya s¨¦ cu¨¢l es tu empresa. Si pudiera la cerrar¨ªa, no s¨¦ cu¨¢ntas bajas he firmado por ansiedad y depresi¨®n de ah¨ª. Ni se te ocurra volver, no est¨¢s en condiciones¡±, explica esta trabajadora sevillana de 44 a?os.
El problema de la propuesta de UGT, dice Cresp¨ª, ¡°es que las enfermedades suelen ser multifactoriales, y para que se reconozcan como profesionales tienen que ser casi en exclusiva causadas por el trabajo¡±. El ministerio reconoce que hay margen de mejora al respecto: ¡°Somos conscientes de que el listado necesita una nueva reflexi¨®n, sobre todo teniendo en cuenta la perspectiva de g¨¦nero¡±.
Enfermedades que se enquistan y despidos
De las Morenas, por su parte, critica el discurso que asocia las bajas y el absentismo: ¡°Claro que existe el absentista profesional, pero es una minor¨ªa. Son muchos m¨¢s los trabajadores que reciben altas antes de tiempo o los que van a su puesto enfermos¡±. Mar¨ªa es una veterinaria de Huelva de 30 a?os que ha sufrido problemas m¨¦dicos justo por eso: ¡°Tuve un percance con un perro y me hizo da?o en la mu?eca. Mi m¨¦dica de cabecera me dijo que tendr¨ªa que coger una baja, pero antes de aceptar se lo consult¨¦ a mi jefe. Me pidi¨® que atrasase la baja para que encontrase una sustituta. Durante toda la semana estaba molesto y me lo hac¨ªa saber, y yo trabajando con dolor. Cuando cog¨ª la baja me escrib¨ªa a todas horas para saber cu¨¢ndo pensaba volver. Me dec¨ªa que estaba perdiendo dinero por mi culpa. Al sentirme tan presionada volv¨ª antes de tiempo y me cost¨® mucho recuperarme por esa precipitaci¨®n¡±.
Eva, camarera de 25 a?os, sufri¨® la misma presi¨®n desde el primer minuto de su baja. Un coche la atropell¨® de camino al trabajo: ¡°Llam¨¦ antes a mi jefa que a la ambulancia para decirle que no pod¨ªa ir a trabajar. No me pod¨ªa mover del suelo. Su respuesta fue: ¡®?Pero vas a venir a trabajar?¡¯ Me presionaba tanto que a los 10 d¨ªas cog¨ª el alta voluntaria, incluso contra la recomendaci¨®n de la mutua. Empastillada consegu¨ªa trabajar por la ma?ana, pero por la tarde lloraba del dolor¡±. Eva sufri¨® una de las fallas que condicionan estos debates: la falta de adaptaci¨®n de los puestos de trabajo. ¡°Al volver ten¨ªa la instrucci¨®n de que no pod¨ªa levantar peso, pero mi jefa me obligaba a hacerlo, aunque le dec¨ªa que me resultaba imposible. ¡®Pero si siempre lo has hecho¡¯, me dec¨ªa¡±.
¡°El trabajador¡±, a?ade Cresp¨ª, ¡°puede volver antes de estar plenamente recuperado. No es lo mismo la recuperaci¨®n laboral que la m¨¦dica. Pero para ello el puesto se debe adaptar a las limitaciones del empleado, y esto no es muy com¨²n. Hay procesos de recuperaci¨®n que nunca terminan de culminarse, quedan en una zona intermedia, y se les pide que vuelvan con la misma dedicaci¨®n y exigencia¡±.
Al final, algunos de estos trabajadores reciben el castigo del despido. ¡°Despu¨¦s de cinco a?os trabajando en una carnicer¨ªa me tuvieron que operar¡±, relata Loren de la Oliva, charcutero granadino de 45 a?os. ¡°Ten¨ªa un problema en un dedo, un tema de tendones que me obligaba a trabajar infiltrado a menudo. Siempre cumpl¨ª, trabaj¨¦ much¨ªsimas horas extra sin cobrarlas y estaba bien considerado. Al fin se abri¨® un hueco en la lista de espera y pude operarme para solucionar ese problema. Pues cuando volv¨ª todo era diferente, el que decid¨ªa ni me dirig¨ªa la palabra. No me sorprendi¨® porque ya vi c¨®mo se lo hac¨ªan a otros compa?eros que se hab¨ªan visto obligados a coger una baja. A los pocos d¨ªas me despidieron¡±.
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