La UE se abre a dar un trato especial en los Presupuestos nacionales al gasto en Defensa

La invasi¨®n de Ucrania ha abierto la puerta en la UE a que el aumento del gasto en Defensa se considere un atenuante cuando el d¨¦ficit p¨²blico se dispare. Esta posibilidad est¨¢ recogida en la propuesta de negociaci¨®n que la presidencia del Consejo de la UE ¡ªo lo que es lo mismo, Espa?a, durante esta segunda mitad de 2023¡ª ha presentado a sus socios para reformar las reglas fiscales, seg¨²n el documento al que ha accedido EL PA?S. Ese texto, elaborado ¡°sobre la base de amplias consultas con los Estados miembros y la Comisi¨®n¡±, busca acercar las posturas en los puntos m¨¢s distantes siendo sensible a reclamaciones de algunos socios, como no tener en cuenta en una futura regla de gasto parte de los cr¨¦ditos que se reciban del Fondo de Recuperaci¨®n, una reivindicaci¨®n italiana, o una rebaja m¨ªnima anual de deuda para los pa¨ªses m¨¢s endeudados, como ped¨ªa Alemania.

La reforma de las reglas fiscales es uno de los dosieres m¨¢s complicados que tiene Espa?a sobre la mesa durante su presidencia. Se trata de casar unas normas que empujen hacia la reducci¨®n de la gran cantidad de deuda acumulada como respuesta de la pol¨ªtica econ¨®mica a la concatenaci¨®n de tres crisis sist¨¦micas en los ¨²ltimos 15 a?os (la financiera de 2008, la pandemia y la invasi¨®n de Ucrania) con la inversi¨®n necesaria en las transiciones medioambiental y digital. Y ello sin olvidar que la guerra en marcha en la frontera del Este y la pujanza de China han abierto un flanco geoestrat¨¦gico que atender.

La reforma pendiente afronta estas semanas unos momentos clave para que los Estados miembros unifiquen su postura y vayan cerrando ya, junto con el Parlamento, el texto legal que precisa. El equipo que dirige la vicepresidenta primera y ministra de Econom¨ªa espa?ola, Nadia Calvi?o, quiere tener listo un primer borrador para mitad de octubre. De ah¨ª que haya acelerado los trabajos y que haya planteado a los dem¨¢s socios, despu¨¦s de o¨ªrlos, un documento en el que despliega posibles puntos de encuentro ¡ª¡°zona de aterrizaje¡±, en el argot comunitario¡ª en los que se requiere un dif¨ªcil ejercicio de equilibrio entre posturas alejadas hasta hace no mucho. A un lado Francia e Italia, con el soporte de Portugal y otros, reclamando hueco para las inversiones en los planes de ajuste de deuda; al otro, Alemania y sus aliados tradicionales en este campo ¡ªlos llamados pa¨ªses frugales: Austria, Finlandia, Dinamarca...¡ª pidiendo objetivos num¨¦ricos comunes a todos para reducir esos abultados vol¨²menes de deuda acumulados durante la pandemia independientemente de cu¨¢l sea el punto de partida de cada Estado.

El papel, cuyo ¨²ltimo borrador tiene fecha del pasado 26 de septiembre, lo discutir¨¢n en conjunto los negociadores jefe de las distintas delegaciones este lunes y martes en Madrid. En la ¡°zona de aterrizaje¡± hay un apartado con el expl¨ªcito t¨ªtulo de ¡°espacio fiscal para inversiones e incentivos para reformas¡±. Ah¨ª aparecen, por ejemplo, los planes de cuatro a?os de ajuste de la deuda que plantea la Comisi¨®n Europea en su propuesta de reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (el nombre oficial de las reglas fiscales), con la opci¨®n de ampliarlo a siete si los Estados se comprometen a hacer inversiones y reformas.

Tambi¨¦n ah¨ª se puede leer que los cr¨¦ditos del Plan de Recuperaci¨®n podr¨¢n ser deducidos del gasto m¨¢ximo que se haya recogido en esa senda de ajuste. La deducci¨®n no es ilimitada, pues se habla de ¡°un m¨¢ximo de X% de PIB [el porcentaje est¨¢ pendiente de concretarse] por a?o¡±. Y, adem¨¢s, tiene un horizonte temporal, pues en 2026 se acaba el Fondo de Recuperaci¨®n. Esta propuesta se formul¨® a puerta cerrada por el ministro de Finanzas italiano, Giancarlo Giorgietti, en la reuni¨®n que se celebr¨® en Santiago de Compostela el 16 de septiembre.

En el mismo apartado se recoge la opci¨®n de que el ¡°aumento de la inversi¨®n gubernamental en Defensa [...] sea expl¨ªcitamente reconocida como un factor espec¨ªfico relevante cuando se activa el procedimiento de d¨¦ficit excesivo, junto con otros factores relevantes¡±. Varias fuentes de la negociaci¨®n aclaran que lo que se busca aqu¨ª es darle un car¨¢cter atenuante a esos incrementos en caso de que la Comisi¨®n se plantee abrir un expediente sancionador a un pa¨ªs por superar el d¨¦ficit permitido en el pacto de estabilidad, el sacrosanto 3% grabado en los tratados. Con este paso, Espa?a prestar¨ªa o¨ªdos a los pa¨ªses del Este, a los que los presupuestos de Seguridad y Defensa se les han disparado con la invasi¨®n de Ucrania, se?alan las mismas fuentes.

Ajustes a medida

Antes del apartado de inversiones, en el borrador hay otro que resultar¨¢ espinoso: el de las ¡°salvaguardas comunes¡± y si estas se convierten en objetivos num¨¦ricos de reducci¨®n de deuda iguales para todos los pa¨ªses, sea cual sea su situaci¨®n fiscal y econ¨®mica. La filosof¨ªa de la propuesta de reforma de la Comisi¨®n es que para llegar a esos elementos que se?ala el Pacto de Estabilidad (el 3% de d¨¦ficit p¨²blico y a, largo plazo, un tope del 60% de deuda en relaci¨®n al PIB) se har¨¢n planes fiscales de cuatro a siete a?os adaptados a cada Estado. Estos planes marcar¨¢n hitos de ajuste a medio plazo, partiendo de un an¨¢lisis de sostenibilidad que har¨ªa el Ejecutivo comunitario.

Alemania lleva tiempo reclamando que en esos trajes fiscales a medida haya unos objetivos m¨ªnimos anuales comunes para todos, especialmente para los Estados m¨¢s endeudados. En la propuesta de la presidencia se abre la puerta a esto a trav¨¦s de un mecanismo complejo, pues se habla de asegurar ¡°una reducci¨®n anual media¡± de deuda en un horizonte muy largo de tiempo, entre 14 y 17 a?os, siempre que al final de ese periodo se prevea que la ratio de deuda sobre PIB seguir¨¢ por encima del 60%.

Las diferentes equis que aparecen en varios puntos del documento de cuatro p¨¢ginas preparado por la presidencia espa?ola ser¨¢n uno de los elementos de debate intenso en los pr¨®ximos d¨ªas. Tambi¨¦n lo habr¨¢ sobre el papel que se reserva al Consejo Fiscal Europeo. Los Estados miembros plantean darle m¨¢s papel a este ¨®rgano e, incluso, asumir el nombramiento de su presidente, algo que ahora corresponde a la presidencia de la Comisi¨®n Europea. Tanto este paso como otros que se desarrollan a lo largo de las propuestas de los Veintisiete emergen de la desconfianza de una parte de ellos, con Alemania a la cabeza, hacia el Ejecutivo de Bruselas. Temen que la negociaci¨®n de planes nacionales de ajuste y su aprobaci¨®n se convierta en una negociaci¨®n bilateral entre la Comisi¨®n y el Estado concernido que acabe en algo que ellos pudieran ver como un mal arreglo.

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