As¨ª es el nuevo marco europeo para reducir la deuda y el d¨¦ficit. ?Qu¨¦ cambia? ?Ser¨¢ m¨¢s flexible?
Los Veintisiete han consensuado ¡®in extremis¡¯ una posici¨®n pol¨ªtica com¨²n que quita rigidez a las reglas
Tras meses de duras negociaciones, con rifirrafes y amagos de no llegar a un acuerdo, los Veintisiete han consensuado in extremis una posici¨®n pol¨ªtica com¨²n para reformar las reglas fiscales europeas. Con este pacto, logrado bajo la presidencia espa?ola del Consejo de la UE, Bruselas cierra una etapa que empez¨® con la crisis financiera de hace una d¨¦cada: da un portazo al esquema dise?ado en 2008, que se demostr¨® tan ...
Tras meses de duras negociaciones, con rifirrafes y amagos de no llegar a un acuerdo, los Veintisiete han consensuado in extremis una posici¨®n pol¨ªtica com¨²n para reformar las reglas fiscales europeas. Con este pacto, logrado bajo la presidencia espa?ola del Consejo de la UE, Bruselas cierra una etapa que empez¨® con la crisis financiera de hace una d¨¦cada: da un portazo al esquema dise?ado en 2008, que se demostr¨® tan r¨ªgido al punto de no cumplirse, y que ser¨ªa totalmente inasumible ahora, ante una deuda p¨²blica que se ha disparado para hacer frente a la pandemia. De hecho, el todav¨ªa vigente cors¨¦ presupuestario se suspendi¨® al estallar la crisis sanitaria y sigue congelado hasta el pr¨®ximo a?o. El nuevo modelo, del que quedan por cerrar flecos, ser¨¢ m¨¢s flexible, pese las cesiones hechas al bloque de los halcones, liderados por Alemania.
?Qu¨¦ son las reglas fiscales?
Las reglas fiscales suponen una cortapisa para que los Estados respeten la disciplina fiscal y sus cuentas p¨²blicas no se salgan de control. En concreto, fijan l¨ªmites a determinadas magnitudes, como la ratio de deuda y d¨¦ficit sobre el PIB y el crecimiento del gasto, para evitar tensiones presupuestarias y garantizar credibilidad en los mercados. La gran cuesti¨®n es qu¨¦ pasa si se sobrepasan estos niveles ¡ªdel 3% en el caso del d¨¦ficit y del 60% para la deuda¡ª. El dise?o actualmente en vigor y congelado desde la pandemia preve¨ªa duros recortes para los incumplidores: una rebaja de un veinteavo al a?o en la cantidad de deuda que exced¨ªa el 60% del PIB, un recorte de medio punto de d¨¦ficit al a?o y multas cuantiosas ¡ªque, sin embargo, nunca se aplicaron¡ª.
Este modelo se estren¨® con la Gran Recesi¨®n y dej¨® patente que las medidas de austeridad impuestas para volver a cuadrar las cuentas ten¨ªan un impacto a¨²n m¨¢s duro sobre las econom¨ªas de los pa¨ªses afectados. Con la llegada de la covid, Bruselas activ¨® la llamada cl¨¢usula de escape, que permite suspender las reglas fiscales en caso de circunstancias excepcionales, y abri¨® de una vez por todas el mel¨®n de la reforma del sistema. La negociaci¨®n se ha ido alargando y ha causado encontronazos entre el bloque m¨¢s ortodoxo de la disciplina fiscal, en el cual est¨¢n pa¨ªses como Alemania, y los partidarios de dotar al sistema de m¨¢s elasticidad ¡ªque son tambi¨¦n los m¨¢s endeudados¡ª, como Francia y Espa?a.
?Se mantienen los l¨ªmites m¨¢ximos de deuda y d¨¦ficit?
S¨ª. Se mantienen los l¨ªmites m¨¢ximos contemplados en los tratados europeos, del 3% del PIB para el d¨¦ficit ¡ªy al Estado que lo incumpla se le abrir¨¢ un procedimiento de d¨¦ficit excesivo, como ocurre hasta ahora¡ª, y del 60% para la deuda como establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE. Lo que cambia es el ritmo y la intensidad del ajuste, m¨¢s flexible tanto en su duraci¨®n como en su dise?o. Adem¨¢s, los objetivos de d¨¦ficit ya no ser¨¢n los grandes protagonistas: el foco se pondr¨¢ en la deuda y se priorizar¨¢ como variable de referencia en el dise?o de la senda de estabilidad la reducci¨®n del gasto primero neto, que no incorpora el desembolso en intereses ni en desempleo.
?C¨®mo se alcanzan estos objetivos?
Este es uno de los puntos en que los halcones no han dado su brazo a torcer y han dejado huella. El acuerdo mantiene un ajuste estructural de al menos el 0,5% del PIB en el caso de los pa¨ªses que tengan abierto un procedimiento por d¨¦ficit excesivo, pero introduce otras referencias num¨¦ricas comunes para todos los socios del bloque, unas salvaguardas introducidas por Alemania que dieron lugar a acalorados debates en los ¨²ltimos meses.
Berl¨ªn ha logrado que aquellos pa¨ªses que tienen un desfase entre ingresos y gastos inferior al 3% ¡ªes decir, por debajo del tope m¨¢ximo permitido¡ª, pero una deuda p¨²blica igual o superior al 90%, tambi¨¦n emprendan un camino de ajuste para rebajar los n¨²meros rojos al 1,5% del PIB a un ritmo del 0,4% por ejercicio (0,25% si el plan de ajuste es a siete a?os). La correcci¨®n de la deuda, por su parte, debe ser de al menos un punto de PIB promedio al a?o mientras est¨¦ vigente el plan de ajuste (de medio punto si la deuda est¨¢ entre el 60% y el 90%). ¡°Esta salvaguarda com¨²n de resiliencia deber¨ªa garantizar la creaci¨®n de reservas fiscales para situaciones adversas y shocks, facilitando as¨ª la aplicaci¨®n de pol¨ªticas antic¨ªclicas en el marco de la uni¨®n fiscal¡±, reza el documento del acuerdo.
Las multas por no cumplir con los ajustes se mantienen, pero ser¨¢n menos costosas (del 0,05% del PIB) y se aplicar¨¢n cada seis meses hasta que se aprueben medidas.
?Qu¨¦ son los planes de ajuste?
Son una de las grandes novedades del acuerdo y un elemento que reduce la rigidez del sistema. Se trata de planes individualizados con duraci¨®n de cuatro a?os ¡ªhasta ahora eran de tres¡ª para los pa¨ªses con deudas por encima del 60% del PIB. En este grupo est¨¢ Espa?a, cuyo pasivo roza el 110%. Durante la vigencia del plan, el Estado deber¨¢ respetar un techo de gasto para que el d¨¦ficit se coloque por debajo del 3% del PIB y la deuda se mantenga en una senda descendente. Esta propuesta hab¨ªa sido avanzada por la Comisi¨®n Europea y el Consejo la ha mantenido. Existe la posibilidad de que estos planes se ampl¨ªen durante tres ejercicios m¨¢s, hasta los siete a?os, pero bajo determinadas condiciones: el pa¨ªs tiene que comprometerse a hacer reformas e inversiones en ¨¢mbitos considerados estrat¨¦gicos por la UE, que son las transiciones digital y ecol¨®gica y la seguridad.
El gasto en seguridad y defensa tambi¨¦n podr¨¢ tener un tratamiento singular, un aspecto defendido por Francia: funcionar¨¢ como atenuante si las cuentas se descuadran durante un ejercicio porque se han elevado estas partidas. Par¨ªs tambi¨¦n ha reclamado un r¨¦gimen especial en los primeros a?os de vigencia de las nuevas normas para aquellos pa¨ªses con d¨¦ficit superior al 3%, una exigencia que justifica con la fuerte subida de los tipos de inter¨¦s. ¡°La Comisi¨®n podr¨¢, durante un per¨ªodo transitorio en 2025, 2026 y 2027 ¡ªpara no comprometer los efectos positivos del Mecanismo de Recuperaci¨®n y Resiliencia¡ª, ajustar el ¨ªndice de referencia para tener en cuenta el aumento del pago de intereses¡±, se?ala el acuerdo.
?Qui¨¦n dise?a los planes?
Este es otro elemento de flexibilidad en comparaci¨®n con el modelo vigente. Las sendas de ajuste no ser¨¢n impuestas de manera unilateral por la UE. Se negociar¨¢n entre el Gobierno del pa¨ªs que tiene que aplicar el ajuste y la Comisi¨®n Europea, de la misma manera que ahora se discuten los planes de recuperaci¨®n. El paso previo para empezar este di¨¢logo es que Bruselas eval¨²e la sostenibilidad de la deuda de cada pa¨ªs.
?Cu¨¢ndo empiezan a funcionar las nuevas reglas?
Ser¨¢ 2025 el a?o de pleno despliegue del nuevo marco, ya que tras el acuerdo pol¨ªtico alcanzado es necesario cerrar el procedimiento formal con todas las instituciones europeas. La Comisi¨®n, sin embargo, ya ha pedido a los socios europeos que vayan haciendo ajustes, Espa?a incluida. El Ejecutivo comunitario ha recomendado al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez que limite el crecimiento del gasto primario al 2,6% y ya ha avisado que abrir¨¢ la pr¨®xima primavera un procedimiento de d¨¦ficit excesivo bas¨¢ndose en el cierre presupuestario de este a?o, que el Gobierno estima negativo en un 3,9% del PIB.
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