El caballero de Isabel II (y hombre m¨¢s rico del Reino Unido) que quiere borrar su pasado ruso
Leonard Blavatnik hizo su fortuna durante el mandato de Bor¨ªs Yeltsin, pero se alej¨® del Kremlin en tiempos de Vlad¨ªmir Putin
Leonid Valentinovich Blavatnik, nacido en 1957 en Odesa, en la entonces Ucrania sovi¨¦tica, es hoy sir Leonard Blavatnik, ciudadano brit¨¢nico y de Estados Unidos, caballero de la reina Isabel II desde 2017, el hombre m¨¢s rico de Inglaterra y uno de los m¨¢s ricos del mundo. Blavatnik ciment¨® su fortuna en la Rusia de los salvajes a?os noventa del siglo pasado, a la sombra de Bor¨ªs Yeltsin. Pero ¨¦l, aunque t¨¦cnicamente es un oligarca porque se llen¨® los bolsillos con las privatizaciones del aluminio y el petr¨®leo de la antigua URSS, tuvo la habilidad de aprovecharse del Kremlin sin acercarse demasiado: era su socio en los negocios y antiguo compa?ero de escuela, V¨ªktor Vekselberg, quien se ocupaba del trabajo sucio de los contactos pol¨ªticos mientras ¨¦l, culto, educado y pol¨ªglota, se hac¨ªa cargo de los contactos internacionales.
El creciente poder de Vlad¨ªmir Putin, que lleg¨® a la presidencia en 2000, le confirm¨® la conveniencia de alejarse de aquel mundo y en 2013 vendi¨® sus intereses en Rusia, justo un a?o antes de que Putin anexionara Crimea y Occidente empezara a mirarlo con ojos de guerra fr¨ªa.
Superado el pasado ruso, los intereses de sir Leonard se centran en la industria qu¨ªmica (LyondellBasell), las finanzas y el ocio (Warner, RatPac, Bad Wolf, AI Film, DAZN¡). Hace apenas unas semanas inyect¨® 4.300 millones de d¨®lares en DAZN, la cadena de streaming apodada ¡°el Netflix de los deportes¡±, que perdi¨® 1.300 millones de d¨®lares por la pandemia. Las cifras marean, pero a ¨¦l no: Bloomberg le otorga una fortuna de 39.900 millones de d¨®lares (36.650 millones de euros) y The Sunday Times lo considera el hombre m¨¢s rico del Reino Unido, aunque con una fortuna inferior: 23.000 millones de libras (27.500 millones de euros).
Siendo ni?o, la familia se mud¨® a Yaroslavl, 260 kil¨®metros al norte de Mosc¨², y Blavatnik fue uno de los pocos ni?os jud¨ªos admitidos en una escuela de ¨¦lite. En 1978 se mud¨® a Nueva York y all¨ª forj¨® su cultura financiera y su buen ojo para los negocios, arm¨¢ndose con un m¨¢ster en Ciencias Inform¨¢ticas en Columbia y otro de Administraci¨®n de Empresas en Harvard. Ciudadano estadounidense desde 1984, dos a?os despu¨¦s fund¨® Acces Industries, su empresa personal.
Los grandes golpes empezaron a llegar tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, cuando V¨ªktor Vekselberg le abri¨® los ojos sobre las enormes oportunidades que se presentaban en Rusia con la transici¨®n al capitalismo. ¡°Yo era muy esc¨¦ptico. Ya llevaba alg¨²n tiempo en Estados Unidos y ten¨ªa mi propia compa?¨ªa. Pero se impuso el fabuloso poder de persuasi¨®n de V¨ªktor¡±, rememoraba Blavatnik en una gala ben¨¦fica en Mosc¨² en 2015, seg¨²n el Financial Times.
Blavatnik y Vekselberg se hicieron riqu¨ªsimos, pero el ahora sir Leonard ha renegado siempre de la etiqueta de oligarca, ha hecho todo lo posible por borrar ese turbio pasado y no duda en utilizar su ej¨¦rcito de abogados para conseguirlo. Hasta el muy izquierdista The Guardian dej¨® de llamarle oligarca tras publicar esta rectificaci¨®n: ¡°El 4 de septiembre de 2017 publicamos un art¨ªculo online que en su titular se refer¨ªa a sir Leonard Blavatnik como un ¡®amigo de Putin¡¯. Los lectores pueden haber entendido que esto sugiere que era un amigo cercano y confidente del presidente Putin. Los abogados de sir Leonard Blavatnik nos han informado de que su cliente no ha tenido contacto personal con el presidente Putin desde el a?o 2000, y que nunca ha sido amigo cercano o confidente del presidente Putin. Pedimos disculpas a sir Leonard Blavatnik por el uso de este t¨¦rmino y lo hemos eliminado del titular¡±.
Lo mismo hizo el Times el 1 de abril del a?o siguiente: ¡°La semana pasada (¡) describimos a sir Leonard Blavatnik como un oligarca ruso y socio de Vlad¨ªmir Putin. Dice que no es nada de eso. Nos complace dejar claro que es ciudadano de EE UU y de Reino Unido y que no ha tenido contacto personal con Putin desde el a?o 2000¡å.
En Estados Unidos, sin embargo, a¨²n le llaman oligarca de vez en cuando. Al dar cuenta de las pol¨¦micas internas en la universidad por las donaciones de Blavatnik, The New York Times se preguntaba en 2018: ¡°?Est¨¢ Harvard blanqueando la fortuna de un oligarca ruso?¡±. Y as¨ª lo defin¨ªa The New York Post el mes pasado al incluirle en una lista de oligarcas con propiedades en la ciudad.
Las donaciones son una de las herramientas preferidas del multimillonario para cimentar su aceptaci¨®n en las ¨¦lites occidentales, siguiendo los consejos de John Browne, el legendario patr¨®n de BP con el que fragu¨® una gran amistad a pesar de los vaivenes que sufri¨® la alianza en 1999 entre BP y TNK, que lleg¨® a los tribunales en 2003. Blavatnik obtuvo un beneficio personal de 7.000 millones de d¨®lares al vender su participaci¨®n en TNK-BT a la petrolera rusa Rosneft en 2013. Un bocado que ¨¦l se llev¨® de inmediato a Occidente.
Len Blavatnik (como tambi¨¦n se lo conoce) se introdujo en los altos c¨ªrculos sociales de la mano de lord Browne y otros, allanando ese viaje con generos¨ªsimas donaciones a Oxford (115 millones de d¨®lares en 2010), Harvard (50 millones en 2013), el Carnegie Hall (25 millones en 2016), la Tate Modern (65 millones en 2017) o la Escuela de Medicina de Harvard (200 millones de d¨®lares en 2018), entre otras muchas.
Esas donaciones, obviamente, no son desinteresadas. Por un lado, son un seguro de vida porque le han dado la respetabilidad suficiente como para que Isabel II le nombrara caballero de la corte en junio de 2017, el pasaporte definitivo que le desvincula de Putin, del Kremlin y de los oligarcas. Tambi¨¦n le han permitido cultivar su ego otorgando su nombre a una llamativa cantidad de edificios e instituciones. Desde la Blavatnik School of Government en Oxford al Blavatnik Building en la Tate Modern, el Blavatnik Hall del Victoria and Albert Museum, o el Blavatnik Institute en Harvard.
Sir Len Blavatnik es hoy un hombre respetado en Occidente que sigue moviendo miles de millones de d¨®lares en sus negocios. Sin embargo, a su amigo del alma, V¨ªktor Vekselberg, su fortuna de 9.300 millones de d¨®lares no le basta para pagar un pasaje a Nueva York y visitar a su hija y a su nieto porque Washington lo puso en la lista negra de oligarcas en abril de 2018. Es la diferencia entre conseguir o no conseguir la respetabilidad. Algo que parece m¨¢s ligado a c¨®mo te mueves hoy que a qu¨¦ hiciste ayer.
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