Qu¨¦ es y cu¨¢ndo se activa el freno de seguridad a la demanda que REE ha pulsado tres veces en un a?o
El servicio de respuesta r¨¢pida corta el suministro a grandes consumidores que han pactado, de antemano, un ingreso a cambio. Espa?a est¨¢ lejos de un apag¨®n, seg¨²n todos los expertos consultados
Cobrar por desconectarse cuando el consumo de electricidad supera, por mucho, la oferta. El Gobierno recuper¨® en septiembre de 2022, en plena crisis energ¨¦tica europea, el servicio de respuesta r¨¢pida de la demanda, que faculta a Red El¨¦ctrica de Espa?a (REE) a interrumpir parcial o totalmente el suministro a un pu?ado de empresas ¡ªindustriales, sobre todo, pero tambi¨¦n del sector servicios¡ª que han pactado previamente una contraprestaci¨®n econ¨®mica con cargo al sistema.
La herramienta, similar (e incluso menos desarrollada) a la existente en otros pa¨ªses europeos, se ha activado tres veces en los doce ¨²ltimos meses: hace casi un a?o ¡ªel 4 de septiembre de 2023¡ª, y en dos fechas mucho m¨¢s recientes ¡ªel 22 de mayo y el 10 de julio¡ª. En las dos primeras ocasiones, el detonante fue una parada no programada en uno de los reactores de la central nuclear de Asc¨® (Tarragona) combinado con un aporte algo menor de lo previsto de la e¨®lica, que redujo de un plumazo la oferta en varios centenares de megavatios hora (MWh).
En la tercera, en cambio, su activaci¨®n fue fruto de ¡°una previsi¨®n no ajustada de la generaci¨®n e¨®lica, que fue menor de lo previsto, y de la demanda el¨¦ctrica, que se increment¨® por unas temperaturas superiores a lo esperado¡±, en palabras de Marta S¨¢nchez, socia responsable de Energ¨ªa de la consultora EY. En todos los casos, dice, REE contaba con suficiente generaci¨®n de respaldo procedente de las centrales de ciclo combinado (en las que se quema gas para obtener electricidad), as¨ª que si opt¨® por cortar demanda industrial fue por razones econ¨®micas: era, sencillamente, m¨¢s barato que tener que arrancar o subir carga en centrales poco eficientes y, por tanto, caras.
Industria y servicios
En total, el servicio permite desconectar un total de 609 megavatios (MW) de potencia de 19 proveedores distintos, seg¨²n lo adjudicado en la subasta de 2024. Es el equivalente a algo m¨¢s de la mitad de lo que aporta una nuclear o dos plantas fotovoltaicas de gran tama?o a pleno rendimiento.
Las empresas adjudicatarias (que tienen que tener algo m¨¢s de un megavatio de potencia contratada, lo que impide participar a consumidores dom¨¦sticos o pymes, a diferencia de lo que ya ocurre en otros mercados) cobran tanto por su disponibilidad a dejar de consumir cuando se lo pida REE como un plus cuando se active el servicio, cuando reciben una retribuci¨®n equivalente ¡°al precio de la regulaci¨®n terciaria¡± correspondiente a ese periodo concreto.
Lejos del apag¨®n
Que se corte, puntualmente, el consumo ¡ªpara ganar margen de reserva (el colch¨®n del que dispone REE en cada momento) y evitar una descompensaci¨®n puntual entre oferta y demanda¡ª no quiere decir que haya un riesgo inminente de apag¨®n. Un punto en el que el gestor del sistema ha puesto ¨¦nfasis en cada uno de estos episodios y en el que coinciden la media decena de especialistas consultados.
¡°Si este servicio fuese el ultim¨ªsimo recurso disponible, entender¨ªa la alarma. Pero no es as¨ª¡±, sostiene Luis Atienza, expresidente de REE. ¡°Es un error que, cada vez que se utiliza este sistema, se considere que es porque hay peligro de apag¨®n. Simplemente, es m¨¢s eficiente utilizar esa flexibilidad prestada por la demanda que poner en marcha un ciclo combinado a precio desorbitante¡±.
¡°Hay cero riesgo de apag¨®n¡±, sentencia Javier Revuelta, de la firma de an¨¢lisis energ¨¦tico Afry. ¡°De hecho, el servicio de respuesta r¨¢pida de la demanda, lejos de ser una medida de emergencia es una herramienta remunerada y voluntaria; que se aplique no quiere decir que haya un riesgo inminente. Si no contase con ¨¦l, se tirar¨ªa m¨¢s de ciclos y se resolver¨ªa igual... Aunque a un coste mayor para todos¡±.
El ¨²ltimo corte parcial de suministro general por falta de potencia, rememora Revuelta, fue hace m¨¢s de 20 a?os: el 17 de diciembre de 2001. ¡°Entonces, s¨ª, el margen de cobertura del sistema cay¨® mucho y REE fue llamando a las el¨¦ctricas, una a una, para que les dieran hasta la ¨²ltima gota de hidr¨¢ulica, carb¨®n, di¨¦sel o fuel y, aun as¨ª, como no hab¨ªa, tuvo que reducir carga. Ahora mismo estamos lej¨ªsimos de eso¡±.
Desde aquel diciembre de 2001, recuerda Atienza, los apagones han sido muy pocos, regionales y provocados por ¡°situaciones muy puntuales, no porque no hubiese suficiente generaci¨®n para poder atender la demanda¡±. Tira de memoria, de sus a?os al frente del gestor del sistema: ¡°En noviembre de 2006, por ejemplo, s¨ª hubo un deslastre [desconexi¨®n] de cargas en el entorno de Barcelona y en algunas otras zonas de Espa?a por un problema en la botadura de un barco en Alemania, que acab¨® afectando a todo el continente. Pero, de nuevo, fue algo que nada ten¨ªa que ver con que no hubiese generaci¨®n suficiente. Ni en Espa?a ni en Europa¡±.
Llamada de atenci¨®n
S¨ª hay, sin embargo, voces relevantes a escala europea, como Entso-e (la red europea de gestores de redes de transporte de electricidad), que han alertado de un futuro aumento en el n¨²mero de horas en el que la oferta el¨¦ctrica no sea capaz de cubrir la demanda. ¡°En los ¨²ltimos a?os se han dado se?ales que deben ser tomadas como llamadas de atenci¨®n a medio-largo plazo, porque el n¨²mero de ciclos combinados de los que echar mano va claramente a menos, hay muchas indisponibilidades y algunos ejercicios te¨®ricos pueden no verse respaldados por la realidad¡±, avisa Barrero.
El socio de PWC no pone, sin embargo, el foco en estos episodios de activaci¨®n del servicio de respuesta activa de la demanda sino en un mes concreto del a?o: octubre, en el que se han dado momentos de tensi¨®n por la escasez puntual de viento, la falta de agua en los pantanos hidroel¨¦ctricos, el nulo excedente en los pa¨ªses vecinos (Francia y Portugal) y una demanda algo mayor de lo habitual. La semana de mayor tensi¨®n se vivi¨® entre el 4 y el 10 de octubre de 2022, pero la situaci¨®n volvi¨® a repetirse ¡ªde forma algo m¨¢s suave, eso s¨ª¡ª un a?o despu¨¦s.
¡°Ah¨ª si hubo que encender m¨¢s ciclos, al margen de si era o no m¨¢s econ¨®mico, e incluso que cortar o limitar las interconexiones, que ya es una intervenci¨®n a mayores¡±, relata Barrero. ¡°Y, en cambio, no se activ¨® la repuesta activa de la demanda porque no habr¨ªa sido suficiente por s¨ª misma. No hay que poner dramatismo, pero tampoco estamos tan sobrados de reserva como pueda parecer¡±.
En paralelo, curiosamente, tambi¨¦n crecen las horas en las que ocurre exactamente lo contrario y los precios se van a cero o incluso negativo. Paradojas de un sistema el¨¦ctrico cada vez m¨¢s limpio pero tambi¨¦n m¨¢s intermitente, en el que la flexibilidad tiene m¨¢s valor que nunca. ¡°Tiene que jugar un papel cada vez mayor; tenemos que pasar de un entorno en el que la generaci¨®n se adaptaba casi perfectamente al consumo, a un entorno en el que la demanda se adapte a la oferta¡±, zanja Laureano ?lvarez, de Deloitte. ¡°Hay consumidores que pueden perfectamente parar un tiempo, y eso puede ser mucho m¨¢s eficiente para el sistema. Tanto desde el punto de vista econ¨®mico como de emisiones¡±.
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