Espa?a estira la mayor racha de su historia con la luz a precio de saldo
La hidroel¨¦ctrica se suma al fest¨ªn de la e¨®lica y la solar, arrinconando al gas y a la nuclear en la matriz de generaci¨®n
Al principio fueron el gas y el viento. La ca¨ªda en el precio del primero y el buen tono del segundo provoc¨®, a finales de febrero y principios de marzo, un brusco aterrizaje en el precio mayorista de la electricidad. Era, sin embargo, solo el aperitivo de lo que estaba por venir: las lluvias y las nieves ca¨ªdas en la segunda mitad de marzo aliviaron los embalses y dispararon la generaci¨®n hidroel¨¦ctrica, con los saltos de agua produciendo noche y d¨ªa a precios de derribo. La guinda de dos meses que conforman ya la mayor racha hist¨®rica de precios bajos en el mercado el¨¦ctrico espa?ol. Un hundimiento que, a partes iguales, ha atemperado la factura de la luz de millones de hogares y disparado el temor de los desarrolladores renovables.
La semana a caballo entre febrero y marzo fue la m¨¢s barata de la historia, rompiendo un r¨¦cord que databa de la primavera de 2013. El hito, sin embargo, dur¨® poco, apenas un mes: en la primera de abril, el precio medio se iba a los 4,4 euros por megavatio hora (MWh). La nada, si se compara con la historia reciente: en marzo de 2022, reci¨¦n comenzada la invasi¨®n rusa de Ucrania y con el gas ya por las nubes, el precio mayorista de la luz rondaba los 300.
Aunque el descenso ha sido significativo en toda Europa, el caso espa?ol es ¨²nico: los 20 euros de media en marzo son la menor cifra desde mayo de 2020, con Espa?a confinada por la pandemia. Una t¨®nica que ha continuado en estas dos primeras semanas de abril, en las que la apertura obligada de compuertas en muchos embalses hidroel¨¦ctricos ha hundido los precios de la luz en pr¨¢cticamente todos los tramos de la jornada, aplanando la curva incluso en las horas punta de consumo (la del desayuno y la de la cena). Todo, a cero y vecinos. Lo nunca visto desde la primavera de 2013, cuando la potencia instalada de solar y e¨®lica era infinitamente menor que ahora, pero que ¡ªcomo ahora¡ª las lluvias pusieron a funcionar la hidroel¨¦ctrica a destajo.
Cuando toca evacuar agua, son las confederaciones hidrogr¨¢ficas ¡ªcon criterios de seguridad¡ª y no las empresas el¨¦ctricas ¡ªcon criterios econ¨®micos¡ª quienes deciden que hay que liberar los embalses y, consecuentemente, alimentar las turbinas que generan energ¨ªa. En marzo y en lo que va de abril, los saltos de agua han disparado su producci¨®n m¨¢s de un 140% respecto al mismo periodo del a?o anterior y ya pisan los talones a la e¨®lica como primera tecnolog¨ªa de generaci¨®n. Algo impensable a principios de a?o, cuando la sequ¨ªa a¨²n lastraba la generaci¨®n.
Ese torrente de energ¨ªa hidr¨¢ulica, junto con el efecto contagio del resto de Europa ¡ªdonde los precios negativos son moneda de cambio com¨²n desde hace meses¡ª, han tra¨ªdo al mercado mayorista espa?ol los primeros valores por debajo de cero de la historia. La barrera se cruz¨® el 1 de abril, pero desde entonces se ha repetido en varias ocasiones. Sin ir m¨¢s lejos, en las horas diurnas de este mismo fin de semana, en las que se juntan agua, sol y viento con una demanda que, aunque empieza arrojar t¨ªmidas se?ales de recuperaci¨®n, contin¨²a muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis.
Estos precios de saldo tienen una lectura muy positiva para los consumidores que est¨¢n en el mercado regulado o que, aun en el libre, tienen una tarifa indexada al mercado mayorista: incluso con la subida del IVA de la luz, que en marzo ya volvi¨® al 21% habitual, la gran mayor¨ªa est¨¢ pagando lo mismo que en meses anteriores. Pero tambi¨¦n una cruz: cada vez m¨¢s voces alertan de que, de sostenerse en el tiempo ¡ªalgo improbable: subir¨¢n a medida que se acerque el verano¡ª, acabar¨¢n haciendo mella sobre la necesaria inversi¨®n en renovables.
Adem¨¢s de presionar el precio a la baja, el aluvi¨®n de producci¨®n renovable ha tenido un gran impacto en la estructura del mercado el¨¦ctrico peninsular. Las centrales de ciclo combinado (en las que se obtiene electricidad quemando gas natural) han reducido dr¨¢sticamente su aportaci¨®n, hasta poco m¨¢s del 7%. Su presencia ha quedado, en definitiva, pr¨¢cticamente acotada a un ¨¢mbito: el de cubrir el hueco entre la oferta y la demanda en cada tramo horario, sin apenas entrar en la subasta diaria. Una rareza en clave hist¨®rica. Desde el 1 de febrero, el consumo de este combustible en centrales t¨¦rmicas acumula una ca¨ªda de casi el 40% respecto al mismo periodo del a?o anterior, seg¨²n las cifras facilitadas a este diario por Enag¨¢s.
¡°El extraordinario aumento de la generaci¨®n renovable ha relegado a las grandes centrales de generaci¨®n convencional a adoptar un papel residual¡±, resumen los consultores del grupo ASE en un reciente informe de mercado. Esta baja ratio de utilizaci¨®n de los ciclos combinados tiene visos de continuar en los pr¨®ximos meses: las precipitaciones recientes garantizan, a su juicio, ¡°un fondo de reserva hidr¨¢ulica extra de 4.000 gigavatios hora (GWh) de cara al verano en comparaci¨®n con el a?o pasado, lo que supondr¨ªa reducir en m¨¢s de un tercio la previsi¨®n de generaci¨®n de los ciclos combinados¡± en los meses m¨¢s calurosos del a?o.
Los reactores nucleares tambi¨¦n se han visto afectadas por esta tormenta perfecta, obligadas a reducir los vol¨²menes de energ¨ªa que vierten a la red por una raz¨®n puramente econ¨®mica: a los precios de estos ¨²ltimos d¨ªas, no les salen los n¨²meros. Con varios reactores a medio gas, o directamente parados, la generaci¨®n de los reactores espa?oles acumula una ca¨ªda interanual de m¨¢s del 30% en el ¨²ltimo mes y medio. De acuerdo con el calendario actual de cierres, el primero en echar definitivamente el candado ser¨¢ uno de los dos de Almaraz, en C¨¢ceres.
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