Los Veintisiete cierran un pacto para la reforma de las reglas fiscales con fuerte acento alem¨¢n
Calvi?o logra un acuerdo para renovar la norma que devuelve el orden presupuestario en la UE. El documento recoge concesiones a los ¡®halcones¡¯, liderados por Alemania, pero tambi¨¦n incluye elementos de flexibilidad como reclamaba Francia
Los Veintisiete se han puesto de acuerdo sobre una reforma de las reglas fiscales comunitarias que persigue, sobre todo, la rebaja de los altos niveles de deuda p¨²blica alcanzados durante la concatenaci¨®n en apenas 15 a?os de tres crisis sist¨¦micas (la financiera, la provocada por la covid-19 y la energ¨¦tica). Como es habitual en Bruselas, antes ha sido necesario que Francia y Alemania se pongan de acuerdo. Lo hicieron el martes por la noche en Par¨ªs, 20 horas antes de empezar el encuentro por videoconferencia con el resto de sus hom¨®logos de la UE. Este paso ha allanado el terreno a la vicepresidenta primera espa?ola y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, la responsable de ahormar la posici¨®n de los Estados miembro por presidir Espa?a el Consejo de la UE hasta fin de a?o. Y as¨ª, este mi¨¦rcoles, tras nueve meses de negociaciones, se ha cerrado una postura, seg¨²n ha anunciado la presidencia del Consejo. La idea es afrontar el ¨²ltimo tramo de una reforma que busca dejar atr¨¢s unas normas cerradas en los peores momentos de la crisis financiera de 2008, y que impon¨ªan una camisa de fuerza en materia fiscal tan r¨ªgida que no se cumplieron nunca y est¨¢n suspendidas desde que estall¨® la pandemia.
Another historic landmark under @eu2023es!@EUCouncil has agreed on a new Economic governance framework that ensures both stability and growth, with rules that are:
— Espa?a en la UE (@EspanaenUE) December 20, 2023
? Balanced
? Realistic
? Fit for present and future challenges#EU2023ES pic.twitter.com/NeHAZw9RFx
¡°Hemos logrado el acuerdo pol¨ªtico para la reforma de las reglas fiscales, que pone el broche de oro para la presidencia espa?ola del Consejo de la UE. [¡] El acuerdo un¨¢nime muestra el equilibrio de la propuesta espa?ola¡±, ha defendido Calvi?o al acabar la reuni¨®n, que ha subrayado que las gu¨ªas pactadas ¡°tienen un impacto contrac¨ªclico y protegen la inversi¨®n p¨²blica¡±.
El pacto que ha tejido Calvi?o, no obstante, tiene concesiones a los halcones fiscales, en todo momentos liderados por Alemania, al menos si se toma como punto de partida la propuesta inicial de la Comisi¨®n Europea el pasado abril. Si el referente son las normas suspendidas, la cosa cambia y se edulcora para los pa¨ªses en una posici¨®n fiscal m¨¢s precaria (Grecia, Italia, Francia, Espa?a, Portugal y B¨¦lgica). No se puede pensar en unas reglas fiscales en la UE y, sobre todo, en la zona euro, sin contar con Berl¨ªn. Al final, el ministro de Finanzas germano, Christian Lindner, se ha subido al acuerdo. Lo ha hecho a rega?adientes, arrastrando los pies e, incluso, en una situaci¨®n interna muy dif¨ªcil tanto en su partido ¡ªla formaci¨®n liberal siempre pegada al ordoliberalismo m¨¢s dogm¨¢tico¡ª como en el Gobierno ¡ªgolpeado por su debilidad en las encuestas y la sentencia del Tribunal Constitucional que ha puesto patas arribas los presupuestos del pa¨ªs¡ª.
En el otro lado, ni Francia ni Italia pod¨ªan imponer su ley, aunque ha habido momentos en que constituyeron un frente com¨²n. La situaci¨®n fiscal de ambos es bastante precaria: un d¨¦ficit presupuestario que, en ambos casos, se va por encima del 4% del PIB este a?o y el que viene; y una deuda del 110% del PIB y el 140%, respectivamente. Esto no ha evitado que Par¨ªs buscara ganar protagonismo en la negociaci¨®n desde octubre. Sin embargo, el texto pactado contiene m¨¢s concesiones a Alemania que a Francia. Que los ¨²ltimos flecos se cerraran en la capital francesa y las declaraciones de los m¨¢ximos responsables italianos en los ¨²ltimos d¨ªas hac¨ªan dudar de que Roma diera el visto bueno, finalmente lo ha hecho sobre las cinco de la tarde de este mi¨¦rcoles.
Desde luego, la posici¨®n final que han pactado los Estados es m¨¢s dura que la oferta inicial de la Comisi¨®n y que la del Parlamento Europeo, que estaba a medio camino de ambas. Ahora se abre el turno de negociaci¨®n entre ambos colegisladores de la UE, que tendr¨¢n que ponerse de acuerdo en un tiempo r¨¦cord para que los textos legales puedan ser sancionados en el pleno de la Euroc¨¢mara antes de las elecciones europeas. Y tambi¨¦n para que est¨¦n en vigor antes de las recomendaciones presupuestarias que la Comisi¨®n emite cada a?o en primavera. ¡°El tiempo apremia¡±, ha apresurado el vicepresidente ejecutivo de la Comisi¨®n Europea, Valdis Dombrovskis, quien ha asegurado que las normas ¡°permitir¨¢n preservar la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas, ofrecer espacio para la inversi¨®n e incentivar las reformas¡±. ¡°En un momento de importantes desaf¨ªos econ¨®micos y geopol¨ªticos, no hay tiempo que perder¡±, ha insistido.
Muy probablemente, el texto final de esas negociaciones se parecer¨¢ m¨¢s a lo que ha dado luz verde el Ecofin este mi¨¦rcoles que al borrador planteado por el Parlamento, que pon¨ªa m¨¢s acento sobre el gasto social. Pero incluso siendo un cors¨¦ fiscal m¨¢s duro que los trajes a medida que planteaba la Comisi¨®n en abril, lo que ya se conoce sigue dando m¨¢s flexibilidad que las normas actuales: reducir toda la deuda p¨²blica que excediera el 60% del PIB al ritmo de un veinteavo al a?o. Por poner el ejemplo de Italia, el enfermo fiscal m¨¢s sist¨¦mico del club comunitario con una deuda por encima del 140% del PIB, imprimir ese ritmo de reducci¨®n de deuda implicaba que Roma tuviera que aplicar pol¨ªticas para reducir m¨¢s de cuatro puntos de deuda sobre PIB al a?o. En lo que va de siglo, Italia solo ha podido hacer eso en la espectacular y excepcional salida de la crisis de la pandemia en 2021 y 2022, cuando la econom¨ªa rebot¨® con una fuerza que muy dif¨ªcilmente se ver¨¢ en los pr¨®ximos a?os, m¨¢xime si tiene que aplicar fuertes recortes p¨²blicos.
De la propuesta inicial de la Comisi¨®n Europea se mantienen dos elementos clave. El primero son los planes de ajuste fiscal de cuatro a?os de duraci¨®n para los pa¨ªses que tengan una deuda p¨²blica que supere el 60% de su PIB, cifra que ya figura en los tratados comunitarios. Esos planes podr¨¢n alargarse tres a?os m¨¢s, hasta llegar a siete, si el pa¨ªs concernido se compromete a hacer reformas e inversiones en los campos marcados como estrat¨¦gicos por la UE (transiciones digital y ecol¨®gica, y Seguridad). Las sendas de ajuste se negociar¨¢n entre el Gobierno del Estado miembro y el Ejecutivo comunitario, como sucede ahora con los planes nacionales de recuperaci¨®n, buscando as¨ª evitar la imagen de diktat tan extendida durante la crisis financiera de la pasada d¨¦cada. Antes de entrar en esta negociaci¨®n, Bruselas analizar¨¢ la sostenibilidad de la deuda de cada pa¨ªs, y este resultado ser¨¢ clave para comenzar las conversaciones.
El segundo elemento clave es la regla de gasto, que b¨¢sicamente establecer¨¢ que un pa¨ªs no podr¨¢ tener un gasto primario superior a sus ingresos. En el gasto primario no se incluyen el pago de los intereses de la deuda ni buena parte del seguro de desempleo.
A partir de aqu¨ª, Alemania y los pa¨ªses m¨¢s partidarios del rigor fiscal han presionado para que se incluyeran salvaguardas y objetivos num¨¦ricos comunes para todos, independientemente de cu¨¢l fuera su situaci¨®n de partida. Y, desde luego, puede decirse que Berl¨ªn ha logrado buena parte de lo que buscaba. Por ejemplo, los Estados que tengan un d¨¦ficit por debajo del 3%, pero tengan una deuda p¨²blica equivalente al 90% de su PIB o m¨¢s, tendr¨¢n que reducirla en un promedio de al menos un punto de PIB durante la duraci¨®n de los planes de ajuste. Este esfuerzo se queda en 0,5 puntos si el pasivo se sit¨²a entre el 60% y el 90%.
Otra de esas referencias num¨¦ricas ser¨ªa fijar un objetivo de d¨¦ficit para todos los pa¨ªses por debajo del 3% de PIB. Los tratados se?alan ese porcentaje como el tope m¨¢ximo que no se debe superar, so pena de que el pa¨ªs que lo haga sufra un procedimiento de d¨¦ficit excesivo para corregir la situaci¨®n. Lo que ha obtenido Alemania es que el objetivo sea del 1,5% para los pa¨ªses que ya han salido de los planes de ajuste y est¨¢n en una situaci¨®n sostenibilidad fiscal.
Del otro lado, el de la flexibilidad reclamada por Francia, la redacci¨®n de los textos apunta a un tratamiento especial para el gasto en Seguridad y Defensa, ya que si esa partida presupuestaria se dispara un a?o y el descuadre supera el 3% del PIB se podr¨¢ considerar como un atenuante. Otro punto ser¨ªa la ¡°l¨ªnea roja¡± de Par¨ªs: dar un tratamiento especial para los pa¨ªses que tengan un d¨¦ficit superior al 3% del PIB en los primeros a?os de vigencia de las nuevas normas (2025, 2026 y 2027), lo que se justifica como una consideraci¨®n por el aumento del pago de intereses que ha provocado la subida de tipos del BCE.
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