Los verdaderos motivos del fichaje de Albert Rivera por Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa
El exl¨ªder de Ciudadanos elige una salida profesional por la que antes optaron Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa o Mar¨ªa Dolores de Cospedal
"Vuelvo a mi profesi¨®n¡±, proclam¨® Albert Rivera el pasado lunes al anunciar su fichaje por el bufete Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa. La idea, nada espont¨¢nea (la emple¨® tambi¨¦n en su perfil de Twitter), pretend¨ªa ser un escudo ante las posibles acusaciones de puerta giratoria que suelen acompa?ar el salto de los pol¨ªticos al sector privado. Sin embargo, con apenas un par de a?os de experiencia en la asesor¨ªa jur¨ªdica de La Caixa, ser¨ªa dif¨ªcil explicar su incorporaci¨®n solo por su perfil como abogado.
Muestra de ello es la posici¨®n que tendr¨¢ en el despacho: presidente ejecutivo; cargo que a¨²na funciones representativas y la direcci¨®n de la estrategia y la generaci¨®n de negocio. De hecho, nadie en el mundo jur¨ªdico augura ver a Rivera acompa?ando a un cliente al juzgado o liderando una negociaci¨®n. De ¨¦l se espera otra cosa.
M¨¢s que a un abogado, Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa ficha al expresidente de Ciudadanos, a quien, como exdirigente, se le presume una alta capacidad de gesti¨®n y de toma de decisiones. Tambi¨¦n una agenda y unas relaciones privilegiadas. En este sentido, fuentes del sector apuntan al inter¨¦s de bufete, originario de M¨¢laga y con presencia en Granada, Almer¨ªa y C¨®rdoba, de crecer en la Andaluc¨ªa occidental, en donde su influencia es menor. Especialmente, en Sevilla y en el entorno de la Junta, cogobernada por Ciudadanos y el PP. Un objetivo que tambi¨¦n tendr¨ªa en Madrid, en donde Cs tambi¨¦n forma parte de los Gobiernos regional y municipal. En este empe?o, el nuevo presidente de la firma puede ser clave. ¡°El reto es crecer, crecer y crecer¡±, afirm¨® el lunes Rivera.
Desde el bufete no esconden que su inter¨¦s es fruto de su trayectoria en Ciudadanos. ¡°Levant¨® un proyecto pol¨ªtico de la nada, y 14 a?os en la vida p¨²blica dan una experiencia enriquecedora en todos los ¨¢mbitos, no solo en el jur¨ªdico¡±, explican. Y descartan que su contrataci¨®n pueda tener un impacto negativo en la reputaci¨®n del despacho porque ¡°siempre dijo que no estar¨ªa en pol¨ªtica toda la vida; ha sido coherente¡±.
A?o de fichajes
Con la contrataci¨®n de Rivera, los bufetes completan un a?o de fichajes de relumbr¨®n provenientes de la pol¨ªtica. Hace 12 meses se anunci¨® la incorporaci¨®n de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa por Cuatrecasas y en enero la de Mar¨ªa Dolores de Cospedal por CMS Albi?ana & Su¨¢rez de Lezo. As¨ª, los despachos parecen haber cogido el testigo de las empresas del Ibex 35 como destino de los pol¨ªticos que abandonan la vida p¨²blica. Unos casos que, especialmente durante la crisis, crearon un gran malestar social. ?Es comparable dar el salto a un bufete con hacerlo a una gran empresa? La respuesta requiere varios matices.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta que el an¨¢lisis de cada caso es distinto en funci¨®n del cargo que ostente el pol¨ªtico en el bufete. No es lo mismo incorporarse como socio, como S¨¢enz de Santamar¨ªa o Cospedal (quienes, por cierto, son abogadas del Estado), que hacerlo como asesor, puesto de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en Latham & Watkins o Rafael Catal¨¢ en Herbert Smith Freehills. As¨ª, mientras la labor de los segundos es esencialmente comercial o de tejer relaciones, a los primeros tambi¨¦n se les va a exigir ejercer el Derecho. O lo que es lo mismo: facturar.
Lo que descartan varios headhunters es que estemos ante un auge del trasvase de pol¨ªticos a despachos. ¡°Se han juntado tres casos muy medi¨¢ticos, pero estos movimientos los ha habido siempre¡±, subraya uno de ellos. En 2016, Carme Chac¨®n se integr¨® en el ¨¢rea de Derecho P¨²blico de Ram¨®n y Cajal Abogados. Tres a?os antes, Jos¨¦ Bono fue nombrado asesor de Cremades & Calvo-Sotelo. Otros, como Alberto Ruiz-Gallard¨®n o Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, fundaron su propia firma. En la ¨²ltima, por cierto, tambi¨¦n trabaja ?ngel Acebes.
Otro ejemplo es el de Francisco Caama?o, ministro de Justicia entre 2009 y 2011, y, en la actualidad, socio de CCS Abogados. ¡°Para hablar de puerta giratoria, tiene que haber un conflicto de inter¨¦s, incluso, aunque no est¨¦ recogido en la ley¡±, reflexiona. Caama?o defiende que debe permitirse a quien pasa por la pol¨ªtica volver a su profesi¨®n anterior y, en el caso concreto de los despachos, eso vale tanto para el que ejerce de abogado como para los asesores. Una posici¨®n que, a pesar de valerse de su influencia, no le suscita rechazo porque ¡°existe en todas empresas¡±.
El problema es que detectar el conflicto de inter¨¦s en el caso de los bufetes es m¨¢s complejo que en otras compa?¨ªas, a?ade Elisa de la Nuez, secretaria general de la Fundaci¨®n Hay Derecho. ¡°Si el pol¨ªtico participa en la aprobaci¨®n de una norma del sector energ¨¦tico y despu¨¦s se va a una el¨¦ctrica, ah¨ª no hay duda¡±. En los despachos, esa relaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil de destapar. ¡°Habr¨ªa que saber si la firma trabaja para alguna empresa sobre la que el exmandatario tom¨® decisiones, pero la confidencialidad abogado-cliente lo impide¡±, apunta.
En opini¨®n del decano del IE Law School, Javier de Cendra, en Espa?a el sistema de evaluaci¨®n de los conflictos de intereses no genera confianza porque la oficina competente no es independiente (pertenece al Ministerio de Hacienda) y, adem¨¢s, carece de los recursos necesarios para realizar investigaciones a fondo. No obstante, a?ade que ¡°un despacho no puede permitirse la percepci¨®n del mercado de que se est¨¢ aprovechando de una influencia ileg¨ªtima¡±. Y es que la reputaci¨®n es clave para las firmas. Tanto es as¨ª que algunas como Garrigues o Ur¨ªa tienen como norma no contratar pol¨ªticos.
Jueces, fiscales y t¨¦cnicos de Hacienda
A pesar de que los movimientos de los pol¨ªticos suelen ser m¨¢s medi¨¢ticos, Elisa de la Nuez, de la Fundaci¨®n Hay Derecho, se?ala un trasvase sector p¨²blico-bufetes que puede resultar m¨¢s problem¨¢tico: el de los cargos intermedios de la Administraci¨®n. Es decir, jueces, fiscales o t¨¦cnicos de Hacienda o de la Inspecci¨®n de Trabajo. ¡°Legalmente, no existe ninguna traba para que un d¨ªa est¨¦n resolviendo un expediente y, al d¨ªa siguiente y sin soluci¨®n de continuidad, fichen por un despacho que puede defender al afectado por el mismo¡±, relata. Una laguna que, en su opini¨®n, exige una reforma de la normativa de incompatibilidades.
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