Las bajas laborales registran m¨¢ximos: el aumento que ¡°preocupa¡± a sindicatos y empresarios

El cap¨ªtulo VII del acuerdo salarial, que suscribieron hace dos semanas empresarios y sindicatos, arranca con la siguiente frase: ¡°Las organizaciones empresariales y sindicales firmantes de este acuerdo manifestamos nuestra preocupaci¨®n por los indicadores de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes¡±. Es una declaraci¨®n de mucho calado, especialmente desde la parte sindical. Es un reconocimiento de que el aumento en las bajas laborales por enfermedades comunes est¨¢ generando problemas para las empresas y para los trabajadores. Ning¨²n otro de los cuatro anteriores AENC (Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva) inclu¨ªa una sentencia de estas caracter¨ªsticas. El de 2015 fue el ¨²nico que mencionaba las incapacidades temporales, pero no se manifestaba ¡°preocupaci¨®n¡± al respecto.

Los datos de la Seguridad Social confirman que en los ¨²ltimos a?os est¨¢n creciendo las bajas laborales, impulsadas a niveles nunca vistos desde que hay registros consolidados. Es decir, al menos desde 2007, el primer a?o en que el departamento ofrece cifras medias a partir de las que facilitan el Instituto Nacional de la Seguridad Social, el Instituto Social de la Marina y las mutuas colaboradoras del sistema p¨²blico. La prevalencia media de las incapacidades temporales por contingencias comunes por cada 1.000 asalariados ¡ªel indicador m¨¢s certero, seg¨²n los expertos¡ª alcanz¨® en 2022 un r¨¦cord de 43,26, por encima del dato de 2019 (34,1) y m¨¢s del doble que en 2012, el a?o en que marc¨® el m¨ªnimo. Desde entonces ha ido creciendo progresivamente, acelerado por la pandemia.

Hay m¨¢s estad¨ªsticas de la Seguridad Social que apuntan en la misma direcci¨®n: la incidencia media por cada 1.000 trabajadores marca un r¨¦cord de 32,58, al igual que el n¨²mero de procesos abiertos por contingencias comunes a lo largo del a?o: 6,87 millones. Ante este dato se puede contraponer la elevada cifra de asalariados que presenta Espa?a actualmente, 17,34 millones. Pero en 2007, con 600.000 asalariados menos, hubo m¨¢s de un mill¨®n menos de procesos de baja por contingencias comunes. Al terminar 2022 hab¨ªa 768.094 trabajadores por cuenta ajena de baja, m¨¢s que nunca.

Otras fuentes tambi¨¦n captan este escenario, como el informe de absentismo de Adecco: la tasa de absentismo por incapacidad temporal fue del 5,1% en el ¨²ltimo trimestre de 2022, 0,2 puntos m¨¢s que hace un a?o. Esta empresa estima que las horas no trabajadas por estas bajas laborales fueron equivalentes a la jornada de 800.000 empleados, casi 160.000 m¨¢s que en 2019. La Asociaci¨®n de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) cataloga la situaci¨®n como ¡°extrema¡± y se?ala que la tendencia se mantiene en 2023, con un crecimiento del 33,51% en el n¨²mero de procesos iniciados respecto al primer trimestre del a?o anterior.

En el Ministerio de Seguridad Social reconocen que est¨¢n detectando un aumento en las bajas laborales por contingencias comunes, tanto en n¨²mero como en duraci¨®n. Indican que son especialmente rese?ables los incrementos en las incapacidades temporales ligadas a problemas del aparato locomotor y de salud mental, pero no hay datos desagregados disponibles que lo precisen. Desde la CEOE tambi¨¦n perciben el incremento en las bajas, ¡°que genera un grave problema de productividad¡±.

¡°El aumento en contingencias comunes, como las musculoesquel¨¦ticas, es claro¡±, indica el secretario confederal de CC OO de Salud Laboral, Mariano Sanz. ¡°En el AENC trasladamos inquietud por la salud de las personas trabajadoras. La disminuci¨®n de las bajas tiene que ser una consecuencia, no un objetivo. Tenemos que mejorar en la salud y la vigilancia de las condiciones de los trabajadores¡±, a?ade el vicesecretario general de Pol¨ªtica Sindical de UGT, Fernando Luj¨¢n, participante en las negociaciones del pacto salarial. ¡°El problema de la incapacidad temporal por contingencias comunes que est¨¢ sufriendo nuestro pa¨ªs no puede esperar m¨¢s y est¨¢ claro que tanto las organizaciones empresariales como las sindicales han mostrado su m¨¢xima sensibilidad en estas recomendaciones para la negociaci¨®n colectiva¡±, dice el director gerente de AMAT, Pedro Pablo Sanz.

?Por qu¨¦ est¨¢n aumentando las bajas?

A Maria del Mar Cresp¨ª, profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat de les Illes Balears, no le sorprende el incremento de bajas laborales. ¡°Es algo que siempre sucede cuando el empleo y la econom¨ªa van bien. Es algo c¨ªclico¡±, explica esta experta, autora de la tesis doctoral Incapacidad temporal y absentismo laboral: prevenci¨®n, control y retorno al trabajo. Asegura que durante los momentos de incertidumbre, los trabajadores acuden a su puesto pese a estar enfermos, lo que rebaja la estad¨ªstica de incapacidades temporales. ¡°Como ahora los datos de paro van bien, asistimos a este fen¨®meno¡±.

Coincide Daniel S¨¢nchez Gallo, presidente de la Comisi¨®n de Seguridad y Prevenci¨®n de Riesgos Laborales del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid: ¡°En los periodos de crisis, los trabajadores temen que cogerse una baja les cueste el empleo¡±. Esto se ve claramente en la prevalencia de las bajas, que toc¨® fondo en 2012, cuando Espa?a pidi¨® a Europa el rescate de su sistema bancario. Desde entonces ha ido creciendo progresivamente, a la vez que ha ido mejorando la econom¨ªa.

Cresp¨ª identifica otros motivos, como el envejecimiento de la poblaci¨®n activa. ¡°Los trabajadores cada vez son mayores y la edad es uno de los principales condicionantes de la salud. Lo previsible es que esto vaya a peor, dado el envejecimiento del pa¨ªs¡±. Ahora los trabajadores mayores de 50 a?os son el 34,4% de la fuerza laboral, mientras que en 2012 eran el 25,2% y en 2002, el 19,2%. Cresp¨ª cree que tambi¨¦n es importante que desde la pandemia hay un mayor conocimiento en torno a los derechos laborales y el escudo protector del Estado. Por otro lado, S¨¢nchez Gallo alude a la necesidad de mejorar en prevenci¨®n de riesgos laborales: ¡°Hay que poner todo el sistema patas arriba. No se identifican convenientemente los riesgos y no hay suficiente especializaci¨®n¡±.

Adem¨¢s del buen momento econ¨®mico, la experta de la Universitat de les Illes Balears cree que el otro factor principal que est¨¢ aumentado las bajas es el ¡°atasco en la sanidad p¨²blica, que ha ido a peor por el aumento de las listas de espera por la pandemia¡±. Esa crisis sanitaria dio un fuerte impulso a las bajas: en 2020 y 2021 aumentaron con m¨¢s contundencia que en los a?os precedentes. Fuentes de la CEOE tambi¨¦n creen que el origen de este problema es ¡°multicausal¡±, pero se?alan que ¡°reduciendo el colapso del sistema sanitario y mejorando los procedimientos es seguro que se reducir¨¢¡±.

Los expertos sindicales apuntan al empeoramiento de la sanidad p¨²blica como el principal motivo por el que aumentan las bajas. ¡°El tiempo de respuesta del sistema sanitario se est¨¢ retrasando y eso expande el tiempo de las bajas. Si se diagnostica tarde y la recuperaci¨®n es m¨¢s lenta, el trabajador, obviamente, se incorpora m¨¢s tarde. Es un asunto estructural¡±, indica el especialista de CC OO. El de UGT cree que hay muchas bajas traumatol¨®gicas ¡°que podr¨ªan acortarse much¨ªsimo con una rehabilitaci¨®n m¨¢s intensa y que esto repercuta en la salud de los trabajadores para acortar las incapacidades¡±. Luj¨¢n denuncia el ¡°cargo¡± que esto supone para el trabajador por el retraso en su curaci¨®n, ¡°pero tambi¨¦n para las arcas p¨²blicas, algo totalmente indeseado¡±.

Las listas de espera batieron un nuevo r¨¦cord en 2022: 793.521 pacientes aguardaban una operaci¨®n al terminar el a?o, 87.781 m¨¢s que en 2021. Tambi¨¦n est¨¢ disparado el retraso para consultar a especialistas, de 95 d¨ªas de media (seis m¨¢s que el a?o anterior), y es m¨¢s alto que nunca el porcentaje de estas citas que se demoran m¨¢s de 60 d¨ªas (55,9%). Cresp¨ª destaca que el coste derivado del aumento de las bajas recae en la Seguridad Social, a pesar de que una de las principales causas es el atasco sanitario, responsabilidad de las comunidades aut¨®nomas.

El papel de las mutuas

Uno de los aspectos del AENC que m¨¢s pol¨¦mica ha despertado es precisamente una de las soluciones que sindicatos y empresarios plantean a este problema: un papel m¨¢s activo de las mutuas para procesos traumatol¨®gicos. ¡°Las organizaciones firmantes de este acuerdo consideramos que el aprovechamiento de los recursos de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social contribuye al objetivo de mejorar los tiempos de espera, la atenci¨®n sanitaria de las personas trabajadoras y la recuperaci¨®n de su salud, as¨ª como a reducir la lista de espera en el sistema p¨²blico. Al objeto de cumplir esta finalidad, las organizaciones signatarias instamos a las administraciones con competencias en la materia a desarrollar convenios con dichas mutuas, encaminados a realizar pruebas diagn¨®sticas y tratamientos terap¨¦uticos y rehabilitadores en procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes de origen traumatol¨®gico. Todo ello se llevar¨¢ a cabo con respeto de las garant¨ªas de intimidad, sigilo, confidencialidad, consentimiento informado y coordinaci¨®n con el profesional sanitario del sistema p¨²blico de salud¡±, indica el texto.

Los sindicatos est¨¢n soportando muchas cr¨ªticas por este punto, acusados de atacar a la sanidad p¨²blica y de avalar que las mutuas controlen la concesi¨®n de la baja y el alta. Luj¨¢n denuncia la ¡°falsedad¡± de estas posiciones: ¡°Los servicios p¨²blicos de salud est¨¢n desbordados y desgraciadamente las listas de espera son largu¨ªsimas. No es razonable que tarden 100 d¨ªas en operarte una pierna. Lo que decimos es que, ante esta situaci¨®n, la capacidad de acompa?amiento de las mutuas se est¨¢ infrautilizando, y que para las bajas de naturaleza traum¨¢tica aconsejamos que se recurra m¨¢s a ellas¡±. El sindicalista destaca que hay tres condiciones: ¡°Debe ser decisi¨®n del trabajador, solo ser¨¢ as¨ª si el m¨¦dico de la Seguridad Social lo autoriza y lo limitamos a las bajas traum¨¢ticas, en las que las mutuas est¨¢n muy especializadas. En ning¨²n caso para patolog¨ªas de otro tipo¡±. Adem¨¢s, destaca que ¡°en ning¨²n caso¡± avalan que las mutuas concedan las altas y las bajas: ¡°Siempre defenderemos que esto dependa exclusivamente del m¨¦dico de cabecera¡±. ¡°Hacemos esto para proteger mejor a la clase trabajadora¡±, finaliza Luj¨¢n.

El experto de CC OO incide en el mismo mensaje: ¡°No vamos contra la sanidad p¨²blica. Siempre vamos a defenderla, pero tenemos que buscar f¨®rmulas para dar respuesta a este problema, y lo planteamos con recursos de la Seguridad Social¡±. El secretario de Salud Laboral de CC OO recuerda que, aunque en las mutuas participen empresas privadas, los recursos son p¨²blicos. ¡°En el AENC no decimos nada que no recoja ya la ley general de la Seguridad Social¡±. Cree que las patronales estar¨ªan ¡°encantadas¡± de que las mutuas pudiesen certificar las altas y bajas (ya pueden hacer propuestas, que trasladan al m¨¦dico de cabecera), pero rechaza otras f¨®rmulas: ¡°No se nos pasa por la cabeza [que lo hagan directamente]¡±. A la vez, defiende la necesidad de ¡°aumentar los recursos de la sanidad p¨²blica¡±.

En la CEOE indican que con el AENC quieren ¡°impulsar que la asistencia m¨¦dica de los procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes de origen traumatol¨®gico se asigne a las mutuas mediante la firma de acuerdos entre el Ministerio de Seguridad Social, las autoridades sanitarias auton¨®micas y las mutuas¡±. ¡°Nosotros en lo que estamos es en la mejora de la salud de los trabajadores y aminorar la presi¨®n sobre el sistema p¨²blico de salud, y para ello, es relevante la colaboraci¨®n con las mutuas¡±, a?ade la patronal.

A la pregunta sobre si las mutuas est¨¢n siendo infrautilizadas, el director gerente de AMAT esquiva responder y cree que lo importante es ¡°la optimizaci¨®n de recursos¡±. ¡°Esta es la diferencia que permite que las mutuas recuperen la salud de los trabajadores, por ejemplo en patolog¨ªas traumatol¨®gicas, hasta en un 50% menos de tiempo que en la sanidad p¨²blica, que desgraciadamente cuenta con unas elevadas listas de espera¡±, indica. Las mutuas gestionan unos 12.300 millones de euros p¨²blicos al a?o.

Por su parte, fuentes de la Seguridad Social acogen positivamente el planteamiento del AENC: ¡°Supondr¨ªa un mayor aprovechamiento de los recursos de las mutuas en un ¨¢mbito muy acotado (contingencias comunes de origen traumatol¨®gico)¡±. ¡°Hay que recordar¡±, contin¨²an desde el ministerio, ¡°que los medios asistenciales de las mutuas son financiados con cotizaciones sociales. Se insta, de esta manera, a articular formas de colaboraci¨®n entre servicios p¨²blicos de salud y las mutuas colaboradoras de Seguridad Social. Lo que implica un uso m¨¢s eficiente de los recursos p¨²blicos, y ponerlos a disposici¨®n de los cotizantes, que son los que los financian. Las mutuas son parte del sistema de Seguridad Social¡±.

?Lo llamamos absentismo?

Las bajas laborales por incapacidad temporal son, según las estadísticas, uno de los componentes del absentismo. Sin embargo, hay muchos expertos que aluden al matiz peyorativo de esta palabra para no meter en el mismo saco las ausencias injustificadas y las que se deben a procesos médicos. "Nosotros no hablamos de absentismo porque creemos que en este país no hay un problema al respecto. No hay que frivolizar: debemos garantizar que no haya fraude en relación con las bajas laborales, pero se trata de algo anecdótico. Estamos convencidos de que no hay que sospechar de cada baja", indica el experto en salud laboral de CC OO. 

En el último AENC no se menciona la palabra absentismo, a diferencia de los de 2018 y 2015. "La patronal pidió que se volviera a destacar el absentismo en este AENC. Fue algo muy debatido, pero no estábamos de acuerdo", indica Luján. 

Durante el cuarto trimestre de 2022 la jornada semanal media pactada, según el INE, fue de 34,8 horas. "De estas, se pierden 5,7 horas a la semana, de las cuales, 2,8 son por vacaciones, 2,3 horas por bajas por incapacidad laboral y 0,3 por maternidad o paternidad", explica el INE. El 0,3 restante se debe a otros motivos, como otros permisos remunerados o por conflictivdad laboral. En una comparación histórica, las siete horas mensuales que ahora se pierden por incapacidad temporal son un récord, 1,3 más que en 2019 y casi el doble que en 2012, cuando fueron 3,6.

La experta de la Univeridad de les Illes Balears, especializada en absentismo, asegura que ha investigado mucho el fraude. "Pero no hay datos. Es un fenómeno oculto. Ahora mismo es imposible conocer su dimensión", critica. Por su experiencia en la materia, cree que las bajas fraudulentas "no están extendidas de forma general" y que, cuando se dan, lo más habitual es que "no haya vagancia o mala fe", sino que tapan necesidades de conciliación no satisfechas o se deben a conflictos laborales no resueltos. Además, cree que habría que plantear cambios en la naturaleza de algunos puestos, especialmente los más físicos, para acortar ciertas bajas: "En España solemos volver cuando estamos recuperados como para hacer la misma tarea que antes de la enfermedad. Sería una buena idea plantear cambios de tareas o empezar por menos horas y aumentar la jornada progresivamente (con el mismo suledo y con cargo por la parte no trabajada a la Seguridad Social)".

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