Despedido un trabajador pillado 'infraganti' en la playa y de compras mientras imputaba los kil¨®metros a la empresa
El TSJ de Catalu?a avala que, en casos as¨ª, la empresa pueda contratar a un detective y seguir al trabajador
El uso de detectives privados para controlar qu¨¦ hacen los trabajadores ha sido hist¨®ricamente un fil¨®n de roces judiciales, al mezclar dos materias especialmente delicadas: el control laboral y la intimidad. Una reciente sentencia (que puede consultar aqu¨ª) del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJCat) acaba de arrojar luz sobre esta problem¨¢tica, en concreto, sobre c¨®mo controlar a los empleados que gozan de libertad para organizar sus horarios y desplazamientos con un coche de empresa. Y ha concluido que, cuando un subordinado tiene este poder, contratar a un detective para seguirlo no es una medida excesiva, si existen sospechas s¨®lidas de que el empleado est¨¢ enga?ando de alguna forma a sus superiores.?
En la resoluci¨®n en cuesti¨®n, fechada el pasado 7 de junio, el tribunal catal¨¢n ha ratificado con este razonamiento el despido de un jefe de servicio de una empresa de seguridad que se escapaba en horario laboral y, con el coche de la empresa, dedicaba su tiempo a abordar otros quehaceres. La empresa not¨® una bajada de rendimiento y contin¨²as ausencias del puesto, lo que corrobor¨® con el testimonio de empleados, indicios que llevaron a la direcci¨®n a pedir ayuda a un investigador privado.
Escapaditas y caf¨¦s
Como recogen los informes del profesional, el seguimiento se realiza entre las 7.30 de la ma?ana y las 18 de la tarde de cuatro d¨ªas alternos. El operario es visto a primera hora en un hospital cercano a su centro de trabajo. Hasta las 08.10 no entra en la oficina. A las 08.54 es localizado en un bar hasta las 09:17. Vuelve a su puesto, y a las 13.35 horas lo abandona rumbo a unas pistas deportivas. Vuelve a la oficina a las 15:15 y a las 16:28 se marcha a una playa alejada de la ciudad. Luego hace la compra en un Carrefour Expr¨¦s y vuelve a su domicilio a las 17.
La ruta de las otras tres jornadas es parecida: se desplaza a la playa, a cafeter¨ªas, a un centro comercial, al hospital¡ todos sitios que constan como no relacionados con sus labores. A final de mes, el trabajador, que contaba con 20 a?os en la empresa, registraba estos gastos con conceptos poco precisos, como viaje a "juzgados" o a la "Agencia Tributaria". Imputaba as¨ª kilometrajes de hasta 190 kil¨®metros en un d¨ªa que no coincid¨ªan con los desplazamientos reales.
Est¨¢ justificado
Desconforme con su despido, el auxiliar llev¨® el caso a los tribunales. En su recurso aleg¨® que la empresa hab¨ªa invadido su esfera privada al destapar rutinas que pertenec¨ªan a su intimidad, por lo que el despido deb¨ªa ser declarado nulo, al atentar contra sus derechos fundamentales. Adem¨¢s, asever¨® que el seguimiento del detective no se ci?¨® al horario laboral, pues abarcaba casi la totalidad del d¨ªa, y en todo caso la empresa debi¨® optar por medios menos invasivos, y apercibirle, antes de contratar a un detective y seguirlo.
La compa?¨ªa, sin embargo, defendi¨® su postura alegando que, si bien el horario del trabajador en cuesti¨®n era flexible, el detective se limit¨® a seguir al subordinado desde que sal¨ªa de casa hasta que volv¨ªa. En todo caso, se escuda la empresa en que la bajada del rendimiento y las ausencias del empleado, ratificadas por los testimonios de varios trabajadores, justifican la contrataci¨®n del investigador, la ¨²nica manera de disipar las sospechas sobre el empleado.
La confianza empresarial se rompe
En su sentencia, el tribunal catal¨¢n no ve causa de despido en que el trabajador incumpla con su jornada pues, en casos como este, puede existir lo que el argot del derecho laboral se conoce como una situaci¨®n de tolerancia empresarial. Es decir, si la direcci¨®n no est¨¢ de acuerdo con los horarios del operario, esta debi¨® primero avisar de su disconformidad, y luego, llegado el caso, sancionar.
Lo que s¨ª justifica el despido, agrega el fallo, es la falsa imputaci¨®n del kilometraje a desplazamientos que no hab¨ªan tenido lugar. Los magistrados rechazan que estos apuntes se traten de un mero error o imprecisi¨®n a la hora de hacer los partes mensuales, tal como defend¨ªa el operario, y dan por hecho que el trabajador actu¨® de mala fe.
Un enga?o as¨ª quiebra la confianza entre las partes, concluyen los jueces. "Nunca se desplaz¨® a dichos lugares y pretendi¨® cobrar el importe de dichos desplazamientos", lo que "supone un incumplimiento grave y culpable del trabajador en relaci¨®n con sus obligaciones derivadas del contrato de trabajo", remachan en su fallo.
En cuanto a la pertinencia de contratar un detective, la medida no solo era necesaria, sino la ¨²nica posible, pues al tratarse de una jornada que permite cierto grado de desplazamientos y flexibilidad horaria, y ser un jefe, que precisamente se dedica a la supervisi¨®n de otros empleados, seguirlo con un profesional ajeno a la empresa era la ¨²nica f¨®rmula para esclarecer la decisi¨®n.
Por tanto el despido, lejos de vulnerar derechos fundamentales, es procedente a ojos de la Justicia.
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