Texas es la nueva China para Elon Musk
Pek¨ªn y el Estado sure?o han extendido su alfombra roja para Tesla y el magnate les corresponde por ello
El presidente de China, Xi Jinping, y el gobernador de Texas, Greg Abbott, solo tienen una cosa en com¨²n: su relaci¨®n con Elon Musk, el consejero delegado de Tesla. El Estado norteamericano se ha portado bien con el fabricante de coches el¨¦ctricos, al igual que lo ha hecho la Rep¨²blica Popular. Musk, que tambi¨¦n se ha lanzado a por la popular red social Twitter, probablemente siga siendo un amigo sol¨ªcito de ambos.
Texas ofreci¨® una v¨ªa de escape a Musk y a su empresa cuando los confinamientos provocados por la covid-19 en el anterior Estado de Tesla, California, se volvieron demasiado exigentes para su gusto. En diciembre del a?o pasado, la empresa traslad¨® su sede a Austin. La mudanza le report¨® otras ventajas. A diferencia de California, el Estado de la Estrella Solitaria no tiene impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas ni de las empresas. Y adem¨¢s de las ventajas empresariales habituales, las autoridades locales tejanas tambi¨¦n ofrecieron a Tesla unos 65 millones de d¨®lares en exenciones fiscales y otros incentivos en 2020 para construir una nueva f¨¢brica.
China ha constituido un refugio similar para Musk y su empresa. La primera planta de producci¨®n asi¨¢tica de Tesla se encuentra all¨ª. Shangh¨¢i ha establecido un tipo impositivo del 15% hasta el a?o que viene, que es mucho menos que el tipo habitual del 25% en China. El fabricante de autom¨®viles depende de la regi¨®n ya que all¨ª genera cerca de la mitad de su producci¨®n total y logra en torno al 25% de las ventas globales de todo el grupo.
A cambio, Musk ha mostrado su lealtad a Pek¨ªn. El a?o pasado, Nike, H&M y Calvin Klein fueron algunas de las marcas que sufrieron boicoteos en la Rep¨²blica Popular tras expresar su preocupaci¨®n por los presuntos trabajos forzados de los musulmanes uigures. Pero Musk fue en la otra direcci¨®n, y abri¨® un concesionario en la provincia de Xinjiang.
Investigaci¨®n
Por ahora, Texas parece seguir esforz¨¢ndose para contentar a Musk. El fiscal general Ken Paxton est¨¢ iniciando una investigaci¨®n sobre si Twitter facilit¨® datos falsos sobre bots en su composici¨®n de usuarios. Esa es una queja que el hombre m¨¢s rico del mundo ha utilizado para intentar echarse atr¨¢s en un acuerdo de 44.000 millones de d¨®lares para comprar la red social.
El gobernador Abbott ha criticado la censura de Twitter y otras redes similares, pero si la empresa pasa a estar bajo el control de Musk, este tendr¨¢ mucha influencia sobre qui¨¦n y qu¨¦ aparece en la plataforma. La pol¨ªtica de Tesla de ayudar a las empleadas a interrumpir su embarazo en otro Estado choca con los objetivos de algunos funcionarios de Texas, que celebraron la eliminaci¨®n del derecho federal al aborto. Es posible que Musk saque pronto suficiente provecho de su relaci¨®n con Texas como para inclinar su sombrero de vaquero ante el Estado en ambos frentes.
PARA M?S INFORMACI?N: BREAKINGVIEWS.REUTERS.COM Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducci¨®n es responsabilidad de EL PA?S.
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