Santiago ??iguez (IE University): ¡°Hay que rescatar la historia y los hitos femeninos¡±
El presidente de la escuela de negocios publica un libro con las ideas de 10 fil¨®sofas aplicadas al mundo de la gesti¨®n empresarial
Santiago ??iguez de Onzo?o (Madrid, 61 a?os) es el presidente ejecutivo de IE University. Tambi¨¦n es un escritor insaciable. El a?o pasado public¨® su tercer libro y este acaba de lanzar Pensadoras y visionarias. Las ideas de diez fil¨®sofas aplicadas a la gesti¨®n (Lid). Como buen docente, aprovecha sus largas vacaciones y su casa en Brasil, ¡°donde no hay conectividad¡±, para retirarse a escribir, ¡°a concentrarme y a atender un poco a la inspiraci¨®n¡±. Con esta obra ha conectado dos de sus pasiones: la filosof¨ªa (es doctor en Filosof¨ªa Moral) y la gesti¨®n empresarial, presente en el d¨ªa a d¨ªa de su trabajo. En ella destaca hechos como que la primera universidad fue fundada por una mujer en Fez (Marruecos) porque cree que ¡°hace falta rescatar la historia y los hitos femeninos, que no se realzan lo suficiente¡±.
Pregunta. ?Est¨¢ de moda la filosof¨ªa?
Respuesta. S¨ª. La gran ventaja de este auge es que tiene un foco divulgativo que intenta contestar a esa necesidad de las personas de dar respuesta a los grandes interrogantes de su vida. Cosa que es muy buena para la filosof¨ªa, que siempre ha sido vista como una disciplina herm¨¦tica, cr¨ªptica, cerrada al mundo en general. Desde se convirti¨® en disciplina acad¨¦mica, con Kant en el siglo XVIII, todos los art¨ªculos especializados que se publican siguen ese lenguaje herm¨¦tico que los hace inaccesibles para el p¨²blico en general.
P. ?Por qu¨¦ ha elegido escribir de mujeres fil¨®sofas?
R. La filosof¨ªa es el ¨¢rea de las Humanidades donde hay menos mujeres en el mundo acad¨¦mico, incluso en los pa¨ªses m¨¢s progresistas que han implementado medidas de discriminaci¨®n inversa, como Australia o Canad¨¢, el porcentaje de catedr¨¢ticas o titulares de departamento no supera el 35%, cuando en el resto del ¨¢rea de Humanidades su presencia es dominante. Existe un sistem¨¢tico relegamiento de la mujer en la filosof¨ªa. Por eso quer¨ªa reivindicar la figura de las mujeres. Me manifiesto abiertamente defensor de las cuotas: si no se toman medidas para que el cambio suceda, hacen falta d¨¦cadas.
P. Cuenta en su libro que fue un alumno el que le hizo percatarse de la falta de casos pr¨¢cticos de empresas en las escuelas de negocios protagonizados por mujeres.
R. Fue la primera sesi¨®n despu¨¦s de cambiar por completo el programa de Estrategia y me impact¨® much¨ªsimo. Una de las cr¨ªticas habituales a las escuelas de negocios es que sus casos pr¨¢cticos son siempre los mismos. Yo los hab¨ªa cambiado todos. Pero se levant¨® un alumno ingl¨¦s y me dijo: ¡°Nos est¨¢ hablando de diversidad, pero todos los protagonistas de estos casos son hombres, blancos y occidentales¡±. Me sent¨ª tocado y esa misma noche fui a la biblioteca de casos de Harvard y solamente encontr¨¦ un 10% en el ¨¢rea de Estrategia, casi todos referidos a temas del techo de cristal. Y solo dos casos pr¨¢cticos donde la consejera delegada era una mujer: Mary Barra, de General Motors, y Marjorie Scardino, de Pearson. La gran lecci¨®n del alumno es que las universidades no deben conformarse con contar lo que sucede, sino que tienen que intentar trasladar a sus alumnos c¨®mo debe ser el mundo. Hemos de inspirarles.
P. ?Por qu¨¦ ha elegido a esas diez pensadoras?
R. La selecci¨®n ha sido fundamentalmente por la utilidad de algunas de sus ideas para el mundo de la gesti¨®n empresarial. Desgraciadamente, no hay muchas m¨¢s mujeres que est¨¦n en la categor¨ªa de fil¨®sofas. Las sospechosas habituales son estas, lideradas en el siglo XX por Simone de Beauvoir, quiz¨¢ la fil¨®sofa m¨¢s respetada. Pero luego hay pensadoras, y por eso utilizo el t¨ªtulo de pensadoras, a las que no se reconoci¨® como fil¨®sofas; no se les daba esa categor¨ªa por ciertas connotaciones machistas como que no hab¨ªan pasado por el camino acad¨¦mico o no se las reconoci¨® en la comunidad de fil¨®sofos. Es el caso de Ayn Rand o Simone Weil.
P. ?Cu¨¢l de las pensadoras es su preferida? Y no vale barrer para casa y decantarse solo por la espa?ola.
R. Adela Cortina es ejemplar. Ha acu?ado la palabra aporofobia que tiene tanta raz¨®n. El odio a los pobres es lo que muchas veces hace reaccionar a la gente frente a la inmigraci¨®n. Es odio a los pobres porque a los inmigrantes con dinero se les acoge con los brazos abiertos. Algo que nos deber¨ªa hacer reflexionar sobre nuestro compromiso como ciudadanos globales. Pero si tuviera que elegir pensadora, me ha impresionado mucho el trabajo de Patricia Churchland y una de las ramas que se est¨¢ abriendo en filosof¨ªa: la neurofilosof¨ªa. Al final el cerebro es lo m¨¢s parecido al alma humana. Descartes y otros fil¨®sofos intentaban encontrar la conexi¨®n entre la mente y el cuerpo y la medicina nos ha ense?ado que el cerebro es el mando de control de nuestra personalidad, de nuestro cuerpo y, de hecho, la muerte cerebral es lo que determina el final de nuestras vidas. Lo que est¨¢ descubriendo la neurobiolog¨ªa es que mediante la aplicaci¨®n de determinadas hormonas y tratamientos podemos mejorar la sociabilidad. Se est¨¢ experimentando con animales y es concebible que en el futuro nos puedan insertar un chip en el cerebro capaz de memorizar, asociar y razonar. Y qui¨¦n sabe si dentro de unos a?os existir¨¢ una pastilla de liderazgo que convierta a los profesionales de las empresas en personas con m¨¢s carisma, ascendencia y m¨¢s compromiso con su empresa porque esas hormonas estimulan el sentido de identidad.
P. ?Pero esa pastilla no nos har¨ªa tan de mentira como las fake news?
R. Creo que, siempre que no se abuse y el medicamento est¨¦ supervisado por m¨¦dicos, es igual que tomarnos hormonas para que crezca el pelo o tratamientos de estr¨®genos o antidepresivos. ?Por qu¨¦ no ingerir pastillas que estimulen la sociabilidad? De hecho, ya las tomamos para que nos mantengan m¨¢s despiertos o m¨¢s dormidos. Mientras no se trastoque la personalidad, estamos en los l¨ªmites de lo permisible.
P. ?Entre las diez virtudes que destaca en su libro, cu¨¢l es su favorita?
R. Todas me parecen importantes. Especialmente el amor, la compasi¨®n¡ para el mundo empresarial. Pero si tuviera que destacar alguna, ser¨ªa el humanismo, que es lo que nos hace, parece redundante pero no lo es, precisamente humanos. Y adem¨¢s ahora est¨¢ en el blanco de muchos ataques. Desde Sarkozy, que se quiso cargar de los ex¨¢menes de acceso a la administraci¨®n p¨²blica preguntas sobre La princesa de Cl¨¦ves, que es una novela cl¨¢sica francesa, porque pensaba que no a?ad¨ªa nada a un funcionario. Las Humanidades, conocer la literatura cl¨¢sica, la historia... es lo que evita el populismo. Es lo que impide la ignorancia de otras culturas en un momento en el que asistimos a la polarizaci¨®n en la pol¨ªtica y al auge del populismo. Que se acuse a pueblos vecinos de enemigos de la patria, como se est¨¢ haciendo ahora mismo, solo es fruto de la ignorancia.
P. ?Utiliza en su d¨ªa a d¨ªa alguna de las ense?anzas de estas pensadoras?
R. El ejemplo de la soberan¨ªa del bien de Iris Murdock lo utilizo con much¨ªsima frecuencia. Tambi¨¦n el argumento de las virtudes que desarrolla Philippa Foot. Existen tres grandes paradigmas en la ¨¦tica para justificar una decisi¨®n en el mundo empresarial: ?Hago un ERE o no? ?Busco el beneficio por encima de todo o implemento programas de inclusi¨®n? Uno es el cl¨¢sico kantiano deontol¨®gico que lo que explica es que las decisiones se tienen que justificar de acuerdo con una serie de principios. De esos principios se infiere qu¨¦ es lo que hay que hacer en una situaci¨®n determinada. Otro paradigma es el utilitarismo, que es el m¨¢s frecuente en el mundo empresarial, que es el que defiende las justificaciones en funci¨®n de las consecuencias, de los resultados. Y finalmente el sistema que con el tiempo me ha resultado m¨¢s atractivo y m¨¢s aplicable al mundo de la gesti¨®n: la filosof¨ªa de la virtud. Lo que viene a decir es que lo importante es cultivar las virtudes cl¨¢sicas: la ejemplaridad, la compasi¨®n, el amor, la humildad... Como los empresarios ni son santos ni demonios y nunca van a estar seguros al cien por cien de las decisiones complicadas, lo importante es poder justificarlas en la arena p¨²blica.
P. ?C¨®mo dice que hace Warren Buffett?
R. S¨ª, y a m¨ª tambi¨¦n me lo coment¨® una vez en una entrevista Francisco Gonz¨¢lez, que yo creo que se inspir¨® en Warren Buffett. Lo que dec¨ªa Buffett es que lo importante es que la decisi¨®n que tomes se pueda publicar al d¨ªa siguiente en el New York Times.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.