Fallece Jos¨¦ Luis Malo de Molina, hist¨®rico jefe de estudios del Banco de Espa?a
Fue una de las figuras que m¨¢s contribuy¨® a definir las pol¨ªticas econ¨®micas del pa¨ªs en la democracia
El que fuera jefe del servicio de estudios del Banco de Espa?a durante 23 a?os, Jos¨¦ Luis Malo de Molina (Santa Cruz de Tenerife, 73 a?os), ha fallecido este mi¨¦rcoles. Se hab¨ªa jubilado hace nueve a?os al cumplir los 65, despu¨¦s de d¨¦cadas siendo una figura esencial en la definici¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas del pa¨ªs. Su influencia sobre los sucesivos gobernadores ¡ªRojo, Caruana, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Linde¡ª fue enorme, y siempre tuvo como gran preocupaci¨®n la mejora de un mercado laboral caracterizado por las altas tasas de paro y la elevada temporalidad. En 2015 cedi¨® el testigo en su puesto al que m¨¢s tarde se convertir¨ªa en gobernador, Pablo Hern¨¢ndez de Cos.
Su proyecci¨®n ha sido muy alargada. Particip¨® como economista en los Pactos de la Moncloa por parte del partido comunista. Su aportaci¨®n a esos acuerdos fue convencer a la izquierda de que era razonable fijar los salarios con la inflaci¨®n esperada en lugar de con la pasada para que no se enquistara la espiral de precios. Entr¨® en el banco en 1983. Era el alumno predilecto de Luis ?ngel Rojo, que lo puso al frente del servicio de estudios. Desde esa posici¨®n contribuy¨® decisivamente a modernizar la instituci¨®n y la econom¨ªa espa?ola. Juntos crearon la escuela Cemfi para seleccionar personal. Y el think tank Fedea para poder enriquecer el debate econ¨®mico. Fue adem¨¢s uno de los altos funcionarios que ejecut¨® la dif¨ªcil operaci¨®n de entrada en el euro. Una vez en la moneda ¨²nica, era quien acompa?aba siempre a los gobernadores a los consejos del BCE.
En una conferencia celebrada en 2019, ya jubilado, lamentaba sobre el estallido de la burbuja: ¡°Se pensaba que hab¨ªamos alcanzado un estado id¨ªlico de crecimiento en el que no hab¨ªa inflaci¨®n y los ciclos desaparec¨ªan. De ese espejismo pecamos todos¡±. Como relat¨® entonces, se justificaron las p¨¦rdidas de competitividad de la econom¨ªa espa?ola argumentando que la cuota exportadora se manten¨ªa bien. Se dijo que el d¨¦ficit exterior no importaba en una uni¨®n monetaria porque el mercado de capitales siempre lo financiar¨ªa. Y se sobrevalor¨® la vivienda al tiempo que se constru¨ªan entre 700.000 y 800.000 al a?o, m¨¢s que en Alemania, Francia e Italia juntos. ¡°Se desdramatiz¨® el aumento de la deuda. Y contemplamos con complacencia y conformismo como si el endeudamiento se pudiese mantener sin l¨ªmites. Llegamos a una crisis internacional, pero hab¨ªamos hecho m¨¦ritos para ser m¨¢s vulnerables¡±, zanj¨®.
Su gran inquietud siempre fue el mercado de trabajo. Como sol¨ªa comentar, en el periodo de la democracia la tasa de paro espa?ola hab¨ªa superado hasta tres veces las cotas del 25%. De hecho, su tesis doctoral con la que arranc¨® su carrera acad¨¦mica se centr¨® en el modelo salarial del franquismo, que comparaba con Jap¨®n porque se desped¨ªa muy poco a cambio de salarios bajos. Y al romperse ese esquema manteniendo la rigidez del empleo, la inflaci¨®n se dispar¨®. Seg¨²n explicaba Malo de Molina, se sali¨® de la crisis de los a?os ochenta facilitando la contrataci¨®n temporal. ¡°Pero creamos otro problema, el de la dualidad entre temporales e indefinidos, un sistema muy r¨ªgido y muy flexible a la vez¡±, dec¨ªa. Por eso, Malo de Molina siempre animaba a seguir reformando el mercado de trabajo sin deshacer las cosas que hab¨ªan funcionado. Su vida es ya historia econ¨®mica de Espa?a.
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