Un acuerdo hist¨®rico para el precio de la luz (con algunas sombras)
El Gobierno saca adelante su plan para bajar la electricidad, pero tendr¨¢ que aclarar algunos detalles sobre el pago del gas
El pasado lunes, el presidente de la Rep¨²blica Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, cen¨® en Madrid con un centenar y medio de empresarios espa?oles y portugueses, miembros de instituciones y acad¨¦micos. El encuentro, organizado por la C¨¢mara de Comercio Hispano Portuguesa y el Conselho da Di¨¢spora Portuguesa, se celebr¨® un d¨ªa tan se?alado como el 25 de abril, conmemoraci¨®n de la Revoluci¨®n de los Claveles. No se cant¨® Gr?ndola, Vila Morena, pero los presentes escucharon a Rebelo de Sousa enfatizar la fraternidade entre los dos pueblos en materia social, cultural, econ¨®mica y, sobre todo, energ¨¦tica.
Precisamente, mientras disertaba sobre ese asunto y otros de ¨ªndole peninsular en un hotel de alto copete, los titulares de las carteras de Energ¨ªa y Medio Ambiente de ambos pa¨ªses (Teresa Ribera, por Espa?a, y Jos¨¦ Duarte Cordeiro, por Portugal) ultimaban en Bruselas la propuesta que iban a presentar el d¨ªa siguiente a la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, para defender la ¡°excepci¨®n ib¨¦rica¡± en el sistema de fijaci¨®n de los precios de la electricidad. La pen¨ªnsula Ib¨¦rica sufre los perjuicios de la escasa conexi¨®n con el resto de Europa que la hace de facto ser una isla energ¨¦tica, motivo por el que los primeros ministros, Pedro S¨¢nchez y Ant¨®nio Costa, llevaron en marzo al Consejo Europeo la petici¨®n que ahora se ha convertido en acuerdo hist¨®rico y que Ribera y Duarte cerraron con Vestager.
En l¨ªneas gruesas consiste en limitar el precio del gas (y del carb¨®n) en 50 euros de media por megavatio hora (MWh), empezando por 40 euros para luego subir progresivamente (en principio, Madrid y Lisboa propon¨ªan 30 euros de media) durante un a?o. Por otro lado, el precio peninsular ser¨¢ el mismo que se aplique a la energ¨ªa que se produzca en la pen¨ªnsula y se exporte a Francia. De esta forma, se salva la posible discriminaci¨®n de la que advirtieron los operadores del mercado ib¨¦rico, que subrayaron que se pod¨ªa producir un riesgo regulatorio al establecerse dos subastas, una para el mercado interno y otra para la interconexi¨®n.
Los 50 euros de tope suponen que el precio medio diario de la electricidad no superar¨¢ los 130/140 euros MWh (cada euro de gas supone unos 2,30 euros de electricidad por MWh). Es decir, para un hogar con tarifa regulada PVPC (10,5 millones de usuarios) y un consumo mensual de 292 kWh con 4,6 kW de potencia contratada, la factura se situar¨ªa en torno a los 85 euros al mes, frente a los 143 euros de marzo y los 100 de abril, aunque queda por encima de los 70 de abril de 2021, seg¨²n la OCU.
Con esta medida se trata de poner freno al precio desbocado de la factura el¨¦ctrica y tranquilizar al consumidor ante la espiral inflacionista; pero el acuerdo arrastra pol¨¦micas y cr¨ªticas. La asociaci¨®n de consumidores, pese a que resalta el avance de la medida, la califica de parche que no ataja las disfunciones que crea el sistema marginalista utilizado en el sector el¨¦ctrico. Ante eso, esperan nuevas medidas estructurales. Por su parte, las compa?¨ªas el¨¦ctricas, en lucha permanente desde que el Gobierno puso el ojo sobre ellas al recortar los beneficios extras obtenidos por vender al precio del gas la energ¨ªa barata (renovable y nuclear), aseguran que crea inseguridad jur¨ªdica y se preguntan c¨®mo se trasladar¨¢ la rebaja a los consumidores. Para ello esperan a que se conozcan los detalles en el pr¨®ximo Consejo de Ministros.
Habr¨¢ que aclarar algunos extremos. Ocurre que las centrales que usan gas seguir¨¢n pagando el precio del mercado, que ahora supera los 200 euros MWh, y tienen que seguir funcionando (hoy cubren entre el 20% y el 30% del mercado). Es decir, se produce un diferencial que alguien tendr¨¢ que cubrir. Fuentes del Gobierno aseguran que no ir¨¢ v¨ªa Presupuestos y que se cargar¨¢ al sistema. La pregunta es si eso quiere decir que se incluir¨¢ en la tarifa como un cargo m¨¢s junto al transporte, el d¨¦ficit de tarifa, los costes extrapeninsulares o las primas a renovables.
El Ejecutivo tendr¨¢ que explicar c¨®mo se cubre. Seg¨²n Ribera, lo pagar¨¢n los mismos consumidores que se benefician de la medida. ¡°No queremos cargar el sistema con nuevos costes y debemos pagar lo que consumimos. Pagaremos los que nos beneficiamos del ajuste en funci¨®n de la energ¨ªa que consumimos, y aun as¨ª pagaremos menos. Incluso los consumidores con contratos a largo plazo s¨®lo ver¨¢n actualizado el precio cuando se produzca una revisi¨®n del contrato¡±, ha subrayado la vicepresidenta, cuya conclusi¨®n es que con lo que se reduce el precio es suficiente para pagar el ajuste y obtener un beneficio.
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