La invasi¨®n de Ucrania a?ade presi¨®n al mercado de divisas
La crisis ha vuelto a poner sobre la mesa la primac¨ªa del d¨®lar y los problemas que eso causa a la Uni¨®n Europea
Un banquero central es un responsable econ¨®mico capaz de atraer los focos a la comparecencia m¨¢s intrascendente. Eso consigui¨® Christine Lagarde en septiembre de 2020, la primera vez que se refiri¨® a los tipos de cambio en un discurso de pol¨ªtica monetaria. La francesa advirti¨® que el BCE seguir¨ªa analizando toda la informaci¨®n que le llegara para ir actuando frente a la pandemia. Y apostill¨®: ¡°Incluida la evoluci¨®n de los tipos de cambio, en relaci¨®n con sus posibles implicaciones para las perspectivas de inflaci¨®n a medio plazo¡±. Los medios interpretaron que Lagarde reabr¨ªa la guerra de divisas para frenar la escalada del euro, que encaraba ya los 1,2 d¨®lares, lo cual pon¨ªa palos a las ruedas a las exportaciones en pleno proceso de recuperaci¨®n econ¨®mica. Los mercados ni se inmutaron: el euro sigui¨® subiendo.
Un a?o y medio despu¨¦s, la situaci¨®n es la opuesta: el euro ha llegado a su m¨ªnimo desde el estallido de la pandemia al tocar los 1,08 d¨®lares. Y pese a que eso favorece las ventas exteriores, tambi¨¦n mete presi¨®n al principal problema que tiene hoy Europa: la factura de la energ¨ªa, denominada en d¨®lares. La debilidad del euro se convierte, adem¨¢s, en otra baza para quienes defienden endurecer la pol¨ªtica monetaria.
Los analistas atribuyen la ca¨ªda del euro a dos factores: el primero, la cercan¨ªa a la zona en conflicto; y el segundo, al dominio mundial del d¨®lar. De esa primac¨ªa da fe el intento del Banco Central de Rusia de romper ese cerco. Lo llevaba intentando desde 2014, cuando recibi¨® ya sanciones de EE UU por la invasi¨®n de Crimea. La instituci¨®n que ha dirigido Elvira Nabi¨²llina trat¨® de diversificar sus reservas con oro ¡ª?depositado en Mosc¨²¡ª, euros y yuanes. No cont¨®, sin embargo, con las duras sanciones impuestas desde Bruselas, que supon¨ªan dejar congelada m¨¢s de la mitad de su cartera e implic¨® el desplome inmediato del rublo. Frente a esa situaci¨®n, Nabi¨²llina hizo cuanto estaba en su mano, a juicio de varios analistas consultados: duplicar los tipos de inter¨¦s, hasta el 20%, para frenar la sangr¨ªa. Pero Rusia no ha sido el ¨²nico pa¨ªs en sufrir. Los bancos centrales de los pa¨ªses del este de Europa que a¨²n no est¨¢n en la zona euro ¡ª?en particular, Hungr¨ªa, la Rep¨²blica Checa y Polonia¡ª tambi¨¦n han tenido que subir tipos para mantener a flote sus divisas dada la fuerte dependencia de sus econom¨ªas de la energ¨ªa procedente de Rusia.
La Comisi¨®n Europea lleva a?os intentando relanzar el papel internacional del euro. Fue una de las grandes obsesiones del expresidente Jean-Claude Juncker que ahora el Ejecutivo de Ursula von der Leyen quiere retomar con la emisi¨®n de eurobonos. De la importancia de la batalla de las divisas no solo da cuenta la estrategia de Putin. La guerra entre el euro y el d¨®lar se plasm¨® en junio de 2019 en la cuenta de Twitter de Donald Trump, irritado con unas palabras de Mario Draghi, entonces presidente del BCE. El italiano sugiri¨® que estaba dispuesto a lanzar nuevos est¨ªmulos para animar la inflaci¨®n, lo cual hizo que el euro se desplomara. ¡°[Mario Draghi] ha hecho caer al euro frente al d¨®lar, haciendo que sea injustamente m¨¢s f¨¢cil para ellos competir contra Estados Unidos¡±, afirm¨® el expresidente de Estados Unidos en Twitter. ¡°Se han estado saliendo con la suya durante a?os, junto con China y otros¡±, a?adi¨®.
Perjuicios para la UE
Sin embargo, la crisis actual ha vuelto a poner sobre la mesa la primac¨ªa del d¨®lar y los problemas que de ello se derivan para la UE. En la era Juncker, Bruselas hab¨ªa resaltado sobre todo la necesidad de redenominar los contratos en un sector clave como el de la energ¨ªa, puesto que la UE es el mayor importador de energ¨ªa del mundo. El Ejecutivo comunitario cre¨ªa que eso abrir¨ªa el camino para desplazar al d¨®lar de otros mercados, desde el aeron¨¢utico hasta el de las materias primas. Precisamente, la ca¨ªda del euro perjudica hoy esas compras. Lagarde no hizo referencia alguna a esa situaci¨®n. En el pasado, el BCE ha intervenido dos veces, en 1999 y 2011, para evitar una devaluaci¨®n del euro frente al yen. La consultora Capital Economics recuerda, sin embargo, que lo hizo de forma coordinada con otros bancos centrales.
Para Clemens Fuest, del instituto Ifo de M¨²nich, eso se?ala la senda hacia las subidas de tipos. ¡°El tipo de cambio como tal no deber¨ªa estar en el centro de la pol¨ªtica monetaria del BCE, pero como se mencion¨® anteriormente, juega un papel en la inflaci¨®n porque afecta a los precios de importaci¨®n. Este es uno de los factores que indican un mayor endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria en los pr¨®ximos meses. Por ahora, el euro se ha estabilizado en torno a los 1,1 d¨®lares despu¨¦s de que Lagarde haya mantenido las expectativas en los mercados de que subir¨¢ los tipos de inter¨¦s este a?o.
El profesor de IESE Xavier Vives no descarta que el tipo de cambio acabe en la paridad del euro y el d¨®lar. ¡°Al final, la guerra est¨¢ aqu¨ª, en Europa. Las repercusiones son mucho m¨¢s inmediatas que las que sufre Estados Unidos, que dispone de su energ¨ªa gracias al fracking. El coste de las sanciones es mucho m¨¢s bajo para Estados Unidos que para Europa¡±, concluye.
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