La compra de la cotizaci¨®n de las becas costar¨¢ entre 26 y 275 euros por mes
Este s¨¢bado entra en vigor la orden ministerial original, que se?ala un coste de 290 euros. Sin embargo, el nuevo texto acordado por sindicatos y Ejecutivo incluye una disposici¨®n transitoria por la que dif¨ªcilmente alguien abonar¨¢ esa cantidad
Desde este s¨¢bado todas aquellas personas que no cotizasen por sus periodos como becarios antes de 2024 pueden sumar esas etapas al c¨®mputo de jubilaci¨®n. Es decir, pueden comprar tiempo de cotizaci¨®n (hasta un m¨¢ximo de cinco a?os) para que cuente en el c¨¢lculo. Pero se da una situaci¨®n extra?a. Aquellos que lo hagan ahora pueden tener peores condiciones que los que esperen unos pocos d¨ªas o semanas, el tiempo que tardar¨¢ la Seguridad Social en aprobar la modificaci¨®n de la orden ministerial tras la presi¨®n de los colectivos de cient¨ªficos. El que compre hoy, con la normativa en la mano, tendr¨ªa que pagar unos 290 euros por cada mes incorporado, mientras que aquellos que esperen a la nueva orden abonar¨¢n entre 26 euros y 275. Pero hay un matiz importante: el precio de 290 solo aplicar¨¢ si la Seguridad Social resuelve la solicitud antes de que entre en vigor la nueva orden. Si la Administraci¨®n tarda en resolver, aunque se pida este mismo s¨¢bado, aplicar¨ªa el nuevo rango, con lo que es previsible que el departamento que dirige Elma Saiz demore las resoluciones para que todos paguen la cifra rebajada.
Esta horquilla tan amplia se debe a que el precio depende del a?o en que se curs¨® la beca. Esta es una rectificaci¨®n fundamental del Ministerio de Seguridad Social. Tanto los sindicatos como los colectivos de cient¨ªficos criticaron que la base de cotizaci¨®n aplicable (que de momento est¨¢ en vigor) fuera la de 2024, lo que situaba el precio en unos 290 euros. En la nueva orden ministerial, ya en audiencia p¨²blica y que sustituir¨¢ a la actual, se especifica que la base a tener en cuenta ser¨¢ la ¡°vigente durante la realizaci¨®n de los periodos formativas o de pr¨¢cticas certificados¡±. La propia orden incluye un anexo que detalla la base aplicable en cada a?o, a partir de las cuales se puede extraer el precio: 25,5 euros en 1979, 56,8 en 1985, 95,8 en 1995, 130,4 en 2005 o 164,9 en 2015. El precio pega un aceler¨®n en 2019 (228,8) por el subid¨®n del salario m¨ªnimo, a partir del cual se cual se establece esta base m¨ªnima. El ¨²ltimo a?o, 2023, cuesta 274,6. Con ello, respecto a los 290 euros en que se calcula la base este 2024, los potenciales beneficiarios de esta medida podr¨ªan ahorrarse entre 15 y 164 euros mes.
¡°Las solicitudes presentadas entre el 1 de junio de 2024 y el d¨ªa anterior a la entrada en vigor de esta orden, que no hayan sido resueltas a dicha fecha, se resolver¨¢n de conformidad con lo establecido en esta orden¡±, especifica el nuevo texto. Es decir, si la Seguridad Social no resuelve ninguna solicitud entre el 1 de junio y la aprobaci¨®n de la nueva orden ministerial, todas tendr¨¢n el precio reducido. Tras la ¨²ltima reuni¨®n con la Seguridad Social, los propios sindicatos recomendaron a los interesados en comprar la cotizaci¨®n que esperen a que est¨¦ en vigor la nueva regla.
Aunque los cient¨ªficos hayan monopolizado la conversaci¨®n sobre esta medida en las ¨²ltimas semanas, el nuevo derecho interpela a cualquier persona que haya hecho pr¨¢cticas por las que no cotiz¨® y que pueda probar documentalmente. Los expertos en la materia prev¨¦n que se incorporen pocos a?os recientes (los m¨¢s caros), ya que lo normal es que un trabajador que hiciera pr¨¢cticas en 2023 se acabe de incorporar al mercado laboral y vea la jubilaci¨®n demasiado lejos. Es m¨¢s previsible que lo hagan aquellos que cursaron sus pr¨¢cticas en los ochenta, noventa o principios de los 2000, con posiciones m¨¢s consolidadas o cerca de la jubilaci¨®n.
Este cambio en el precio fue aplaudido por los dos grandes sindicatos y tambi¨¦n por los principales colectivos de cient¨ªficos. ¡°Consideramos un acierto que la nueva orden tome como base de cotizaci¨®n del convenio especial la base m¨ªnima correspondiente al a?o de realizaci¨®n de la actividad y no la actual como establece la aprobada¡±, dijo el martes en un comunicado la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (COSCE).
Este colectivo tambi¨¦n celebr¨® que con la nueva orden aquellos que rescataron dos a?os en 2011 (cuando se abri¨® un periodo parecido) podr¨¢n sumar otros cinco, as¨ª como la posibilidad de fraccionar el pago por el doble de tiempo del que se compre. Es decir, si se compra un a?o se podr¨¢ pagar en dos. ¡°Se ampl¨ªa hasta el 31 de diciembre de 2028 la fecha l¨ªmite para poder suscribir el convenio especial¡±, especifica el texto acordado por sindicatos y Seguridad Social. En ¨¦l, el ministerio reconoce que aborda estos cambios por las peticiones de revisi¨®n de ¡°agentes sociales y de diferentes entidades representativas del colectivo afectado¡± por elementos que ¡°se consideran excesivamente gravosos¡±.
Aunque las pr¨¢cticas son habituales en muchos sectores, el que se revolvi¨® fue el de los cient¨ªficos porque en sus carreras laborales son habituales las becas de investigaci¨®n por las que no cotizaron. Periodos, adem¨¢s, en los que es habitual que estuvieran empleados por la Administraci¨®n p¨²blica. Con el planteamiento anterior del ministerio, el que est¨¢ en vigor, un cient¨ªfico que quiera comprar una beca que curs¨® de 2000 a 2002 tendr¨ªa que pagar unos 10.000 euros. Con la nueva orden, el precio quedar¨¢ en unos 4.000.
Insuficiente para los cient¨ªficos
El nuevo texto satisface buena parte de las reclamaciones de los investigadores, pero no todas, como expresaron en el comunicado del martes. La COSCE pone el foco en ¡°la obligatoriedad de que las personas afectadas deban abonar tambi¨¦n la parte de la cuota del empleador y que no puedan recuperarse m¨¢s de cinco o siete a?os porque algunas de las personas afectadas trabajaron con becas por las que no cotizaron durante periodos de tiempo mucho m¨¢s amplios¡±.
La orden ministerial ya no incorporar¨¢ nuevos cambios, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n, lo que cierra la puerta a estas reclamaciones. La bonificaci¨®n que reclaman reducir¨ªa a¨²n m¨¢s el precio, pero en el ministerio no se han planteado esta opci¨®n en ning¨²n momento. Sentar¨ªa un precedente complejo, teniendo en cuenta el estr¨¦s al que est¨¢n sometidas las cuentas de la Seguridad Social por la jubilaci¨®n de la generaci¨®n del baby boom. Ante la certeza de que la orden no atender¨¢ esta petici¨®n, la presidenta de COSCE, Perla Wahn¨®n, solicita ¡°que haya mas dialogo con quien representa a los cient¨ªficos¡±. Insiste en que seguir¨¢n reclamando cambios, mensaje en el que tambi¨¦n incidieron la Asociaci¨®n Espa?ola de Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer (ASEICA) y otras 13 asociaciones de investigadores en un comunicado difundido el mi¨¦rcoles.
En circunstancias normales, la parte empresarial de las cotizaciones es la m¨¢s elevada, un 23,6% de la base reguladora (similar al salario bruto anual) por contingencias comunes, mientras que el trabajador abona otro 4,7%. Sin embargo, los convenios especiales (como el que se articula para esta compra de cotizaci¨®n) funcionan de otra forma: como se trata de una compra a posteriori, la Seguridad Social no diferencia por conceptos.
Todas cotizan desde el 1 de enero
Esta orden ministerial articula la compra de cotizaci¨®n de las pr¨¢cticas no cotizadas antes de 2024, pero todas las desarrolladas desde el 1 de enero suman a la Seguridad Social sin que el estudiante deba abonar importe alguno. Las becas no remuneradas, tan a menudo un foco de precariedad y que a veces se cronifican durante a?os, ahora computan como tiempo trabajado de cara a la futura jubilaci¨®n. La Seguridad Social bonifica el 95% de esa cotizaci¨®n, que ya ha beneficiado a m¨¢s de 600.000 becarios. El 5% restante lo aporta el Ministerio de Educaci¨®n en las pr¨¢cticas de Formaci¨®n Profesional y en las universitarias la empresa que acoge al estudiante o (lo m¨¢s habitual) la universidad del alumno. Las pr¨¢cticas remuneradas cotizan desde 2011.
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