El ocaso de los ¡®lobbies¡¯ negacionistas del cambio clim¨¢tico
Shell, Total y BP abandonan la asociaci¨®n de refino en EE UU por diferencias con la postura sobre el calentamiento global
Shell, Total y BP tendr¨¢n en 2020 una cuota menos que pagar. Las tres petroleras se dieron de baja recientemente de la American Fuel & Petrochemical Manufacturers (AFPM), la principal asociaci¨®n estadounidense de refinadoras, por desacuerdos con la pol¨ªtica de ese lobby sobre el cambio clim¨¢tico. Seg¨²n los comunicados de las petroleras, el Acuerdo de Par¨ªs y, de manera espec¨ªfica, las pol¨ªticas que ponen precio a las emisiones figuraban entre las diferencias insalvables. Al lobbie no le gustan ni el Acuerdo ni lo de encarecer el carbono. A las petroleras, seg¨²n dicen, s¨ª.
Ante la presi¨®n creciente de inversores y consumidores, los lobbies m¨¢s conocidos por su resistencia a pol¨ªticas contra el cambio clim¨¢tico est¨¢n perdiendo apoyo. La AFPM es uno de los m¨¢s evidentes, porque se opone a los subsidios para veh¨ªculos el¨¦ctricos y pone anuncios en redes sociales contra las regulaciones para reducir emisiones, pero la asociaci¨®n American Petroleum Institute (API) y la intersectorial US Chamber of Commerce (USCC) son al menos igual de beligerantes.
Seg¨²n un informe de la ONG brit¨¢nica InfluenceMap, las presiones que estas y otras asociaciones ejercieron sobre la Casa Blanca fueron determinantes en el programa desregulador de Donald Trump que, de acuerdo con un c¨¢lculo de la NY School of Law, representar¨¢ 200 millones de toneladas extra de CO2 al a?o.
Aunque todav¨ªa siga formando parte de ellos, BP tampoco renovar¨¢ su participaci¨®n en los lobbies Western States Petroleum Association y Western Energy Alliance. En Total y en Shell han hecho p¨²blicas sus desavenencias con asociaciones como la API y se han comprometido a abandonarlas si esas diferencias persisten o se agravan. ¡°Lo evaluaremos cada a?o¡±, explica por correo electr¨®nico Stephanie Dezaunay, una portavoz de Total. ¡°Un enfoque pragm¨¢tico es la mejor manera de asegurar que mediante nuestra participaci¨®n en asociaciones sectoriales hacemos avanzar nuestras propias posiciones¡±, a?ade.
El movimiento de darse de baja de los lobbies m¨¢s reacios a las pol¨ªticas de reducci¨®n de emisiones no es nuevo. En el a?o 2000, General Motors abandon¨® por ese motivo la estadounidense Global Climate Coalition. En 2009 fueron Nike y Apple las que dejaron la USCC, seguidas por Costco, eBay, Hewlett-Packard, Ke?llogg¡¯s, Kraft Heinz, Mattel, Nestl¨¦, Starbucks y Unilever, entre otras.
Con la excepci¨®n de Unilever, que citando las mismas diferencias sali¨® en 2015 de la patronal europea BusinessEurope, el fen¨®meno es por ahora m¨¢s estadounidense que europeo. Edward Collins, autor del informe de InfluenceMap sobre los lobbies europeos, cree que puede deberse a que la postura de las asociaciones empresariales de EE UU es m¨¢s abiertamente negativa y agresiva: ¡°Es posible que las empresas hayan empezado por esos lobbies porque era lo m¨¢s f¨¢cil, son los que m¨¢s preocupados tienen a los inversores¡±. Eso no significa, aclara Collins, que los lobbies europeos est¨¦n haciendo bien las cosas con relaci¨®n a la pol¨ªtica clim¨¢tica sino que disimulan mejor sus intenciones. En el informe de Collins, la asociaci¨®n europea de la industria del autom¨®vil (ACEA) y BusinessEurope son las que peor calificaci¨®n obtienen por su resistencia a pol¨ªticas que reducir¨ªan las emisiones de CO2. Elaborado seg¨²n la gu¨ªa de la ONU para el compromiso de las empresas con el clima, el ranking de InfluenceMap deja mejor parada a FuelsEurope, con la cuarta posici¨®n.
??C¨®mo es posible que los productores de hidrocarburos parezcan m¨¢s interesados en reducir el CO2 que BusinessEurope, donde tambi¨¦n hay empresas sin intereses en los combustibles f¨®siles? Seg¨²n Collins, el motivo es el mismo por el que en EE UU la USCC se ha convertido en una de las resistencias m¨¢s firmes a la reconversi¨®n energ¨¦tica: las productoras de hidrocarburos, de cemento y de qu¨ªmicos prefieren concentrar sus acciones en la patronal antes que en su propia asociaci¨®n sectorial porque de esa manera es m¨¢s dif¨ªcil vincular sus marcas con las presiones para retrasar pol¨ªticas por el clima.
Corporativismo
El otro motivo es el poder de negociaci¨®n. ¡°Cuando una intersectorial se sienta a la mesa con un legislador o con un regulador lo hace en nombre de toda la industria y eso hace que sea mucho m¨¢s eficaz para lograr que el mensaje se escuche, por eso son tan valiosas para la industria de los hidrocarburos¡±, explica Collins.
Hasta ahora, el corporativismo ha permitido que un sector use a toda la patronal para defender sus intereses sin que el resto de industrias haga nada por evitarlo. De esa forma, todos los sectores se aseguran de que podr¨¢n disponer de ese lobby cuando sean sus intereses los que est¨¢n en juego. Pero como demuestra el ¨¦xodo que est¨¢ sufriendo la C¨¢mara de Comercio de EE UU, esa tolerancia podr¨ªa estar llegando a su fin. Las posturas de ACEA (la ¨²nica asociaci¨®n con peor nota que la intersectorial en el ranking de InfluenceMap) se distinguen por ser m¨¢s radicales que las de sus empresas miembro. Collins tambi¨¦n lo atribuye a que las automotrices protegen a sus marcas y dejan a la asociaci¨®n el trabajo sucio de retrasar las regulaciones por el clima.
Seg¨²n Pedro Fresco Torralba, autor del libro El futuro de la energ¨ªa en 100 preguntas, la resistencia de las empresas de coches ¡°es l¨®gica desde su punto de vista¡±. ¡°Los fabricantes europeos son l¨ªderes en di¨¦sel, las marcas europeas est¨¢n muy establecidas en EE UU, y si cambias ese mercado a otro tipo de coche est¨¢s perdiendo tu posici¨®n y exponi¨¦ndote a que entren competidores como Tesla, que ven¨ªa de fabricar bater¨ªas¡±, explica. El cambio de paradigma, seg¨²n Fresco Torralba, multiplica la competencia porque permite la entrada de empresas cuya primera especializaci¨®n no es la automoci¨®n y porque abre la posibilidad de importar de China, donde llevan ¡°mucho adelanto con los coches el¨¦ctricos low cost¡±.
Pero tambi¨¦n hay organizaciones que hacen lobby en favor del clima. Apple, Vestas, Microsoft y Schneider Electric son algunas de las multinacionales detr¨¢s de Advanced Energy Economy, una asociaci¨®n empresarial estadounidense que aboga por la implementaci¨®n de energ¨ªas renovables. En Europa, la asociaci¨®n de el¨¦ctricas Eurelectric es la que lidera el grupo de acciones positivas dentro del ranking de InfluenceMap, con la espa?ola Iberdrola como alumno aventajado.
En Iberdrola dicen que desde 2001 llevan invertidos 25.000 millones de euros en redes inteligentes, sistemas de almacenamiento y energ¨ªas renovables de Espa?a. Tambi¨¦n, que el 86% de lo que producen en el pa¨ªs no tiene emisiones de CO2 (si bien en ese 86% hay energ¨ªa nuclear, adem¨¢s de renovables). Seg¨²n su responsable de cambio clim¨¢tico, Gonzalo S¨¢enz de Miera, Iberdrola saca tan buenas notas en el ranking de InfluenceMap porque apostaron pronto por las renovables y eso se convirti¨® en una ventaja competitiva que les abri¨® oportunidades en EE UU, el Reino Unido y Alemania, entre otros mercados.
Dentro de Eurelectric, Iberdrola dice haberse convertido en una impulsora de posturas proclima, que en palabras de S¨¢ez de Miera ¡°generan oportunidades industriales, mejoran la competitividad y la salud de la gente¡±. El argumento que emplean para convencer al resto de el¨¦ctricas es el financiero: ¡°Hemos demostrado c¨®mo aumentaba el valor de Iberdrola apostando por lo verde, hemos hecho ver que el crecimiento verde es compatible con rentabilidad¡±.
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